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Mientras escuchaba a sus padres pelear, se ocultaba bajo las cobijas de su cama mientras los insultos se incrementan.

Al destaparse vió que la habitación no era la suya, asustado se cubrió todo su diminuto ser con las gruesas telas. Y un jalón lo exaltó siendo descubierto. Era la silueta de el hombre mayor; con una sonrisa plasmada en su asqueroso rostro, sus manos se posaron en la cintura de KunHang, de un momento a otro sus prendas desaparecieron. Intento cubrirse pero un golpe de estrelló contra su mejilla, y otro en sus glúteos. Algo caliente frotaba su entrada, hasta que sintió que esa cosa de introducía en él. Un dolor punzo la parte baja, mientras los movimientos aumentaban, la tortura lo invadía, comenzó a llorar y soltar gritos pidiendo ayuda, suplicó que se detuviera, y el señor no iba hacerlo.

—Despierta! Es una pesadilla. — Yukhei movía a KunHang tratando de despertarlo. Su sueño fue interrumpido por los sollozos del menor, a lo que asustado lo despabilaba.

GuanHeng recuperó el conocimiento, abrazo el gato relleno de algodón y sus lágrimas se derramaban de sus órbitas.

Lucas quitó los edredones de encima, y se levantó del catre; su intención era despertar a Yuqi para que durmiera con ellos, pero el niño lo detuvo, con los ojos suplicó que no lo dejase solo, que tenía miedo de que el dueño de la mansión lo lastimase. Yukhei le explicó, no iba a tardar, así que soltó su brazo.

A partir de la segunda semana, KunHang empezó a tener pesadillas he iban a peor.

Así fue, la chica entendió el problema y abandonó el cuarto de servicio. Se acurrucó entre los menores, y consiguió calmar a Dery con unas caricias.

Después de un mes, los abusos sexuales hacia Hendery se volvían frecuentes, lo que ocasionaba que dejase de comer, sus sueños se convertían delirios, había noches en las que no dormía, ya no quería jugar y mucho menos dejarse abrazar. A menos que sea Yuqi y Yukhei, quienes consideraba su salvación, unos ángeles guardianes.

Fᴏʀ A Bᴇᴛᴛᴇʀ DᴀʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora