"Todo Por Un Acuerdo".

Cap 15.

Capítulo #15

Me quedé un rato echando relajo con MinHwa y los chicos que participaban en las carreras, cuando ya pasaba de las 12 de la noche me despedí de los chicos.

Iba manejando a una velocidad más o menos alta cuándo de repente un auto salió no sé, ¿de donde? y terminé estampándome sobre él, salí volando por los aires y fui a caer sobre el pavimento.

La persona que iba dentro del auto bajo la ventanilla del chófer y era el maldito de Chang quien tenía una sonrisa en sus labios.

—Deberías aprender a conducir motocicletas, mira como terminaste por venir distraído. —Me dijo con burla.

—¡Chingas tu madre cabrón! —Le mostré mi dedito de enmedio.

El cabrón arrancó, me levanté con dificultad porque había terminado con las rodillas lastimadas, la espalda, uno de mis hombros y a pesar de que traía el casco, sangraba de un lado de la frente y de la boca porque se había roto el frente del casco.

Me levanté con dificultad y me quité lo que quedó del casco, lo bueno que un pedazo del plástico no se me clavó en la cabeza o en uno de mis ojos, me miré y mi pantalón estaba roto de las rodillas, la chamarra también estaba rota de una de las mangas.

La moto cayó a unos cuantos metros de mi, como pude llegué hasta ella, la levanté, estaba igual o peor que yo, intenté encenderla pero no pude.

—¡Maldita sea!. —Dije ya frustrado de tantos intentos que había hecho para hacerla arrancar y para mi mala suerte nadie pasaba para ayudarme. —¡Pero me las pagarás maldito Chang!.

Saqué la herramienta que traía en el compartimiento de la moto y la empecé ajustar iluminando con la linterna de mi celular, cuando me di cuenta ya tenía ahí dos horas y los golpes se empezaban a sentir cada vez más, porque me dolía hasta el pensamiento.

Cuando por fin pude hacerla arrancar decidí irme a casa porque mi apartamento estaba más lejos y no sabía si la moto llegaría en esas condiciones.

Cuando llegué a mi casa había autos y personas por todos lados, al parecer mi hermano aprovechó que nuestro padre se encontraba de viaje para hacer una fiesta, al estacionarme los qué se encontraban afuera de la casa se me quedaban mirando por mi condición moribunda y de mi moto.

Me dolía todo y más una de mis rodillas que fue la que más lastimada estaba, los nudillos de mis manos los traía ensangrentados y la camiseta la traía llena de mi propia sangre, no podía ni bajarme de la moto sin lastimarme, cuando por fin pude bajar caminé hasta mi casa bajo la mirada de todos.

Apenas puse un pie dentro y me di cuenta que había más personas que las que había afuera, me agarré del marcó de la puerta para descansar mi pierna.

—¿Saeng, que te pasó?. —Me preguntó HyonKo, apenas me miró.

Siwon, estaba sentado en uno de los sillones de la sala con una cerveza en su mano y al verme se levantó de inmediato y caminó hacia mi pero me importó un carajo el dolor que sentía y me dirigí hacía la escalera, empecé a subir los escalones con dificultad.

—Déjame ayudarte. —Dijo HyonKo, colocando una de sus manos en mi cintura. —¿De seguro regresaste a esas malditas carreras verdad? un día te vas a terminar matando.

—No me caí en las carreras, fue de regreso.

Mi hermano me llevó hasta mi habitación y me ayudó a sentarme en la orilla de mi cama.

—Deja voy por la caja de primeros auxilios. —Dijo saliendo de la habitación.

Dejé caer con cuidado mi espalda sobre la cama y pasé una de mis manos sobre mi cabeza, a los pocos minutos la puerta de mi habitación se volvió abrir y escuché que recorrieron la silla que estaba aun lado del tocador.

—Regresa a la fiesta con tus amigos HyonKo, yo me curó las heridas después de darme una ducha. —Dije sin quitar mi mano de la cara.

—¡No soy HyonKo!. —Escuché decir a Siwon.

—¡Tú que carajo haces aquí! —Aaaayy ...
—dije tratando de levantarme pero me dolía todo que no pude.

—¡Cuidado Saeng!. —Me dijo sentándose aun lado de mi. —Déjame ayudarte.

—¡Suéltame no me toques!. —Le dije cuando sentí sus manos sobre mi. —¡Yo puedo hacerlo solo!.

Con dificultad me levanté como pude, Siwon, sólo me miraba con esos hermoso ojos azules que tenía.

—Yo solo quiero ayudarte. —Me dijo con una voz quebrada.

—La mejor manera de ayudarme es manteniéndote lejos de mi. —Dije con esa rabia que sentía hacia él pero también sentí como si mi corazón se me quisiera salir del pecho.

Hacía 5 años que no lo había visto, seguía estando igual de guapo, pero ahora era más alto, su cuerpo estaba más fornido y ya no tenía ese brillo en sus ojos que tenía cuándo éramos novios.Y todavía lograba ponerme nervioso.

-No me pienso alejar de ti Saeng, aunque tú no me quieras cerca yo voy a insistir hasta recuperarte, hasta recuperar tu amor porque por más barrera que pongas se que aún me quieres.

Me puse de pie y me empecé a reír pero sin verlo a la cara.

-No digas tonterías Siwon, yo ya no te quiero, lo único que siento por ti es odio y desprecio, así que sal de mi habitación y de mi vida.

Entré al baño y me encerré por dentro y como un tonto empece a llorar, él tenía razón, yo aún lo quería pero me dolía lo que me hizo.

Me seque las lágrimas y me empecé a quitar la ropa con cuidado, me metí debajo de la regadera, después sali con una toalla en mi cintura, Siwon, seguía en mi habitación, estaba sentado en la orilla de mi cama con sus brazos en sus piernas y sus dedos entrelazados mirando el piso.

No le dije nada y me acerqué al closet para sacar mi pijama , por el rabillo de mi ojo mire que se secó unas lagrimas.

Se me partió el corazón, Siwon, estaba llorando, nunca lo había visto llorar, regresé al baño para ponerme la pijama, después me senté del otro lado de la cama y agarré la caja de primeros auxilios.

Me empecé a curar las heridas de mis rodillas y la de mis nudillos, Siwon, se levantó de la cama pensé que se había dado por vencido y se iría pero hizo todo lo contrario, se sentó en la silla frente a mi y agarró un gel para cicatrización y me lo coloco sobre la rodilla que traía lastimada. Después se sentó a mi lado y me colocó gel en la herida de mi espalda y de mi hombro derecho.

Yo ni siquiera lo veía pero sentía la mirada de él sobre mi.