Cap 23.

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Capítulo #23

Saeng y mi hermana Estefanía se llevaban bien cuando era mi novio, quería recuperarlo, quería de regresó a mi bonito.

—¿No crees que es mejor que te olvides de el? Me dijo mi hermana cuando le dije que miré a Saeng, besándose con ese tal Hyun.

—¿Olvidarme de el?  No puedo, sí en estos cinco años lo único que he querido hacer es recuperar su amor, su confianza, su perdón, lo amo Estefanía, y me dolió verlo con ese tipo, me dolió ver como él lo miraba y como Saeng, sonreía y se veía feliz con él.

Mi hermana me escuchó, ella siempre me lo decía, muchas veces me dijo que no siguiera con esa estúpida venganza porque me iba a arrepentir y tenía razón... porque hoy me arrepiento.

—Gracias por escucharme. Me puse de pie —Tengo que irme porqué mañana tengo que ir a conocer las instalaciones de la empresa con la que estamos haciendo negocio y no quiero estarme durmiendo y después me voy a reunir con los dueños y socios en un restaurante.

—¡Te vas con cuidado hermanito! Se que te dije que te olvides de Saeng, pero no me gusta verte triste, así que lucha por él Siwon; Saeng, un día te amo y quizás aún sienta algo de amor por ti, pero ahora has las cosas bien.

—¡Lo haré! Me despides de mamá.

De regresó a casa iba pensando en Saeng, se que él me quiere, lo pude sentir cuando lo besé, pero también siente algo por ese tipo.

Cuando llegué a mi nuevo hogar me quedé estacionado afuera de la casa y mirando hacia la casa de Saeng, la ventana de la habitación estaba abierta aún, tiene la costumbre de dejarla abierta.

Bajé de mi auto y subí a la habitación de el por la ventana, no se encontraba durmiendo en su cama pero se escuchaba la regadera abierta, eso significaba que se encontraba duchando.

Me senté en la orilla de la cama para esperarlo, teníamos una plática pendiente y no me pensaba ir hasta no hablar con el, aunque yo moría de ganas de hacerle el amor antes.

Saeng, salió del baño solo secando su cabello con una toalla mientras su cuerpo estaba completamente desnudo, me quedé paralizado al verlo desnudo.

—¡¡Qué haces aqui Siwon!!. —Gritó Saeng, cuándo me miró —¡¡¿Cómo entraste a mi habitación?!!

Se tapó con la toalla que secaba su cabello.

—Tememos una conversación pendiente y entré por la ventana, todavía tienes la costumbre de no cerrarla. —Respondí sin dejar de verlo.

Saeng, se empezó a poner su pijama sin quitarse la toalla.

—No tenemos nada de que hablar, así que vete.

—No me pienso ir Saeng, si es posible me voy a quedar aquí.

—Haz lo que quieras, yo no tengo nada que hablar contigo.

Saeng, se metió debajo de las sábanas de su cama y apagó la luz, si no quería hablar conmigo entonces me quedaría a dormir ahí.

Me quite mis zapatos, mi camisa y pantalón, dejándome únicamente el boxer y me acosté del otro lado de la cama.

—¡¡¿Qué crees que haces?!! Me preguntó Saeng, sentándose.

—Me acomodó para dormir.

—¿Y porqué no te vas a dormir a tu casa?.

—¡Porqué aqui esta la persona que amo! —Me senté también igual que él.  Te amo Saeng, y no voy a dejar de decírtelo y aunque tu digas que ya no sientes nada por mí yo se que me amas.

—¡Estas loco!. —Dijo y se acostó dándome la espalda.

—¡Sé que aún me amas mi amor! —Le susurré a su oído mientras le besaba el cuello.

—¡Por favor Siwon!. —Sentí como su piel se erizo a mi contacto.

—¿Por favor qué Saeng?. —Le susurré mientras lo acomodé para que estuviera frente a mí. —¡Muero de ganas de hacerte el amor!.

Saeng, intentó aventarme pero yo no lo dejé, le agarré sus manos y se las coloque sobre la almohada y me subí arriba de él, con cuidado para no lastimarlo porque aún le dolían las heridas que se hizo al caer de la motocicleta.

—¡Suéltame!...

—¡No lo haré!...

Lo miré a los ojos y el me miraba también, bese sus labios con delicadeza hasta que el, profundizó el besó... lo sentía temblar, le solté sus manos para poderla acariciar.

—¡Espera!. —Dijo haciendo gestos de dolor.

—¡Lo siento amor!. —Mi respiración estaba agitada igual que la de él.

—No me siento bien y prefiero dormir, me duele todo el cuerpo aparte de que mañana tengo examen en la Universidad y tengo que levantarme temprano..

—¡Ok... —Dije, moría de ganas de hacerle el amor pero estaba consciente de su condición así que no lo presionaria era lo mejor, quería ganarme su amor y su confianza nuevamente y no insistí.

Me recosté a su lado y lo abracé, no tardo en dormirse mientras yo sólo pensaba en que no seria fácil recuperarlo.

Saeng, tenía una relación con ese tal Hyun, y sabía que él,  como Saeng, sentían algo el uno por el otro. Me di cuenta por la manera en que él lo miraba y él lucía feliz .

Pero Saeng, también seguía sintiendo algo por mí, aunque lo negara, lo podía sentir cada que estaba cerca de el y por lo nervioso que se ponía cada que lo besaba.

—¡Tú eres mío! —Susurré mientras apreciaba su belleza.

Al día siguiente cuando desperté él ya no estaba dormido a mi lado pero aún seguia en la habitación, se encontraba alistándose para ir a la Universidad.

Se encontraba frente al tocador, no se había dado cuenta de que ya estaba despierto, me le quedé mirando, se había puesto una bernuda ajustada con una camisa de cuadros y tenis.

Una de sus rodillas la traía lastimada quizás por eso eligió usar bermuda para no lastimar su rodilla, cuando terminó de arreglarse agarró sus cosas para irse.

—¡Buenos días!. —Dije para llamar su atencion. Se giró para verme.

—¡Buenos días!. —Respondió.

—¿Quieres que te lleve a la Universidad?.

—Gracias pero no, MinHwa, vendrá por mí. —Se escuchó el classon de un auto. —De hecho ya llegó, tengo que irme.

Me levanté de la cama y me acerqué a él, lo abracé por la espalda porque se encontraba metiendo unos libros en su mochila.

—Podemos vernos más tarde para comer. —Propuse.

—¡No!.Tengo un compromiso y por favor Siwon, no insistas.

Intentó alejarse de mi pero antes de que lo hiciera lo besé.

—Esperó verte mas tarde mi amor. —Le dije.

Saeng, solo negó con su cabeza y salió de la habitación, me acerqué a la ventana y miré que subió al auto de su amigo MinHwa, y se fue con él.

—¡No dejaré de insistir!. —Me dije a mi mismo.

"Todo Por Un Acuerdo".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora