Capítulo: 11

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Medidas desesperadas...

8 años antes.

21 de diciembre de 2020

Andrea

- Prometisteno romperme el corazón a pesar de no sentir lo mismo, prometiste estar siempre –murmurane intento decir algo solo que termina siendo un balbuceo sin sentido- Andypelea por favor, porque si te pierdo esa promesa estará rota y me romperás el corazón–entiendo eso pero duele.

Siento el dolor aumentar y cansancio en todo mi cuerpo me hace gruñir, eso me dice que es el final. Los escucho a todos a mi alrededor más no proceso lo que intentan decirme, los siento y quisiera verlos, sin embargo, no puedo. 

Tampoco logro comprender que intentan decirme, su desesperación es grande y sus emociones aún más. Todas las sensaciones me marean y me embriagan haciendo que todo duela más.

Puedo sentir como mi cuerpo es movido y agitado, pero no soy capaz de hacer algo al respecto; no soy capaz de moverme, ni siquiera de abrir los ojos. Quiero gritar que se detengan, que solo me dejen ir porque no puedo soportarlo pero nada sale de mis labios. 

Hay un punto en que el dolor en mi cuerpo aumenta aún más y no soy lo suficiente fuerte como para soportarlo; me dejo llevar por la oscuridad lo que parecen ser unos segundos hasta que algo cambia.

Sé que la alineación acabo hace mucho, sé que desde hace bastante el cansancio gano, pero ahora todo es diferente y todo duele más, mucho más... tengo ganas de llorar porque el dolor físico es fuerte, pero el emocional es aún peor... esta vez sí lo perdí todo.

Mí alrededor se siente diferente y eso me desconcierta bastante. Un golpe de frío golpea mi cuerpo haciéndome estremecer y aunque quiero abrir los ojos no lo logro.

No entiendo que está pasando y estoy desesperándome.

El ambiente ahora es de un frio escalofriante, es tenso y oscuro. Estoy recostada en lo que reconozco es una superficie cómoda, una cama quizás, pero ya no siento a mis amigos o a Jesús. No siento a mi familia y eso me preocupa.

Aun estando inconsciente sé que eso no debería suceder. Intento abrir mis ojos, pero es imposible, por más que lo trate no puedo.

Siento un toque delicado en mi rostro y contra todo pronostico me relajo; Estoy tan cansada que no pienso más las cosas, desconecto mi cerebro un poco y con lentas caricias me permito tener un poco de paz dejándome llevar por la oscuridad.

Damián

- ¿Enserio lo hiciste? -duda Darius dando pasos hasta mi y suspiro.

- No tenía elección -dejo claro y bufa.

- Si te gusta engañarte sigue diciéndote eso, pero a mí no me mientas -su semblante es serio y me deja claro que no está jugando y que lo que piensa es verdad. Gruño con fastidio.

- ¿Cómo es posible, Darius? ¿Cómo? -dudo al fin y lo veo porque él sabe de qué hablo- ¿Cómo carajos sucedió eso? ¿Cómo? -repito frustrado y suspira negando.

- Ella no es como todos los mortales y lo sabes. Sí, tiene su lado oscuro y eso es lo que te llama, es lo que te atrajo en un principio... pero sus dones, la oscuridad que la rodea más allá de lo básico que se logra ver y su manera de asesinar sin problemas es lo que te hizo caer -se encoje de hombros- No te sientas mal incluso a mí su lado oscuro llego a atraerme –declara y eso no me gusta- No es mortal, tampoco es de obscurial, es única.

- ¿Te gusta? –pregunto de inmediato y ríe divertido ante el tono helado de mi voz.

- Dije que me atraía, pero si quieres que responda a eso, no. No me gusta, no es mortal, pero tampoco es tan especial como para que me derrita ante ella como tú -suelta con rudeza y niego.

Está aquí - [Obscurial #02]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora