Ya en mi cuarto estoy más tranquilo. De verdad que lo estoy, pero es que no me entienden.¡Nadie me entiende!
Y lo peor, ¡no me dejan en paz!
Cojo los AirPods y pongo mí playlist. Me estiro en la cama.
TOC TOC TOC
-Peter, soy yo. ¿Puedo entrar?- pregunta la tía Sara, picando antes a la puerta.
-No- le doy una respuesta corta y sencilla.
- Por favor, Peter. Solo será un segundo.
La tía Sara era la última persona que quería ver, pero por un momento quise saber qué quería decirme.
-Vale, pasa. Tienes dos minutos.
No le iba a dar más tiempo. Aún tenía suerte de que la estuviera dejando entrar.
-Gracias- dice la tía Sara entrando en la habitación.
- Bueno, ¿qué quieres?
-Emmm, bueno, quería saber cómo estabas.
-Estoy bien- respondo yo.
-Pues no me lo creo. ¿Antes qué ha pasado?- pregunta interesada.
-Nada
-¿Cómo que nada?- me interroga ella.
- No importa.
-Si que importa. A mí me importa.
-Pues me da igual lo que te importe.
La tía Sara era una mujer muy testaruda. Cuando quería algo lo conseguía, y luchaba por ello hasta el final.
Pero yo no iba a dejar que me descifrara. A mí nadie me descifra.
La tía Sara me miraba con cara atónita.
Tenía los cabellos rubios sueltos, y los ojos azules me miraban abiertos, con indignación.
-Vamos, Pete. Tú solo dime que te...
Y otra vez.
Si ya de por sí estaba cabreado por lo de antes, imaginaros como lo estaba ahora.
-¡Cállate! ¡Cállate de una puta vez!
-Oye, no me gusta que me grites, ¿lo entiendes?
-¡Ni a mí que me llames Pete!
Joder, ya lo había soltado.
-Oh, así que es por eso. ¿Por qué no quieres que te llame así? A mí me parece un nombre muy bonito.
Joder...qué ingenua, de verdad. No podía mirarla, ahora mismo no. Esque no se daba cuenta de lo que me pasaba.
-¡Pues a mí no, ¿vale? Vete de mi habitación.
-¿Por qué? Si no hemos terminado de...
-Si, sí que hemos terminado de hablar. Y también han pasado los dos minutos. Así que ya puedes irte.
-Pero Peter, yo...
-Tú nada. Largo de aquí- digo alzando la voz.
-¿Qué está pasando aquí? - pregunta el tío Josh, adentrándose en la habitación.
-¿Pues tú qué crees que está pasando? Pues que una ballena está pariendo- digo sarcástico- ¿qué crees que va a estar pasando?
-Oye, deja ya de gritar- dice él en su lugar.
-Dejadme vosotros en paz- lo cuestiono yo.
-No, nosotros no dejamos nada en paz.
-Está bien, haced lo que os salga de los huevos. Pero yo me largo de aquí- digo saliendo por la puerta.
-No, tú no vas a ningún sitio.
Mientras él continuaba hablando, me fijé una vez más en la tía Sara. Estaba muy callada.
Era raro que no le estuviera diciendo nada al tío Josh.
Ahora que me fijaba, estaba un poco pálida.
Bueno, no sería nada.Mientras me iba, escuché al tío Josh llamarme otra vez, pero yo ya había salido corriendo. Sin parar.
Mientras corría, pensaba en todo lo que había pasado ahí dentro.
Estaba muy cabreado, más de lo que había estado en toda mi vida.
Llevaba ya cinco minutos corriendo cuando me choco contra algo. No sé que era, pero me daba igual, así que sigo corriendo.
Aún con toda la ira que llevaba dentro, consigo escuchar algo.
-¡Oye!
Pero me daba igual. No me iba a dar la vuelta.
Cuando sigo y no escucho nada más pienso que habían sido imaginaciones mías, o que el tío Josh me había seguido. Capaz era él de hacerlo.
Pero cuando vuelvo a escucharlo se me resuelve la duda.
Alguien me estaba gritando.
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Deseos compartidos
Teen FictionDos personas diferentes, pero a la vez iguales Comparten un mismo deseo: tener familia... Están destinados a encontrarse, aunque no de una forma muy normal. ¿Creéis que serán capaces de llegar a obtener la felicidad? ¿Y de enamorarse?