El Reino Hechicero

El cuento de una familia

- ¿Les a gustado hablar con el Rey?

- Para ser sincera.

Detrás de ella se escucharon varios suspiros.

- Sentí mucha presión.

Al escuchar la respuesta de la aventurera el hombre se echó a reír, la cara de las mujeres era una expresión de no te rías por favor, sentía que iba a morir.

- La presencia de su Majestad puede causar eso pero cuando le conoces, tu opinión sobre él puede cambiar. Si soy sincero, me gusta platicar con él.

Momon limpio las lagrimas que salieron a causar de su risa, la cara de las aventuras eran sumamente graciosas.

- Veo que tu opinión de él es muy respetuosa.

Momon asintió.

- Al principio no creía en su palabra, digo... se nos enseña que las criaturas no humanas son temibles y crueles, pero cada vez que lo veía y cruzaba palabras con él me diga cuenta que se preocupaba por todo y por todos sin importar su raza, ¡además! Al conocerlo más y más, es alguien que se preocupa incluso por la naturaleza.

Cada vez que escuchaba más a Momon y en su experiencia pasada, se convencían a sí mismas de que esa imagen del Rey era real.

Lakyus, Gagaran, Tia y Tina prestaban mucha atención.

- No solo lo digo yo, muchas personas de aquí se han dado cuenta que su Majestad no es malvado, aunque aún no lo conocemos por completo.

- ¿Algunas vez lo has visto enojado?

Pregunto la mujer musculosa, Momon negó con la cabeza.

- Solo lo e visto preocupado. Siendo un Rey de una nación recién fundada su preocupación fue "¿Que rumbo debía tomar el Reino?", si bien no es como que las naciones aledañas quieran comercializar con un reino donde gobierna un No-Muerto.

- Pero a hecho tratados con Baharuth, el Reino Enano y el Reino Santo.

Lakyus dijo.

- Si, no estás equivocada aunque al Reino Santo es más una "ayuda" que comercio.

Los cinco guardaron silencio por un momento, la cafetería estaba medio vacía y podían hablar cómodamente.

- ¿Por cierto?

Apenas Momon se daba cuenta de algo.

- ¿Dónde está Evileye?

La pequeña Maga no había llegado con ellas, lo cual era extraño.

- Esta en el hotel, creo que no se siente bien.

Respondió la líder.

Y era verdad, Evileye aunque no dormía se sentía exhausto no físicamente sino mentalmente, los últimos días que había estado aquí se había dado cuenta que su amorío con el aventurero de la oscuridad no llegaría a algún lado, la forma en la que Nabe y él se trataban iba más allá de un "Maestro y aprendiz", ella no era tonta y menos ciega. Ver el como ambos se sonreía o tenían esos leves roces, le hacían sentir a la maga en una tercera en discordia.

Tal vez tenían razón los bardos en eso de "el amor duele" y más cuando no era correspondido, además por si fuera poco se veía que Momon era feliz en este lugar bajo la bandera de Ainz Ooal Gown.

La pequeña Maga se removió en la cama, la luz no penetraba en la habitación a causa de las gruesas cortinas que se entrometia entre la aventura y el radiante sol, echada boca arriba solo miraba el techo de la habitación.