6. Peter

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Me ha pegado.

Sí, me ha dado una hostia.

Este soy yo intentando asimilar lo que acababa de pasar.

Esa tía me ha dado una hostia!

Sé que me estoy repitiendo, pero es que no me lo esperaba para nada.

Me giro y me voy. ¡Esta tía de que iba!
Después de este, llamémoslo malentendido, me voy para casa de un amigo que vive por ahí cerca.

Pico a la puerta y aparece Kol, mi mejor amigo des de que éramos pequeños.

- ¡Qué pasa hermano! Corre, entra. Tenemos compañía.

Kol vive en un barrio de ricos, en el que solo ves mansiones y áticos enormes.
Sus padres tienen mucho dinero y siempre le han dado todo lo que ha querido.

Que si un coche, que si un apartamento en los Angeles...
¿Poquita cosa, verdad?

Él siempre lo ha tenido todo.
Al contrario que yo...Aunque yo tuve MÍ todo

Cuando entro, me encuentro con cinco personas más en el salón. Bueno, más que un salón es una sala grande con un billar, un futbolín, una tele enorme y un sofá más grande aún. Era enorme.

En él hay dos chicos, los dos rubios con ojos azules, sentados cada uno con una chica encima de ellos bebiendo.
Y las chicas en ropa interior, claro.
Sino, no serían amigos de Kol.

La quinta persona que había mencionado antes es Allison.
¿Quién es Allison?
Mi exnovia.

Nosotros lo dejamos ya hace tiempo. Fue una ruptura sana, ya que nos seguimos viendo a menudo, aunque es más amiga de Kol que mía.

-¿Que tal Peter Pan? ¿Cómo va todo?

Nunca se cansa de llamarme así, mira que se lo digo cada vez que nos vemos.

Miro a Allison y puedo comprobar que está borracha.

No tiene buena relación con nadie de su familia, sus padres la echaron de casa y su hermano mayor está en la cárcel.

- No me llames así- le ordeno yo- ¿y tú?....¿qué haces borracha?

- Pasar el rato, Peter Pan. Aunque mejor voy al baño o sino me meo aquí de todo el líquido que he bebido.

Y se levanta de la silla en la que estaba sentada y se va hacia el baño.

Yo creía que Allison ya estaba bien. Hace tiempo, cuando supo que su hermano iba a ir a la cárcel, cayó en un círculo vicioso, pero creía que ya había salido de allí.

- Oye Kol, ¿Qué le pasa a Allison?

- ¿No te has enterado?- me responde él sorprendido, yo niego con la cabeza- hace dos días recibió una llamada de un número desconocido diciéndole que si no le daba 100 mil euros iba a matar a sus padres- mientras, yo voy procesando toda esta información. Yo estaba alucinando- ella, claro, no tiene ese dinero- dice agachando la cabeza.

- ¿Pero se lo puedes prestar tú, no?- le pregunto a Kol.

- Sí, claro que puedo. Pero la cosa es que ella no quiere- en cuánto dice eso me quedo con la boca abierta, extrañado- me dijo que no iba a aceptar nada de nadie. Yo no lo entiendo, pero...- lo corto.

- Yo la haré entrar en razón- digo muy seguro.

Salgo de allí y voy dirección a las escaleras. Cuando llego arriba, puedo ver a Allison en el suelo del lavabo llorando.
Me acerco a ella y le tiendo l mano para que se levante.

- Venga, Allison. No llores. Tienes que ser fuerte.

- No, yo no soy fuerte- dice sorbiendo.

- Claro que sí. Yo lo sé. Venga, va- digo abrazándola.

- ¿Podrías ayudarme a demostrármelo a mí misma?- me ruega ella.

- ¿Cómo?- le pregunto entre confundido y complicado.

- Fóllame- me suelta ella mirándome a los ojos.

- No puedo, Allison- le digo en tono calmado.

- ¿No puedes?- me pregunta

- A ver, si puedo. Pero no quiero- le contesto yo.

- ¿No quieres? Venga ya. Claro que sí.

- No, no quiero- le digo seriamente.

- ¿No?- me pregunta furiosa.

La verdad es que daba hasta un poco de miedo.

- No. Bueno, me voy, ¿vale?- le digo intentando salir del lavabo.

Pero no lo consigo porque Allison me empuja contra la pared impidiéndome el paso. Deja su cara a centímetros de la mía y entonces, me dice:
- ¿No quieres? Pues tú lo has querido.

Me da una patada en los huevos y se va, dejándome solo en el lavabo.

Ella misma, si no quería ayuda, pues esto es lo que tendría. Nada.

En ese momento me viene a la cabeza como aquella chica de la calle me había dado una hostia.

Allison me había dado en las pelotas, pero en cualquier caso, nada superaba a aquella chica de la calle.

¿Quién sería ella?

Deseos compartidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora