F҈I҈V҈E҈

116 23 1
                                    

Era lunes y la joven no soportaba estar lejos de esos niños, todo el fin de semana fue una tortura. Margareth trataba de tranquilizarla durante todo el viaje. Yuqi haría todo lo posible para quedarse los fines de semana, cueste lo que cueste. Y la cocinera no estaba muy de acuerdo a la idea de la muchacha, diciendo que entrometerse en problemas que no deben ser de su incumbencia le afectarían, tomando en cuenta lo sucedido con la anterior mujer que hacía ese labor, pero hizo caso omiso.

El autobús se detuvo justo en la parada, donde la enorme lujosa estaba a unos cuantos pasos.

Esos dos días y tres noches con el hombre mayor, sufriendo el abuso por parte del viejo. Sabiendo que pertenece al gobierno; ocupando el puesto de cenador y que nada se pueda hacer. También el saber su verdadero nombre es Kwang Dohkyun.

A Yukhei le sucedió lo mismo que a  KunHang, pero fue reducido al ser más rebelde y agresivo, todo lo anterior mencionado, fue descargado en el menor, siendo el más afectado. Y sin que Yukhei lo ayudara, ya que él recibe golpes por su intensión de proteger a KunHang.

Hoy no estaría en todo el día y así se la llevaría por toda la semana restante. Los pequeños anhelan que estos días durarán para siempre y no tener que llegar al viernes. Otra vez jugaban con el títere de la repisa, KunHang con el muñeco en forma de gato, eran las 9:00 a.m y no habían desayunado pero no es como si les importará.

Cuando Song se adentra al lugar lo más rápido posible; sube por las escaleras en dirección a la habitación de los chicos y al abrir la, los encuentra jugando sobre una alfombra, ella suelta un suspiro de alivio. Los pequeños se dan cuenta de su presencia y voltean a verla; dejando aún lado los muñecos.

Yukhei solo la observa, mientras que KunHang corre hacia ella y esta gustosamente lo recibe en sus brazos, comienza a soltar lágrimas; mojando las prendas de la mayor.

—¿Ocurrió algo? — la chica pregunta, pero el más chico niega, sabe que tiene miedo de hablar y que puede que esté amenazando si dice alguna cosa, sus especulaciones son ciertas. Tendría que ganarse aún más su confianza, si quiere ayudar con su problema.

—¿Ya desayunaron?— los menores niegan a su pregunta. Coge en uno de sus brazos a Hendery y a Lucas de la mano; llevándolos al comedor de la cocina.

Una vez hecho, los platos llenos de comida frente a los niños apenas son tocados. Yuqi quiere hacerlos comer de una u otra manera, no los dejaría morir de hambre.

—Esos platos siguen llenos.

—No tenemos mucha hambre. 

—Oh vamos, solo la mitad. Si esa comida sigue ahí me pondré triste, ¿ustedes quieren verme triste?

Ambos niegan y por lo menos devoraron la mitad; levantaron sus platos, los dejaron en el lavabo y subieron a la segunda planta a jugar.

Song toma una esponja del recipiente con jabón; comenzando a fregar los platos para después realizar lo mismo con vasos y cubiertos. Al finalizar, los seca y guarda en sus respectivos lugares. Margareth le dice que puede estar con los niños, su patrón no regresaría hasta muy tarde. Y que no se preocupara por la limpieza, ellas se encargarían de aquello.

Fᴏʀ A Bᴇᴛᴛᴇʀ DᴀʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora