Capítulo: 15

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Tenemos que involucrar a Júpiter en todo esto... 

Presente

Jesús

Exhalo con lentitud y dejo el teléfono a un lado, parpadeo un par de veces y no logro centrarme en nada a mi alrededor. Siento un leve mareo y sacudo mi cabeza orientándome un poco. 

No soy ajeno a la muerte, tampoco es algo que no escuchemos por acá con frecuencia; por mi trabajo es lamentable las situaciones que implican muertes por suicidios, también alarmante la cantidad de casos que se dan, sin embargo, no es una noticia que esperes escuchar como si del clima se tratase.

Nadie está preparado para una noticia así la digas de la forma en que la digas, punto.

El suicidio es algo grave, algo delicado y algo aterrador. Tratar este tipo de casos siempre es ir por un campo minado, porque cuando una persona tiene esa idea en su cabeza es bastante difícil convencerlos de no hacerlo, es difícil sacar esa idea de su cabeza. 

Es difícil en muchos niveles porque puedes decirles una y otra vez que hay otra salida, que luego saldrá el sol, que todo saldrá bien, que puede lograrlo; es difícil porque en su estado depresivo, no logran ver eso y no tienen esperanza. Sin embargo es mi deber decirles: ¡Hey, no tienes que ir por ese camino! Siempre hay más salidas de las que puedes imaginar, nada dura para siempre, ni siquiera el mal clima.

Si tu como persona conoces a alguien que tiene alguna clase de pensamientos de ese tipo o se menosprecia a sí mismo o cree que nadie lo quiere, dile lo contrario celebra los buenos momentos, las pequeñas victorias... enséñale que aún hay cosas buenas en el mundo, que hay personas que lo quiere y no pueden ver una vida sin él o ella. 

Si todos ponemos un poco de nuestro apoyo estoy completamente seguro que podríamos evitar tanto dolor a muchas madres, padres, hijos, hermanos y amigos. Mi podría hermana tomo ese camino y no fue por que no se sintiera amada, fue para salvarnos y salvar a tantas personas y aun así no deja de doler escuchar esto.

Tratar con casos de suicidio siempre fue duro y aunque logre ayudar a muchos, algunos no vieron la luz al final del túnel y llevar con eso no me preparo para oír esto. No me preparo para se quien reciba la noticia, Javier puede que no estuviera en mi vida o la de Andrea, pero era familia y no puedo negar que tengo un dolor en el pecho cuando subo al auto casi en automático siendo guiado por Lean.

- Llama a Andrés y dile que nos vea allá –pido cuando vuelvo a ser consciente de todo a mi alrededor.

- ¿Para qué? –duda Lean sacando su teléfono.

- Tengo una mala corazonada- no me cuestiona más, eso es suficiente. Lean y yo entablamos una clase de conexión que va más allá de palabras, somos capaces de leer los gestos del otro con extrema facilidad. Aun cuando yo no hubiera estudiado ni psicología, ni psiquiatría, sabría leer a Leandro como si de un libro fuese y sé que él puede hacer lo mismo conmigo.

¿Dónde estás? –duda y noto que el teléfono esta en alta voz cuando enciende el auto.

- En la comisaria, ¿Qué pasa? -escucho como se pone alerta de inmediato.

- Javier –dice y me da una mirada haciendo cambios en la palanca- llamaron a Jesús, dicen que murió.

- De acuerdo, ¿Qué necesita de mí? -se escucha como comienza a moverse.

- Que vayas a Avambo lo antes posible –respondo por Lean mientras salimos por la calle- tengo una mala corazonada.

- Los veo en quince –dice y cuelga. Creo que todos creamos esa conexión y eso lo deja claro ya que sin decir más o dar detalles, Andrés sepa que algo malo esta pasando.

Está aquí - [Obscurial #02]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora