-Tengo que ir al baño- dice Ana por tercera vez, ya cansada de decirlo y de esperar.
-¡Está bien! Te voy a acompañar,- contesta por fin Alberto. –A ver, levántate con cuidado e intenta no despertar a tus hermanos. Cuidado no te vayas a caer.
Al volver del baño, Ana y su padre se encuentran la puerta del compartimento abierta y a Marcus solo, llorando.
-He oído que os ibais y he decidido ir a comer algo. Cuando he vuelto, Marta no estaba.- dice Marcus con la voz temblorosa y secándose las lágrimas.
Ana, al oír eso, se tapa la cara con las manos y se pone de cara a la pared.
-Chicos, tranquilos, seguro que ha ido a explorar el tren. Marta ya es una chica mayor. Seguro que no le ha pasado nada.- les dice su padre intentando consolarlos.
-Cuando mamá murió, también fue en un tren- Se lamenta Ana poniéndose a llorar.
Marcus deja de llorar al instante y alza la mirada hacia su padre, que también le está mirando. Va directo hacia su hermana pequeña y la abraza.
–Cariño, todo va a salir bien.- le dice acariciándole el pelo.
-Marcus y Ana, vosotros iréis hacia el vagón de cabeza en busca de Marta. Yo iré por el otro lado. Nos encontramos aquí en media hora.
Al decir eso, salen los tres del compartimiento y cierran la puerta.
Alberto empieza la búsqueda muy rápidamente. Hay una biblioteca, donde se encuentra gente leyendo o durmiendo. El tren también tiene bar que, a esa hora es ruidoso y lleno de gente. Entra por si está Marta entre la multitud, pero nada, y sigue buscando con todas las esperanzas de encontrar a su hija.
Marcus y Ana caminan sin hablar, como si no se conocieran, mirando lo que hay detrás de cada puerta. Hasta que llegan a los servicios.
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La Familia Syroch
غموض / إثارةA veces, la vida tiene que cambiar, por mucho que sea magnífica y fácil. Tienes que dejar tu pasado tan perfecto y entrar en la vida real. Esta, mis queridos lectores, es la historia de la familia Syroch.
