Odio

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- ¡No descansaré hasta matarlos a todos!

Aquellos ojos negros irradiaba una sed de venganza.

--II--II--

Evileye salió del baño, su cuerpo desnudo irradiaba el vapor caliente de la ducha, el agua aún que no podía sentir su temperatura le servía para masajear su cuerpo frío.

Camino por la habitación hasta llegar a donde se encontraba su típica ropa, aquel vestido negro, las mallas y la túnica con capucha. Seco cada parte de su cuerpo, se visito y peino su cabello. Si iba a confesar sus sentimientos a Momon debía verse presentable,

Además si era rechazada de igual manera debía verse bien.

Cuando se vio al espejo vio esa cara infantil y ese cuerpo inmaduro, un cuerpo que ya no podría llegar a su punto de madurez.

Estas siendo muy dura contigo misma.

Ese pensamiento le paso por la mente.

Golpeo sus mejillas tratando de borrar ese penoso pensamiento y tal vez tratar de poner color a su semblante, lo cual fue en vano.

Esa apariencia, ese color muerto no cambió.

Resignada tomo su máscara y la colocó en su perpetuo lugar.

Al salir a la calle el sol dio en toda su cara o más bien máscara, esta impidió que sus ojos fueran cegados por la luminosidad del inmenso astro. Camino por las calles al principio sin una dirección evidente pero conforme avanzaba se dio cuenta que sus pies le guiaban al gremio de aventureros, se quedó a media plaza esperando ver a quién hacía latir su muerto corazón, espero por horas, hora tras hora hasta escuchar las vocesillas de un grupo conocido.

Las miro caminar a lado del hombre, este no portaba aquella armadura, se le veía reír e ir charlando con ellas.

Sintió envidia.

Ella no podía hacer eso, hablar así con él, no podía caminar así a lado de él, no podía...

Se acercó poco a poco a ellos, hasta quedar lo suficientemente cercas.

- ¡Oh! Un gusto verte.

Dijo aquel hombre de manera alegre.

En cambio la líder del grupo miro a su amiga, algo le preocupó.

- Lo mismo digo, Momon-sama.

- ¡Hey pulga! Vamos a ir a beber ¿Quieres venir con nosotros?

Gagaran trato de romper la tensión.

La maga negó.

- Yo... quisiera hablar con Momon-sama en privado.

El aventurero la miro de manera inquisitiva, era difícil saber su intención con esa máscara puesta.

- Evileye...

Lakyus trató de hablar con su amiga pero el hombre le interrumpió, con un solo movimiento de su mano hizo que las cuatro mujeres quedaran al margen.

- Esta bien, si deseas hablar, hablemos.

Momon como un caballero guió con su mano a la Maga, esta dio un par de pasos colocándose al frente del hombre que amaba y ser encaminada a un lugar privado.

Su muerto corazón latía fantasmal mente rápido, sentía que salida de ese cuerpo muerto.

Caminaron por un rato hasta perderse por los callejones, cada paso que daba y avanzaba le parecían eternos, era como si el tiempo mismo supiese que algo pasaría pero no sabía si era bueno o malo.

El Reino Hechicero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora