El sistema Oculto

Natasja la santa.

En algun lugar de México, caminaba posiblemente el ser más inocente que puedas conocer. Su mirada se caía con cada sonrisa. Cierta sensación de vergüenza llenaba sus mejillas de "algun extraño líquido rosado" según pensaba.

Aunque os cueste mucho creer en Dios tal vez, a este ser extraño no, pues sentía una conexión con la naturaleza y exhaltaba cada mañana "¡Cuan bella es la creación del señor!", mientras obserbava los pájaros en cocoteros danzar. Se bañaba con fervor, su uniforme escolar, y salía a una pequeña escuela cuyo camino cruzaba por la casa de una señora ( no tan vieja esta vez ) llamada Sussy.

¡Dios le bendiga Sussy!

Dios te bendiga, risueña.....

Una figura extraña se aparece cerca de ella y un grito de dolor se escucha 0

Natasja, Naty, amor,¡ despierta!- exhaltó Lilliana al momento en que la remeneaba.

¿Estabas soñando algo?, porque te movías bastante.

Si, pero ya no recuerdo.

-Su mente eliminaba cada rastro de recuerdo del pasado casi de manera automática, se despidió de la risueña y terminó la tarde con un hasta mañana, que se convirtió en un doloroso hasta nunca para Lilliana.

Una incómoda depresión embriagó el alma de la rubia, como un veneno que va creciendo y creciendo por el cuerpo, cierto mar de amargura y soledad que solo el que conoce la desdicha podrá imaginarselo, una soledad que hiere y desgarra cada punto de la conciencia y que roza muy cerca de la demencia.

Pasaban minutos y eran horas, perdía la noción del tiempo y el espacio, todo se escabullía y nada que la haga dormir. Ni las píldoras de farmacia, ni la marihuana, ni las ocaciones donde en algunos momentos se dignaba a orarle a "algún ser supremo que debía estar escuchándola en alguna parte".

Su problema fue, quedarse todo para ella sola, ser responsable de su propia amargura interna, la carcomía.

Ring ring - el celular sonaba.

¿Es usted la señorita Natasja Koroivova?

Sí, dígame en qué puedo ayudarle.

Le hablamos desde el Departamento de Inteligencia Estatal, necesitamos que pase enseguida por nuestra oficina.

¿Ya sabe por qué la muerte de Natalia?

La esperamos a las 9:00AM.

Por fín, noticias, noticias que necesitaba, no tanto para saber ya en este caso, sino que necesitaba algo más en qué preocuparse que en la simple nada.

Durmió esa noche, hizo un listín de posibles hipótesis de qué habrá pasado esa noche, pero al fín estaría cerca de comprobarlo.

Pudo dormir mejor que em varios dias juntos.

Llega al centro, y se encuentra con la misma desgracia de sistema frente de ella. Abre las puertas y una señorita joven con canas la recibe.

¿Usted es Koprivova? La implicada en la muerte de....

¿Si, si, esa misma, donde tengo que pasar?

Suba las escaleras, cuarto nivel a la derecha.

Sube poco a poco las escaleras, hasta llegar a una puerta de madera casi desbaratada, la abre y tres hombres sentados la observan, fruncen el seño y la hacen pasar.

Antes de comenzar, pase por aquí para que me diga si reconoce éste cuerpo.

Mas al fondo en la habitación una puerta con una camilla dentro y una sabana blanca por encima cubriendo un cadaver extraño.

El señor despoja una parte de la sábana y un chillido inunda cada centímetro del piso.

El cuerpo de Joseph sin orejas ni nariz.

Natasja se sienta en el piso para no caerse, un sudor frio la invade y tiembla cada milésima parte de su pobre y ya desquiciada alma.

Alma vagabunda y asquerosa para quien la conociese en este estado.

Os cuento la historia de este espíritu perdido, el alma de una rusa adoptada por padres mexicanos que emigró al purgatorio y desde ahí en una roca relata su triste historia antes de olvidarla por completo. Cuando era una Santa, antes de que su padrastro le introdujera una zanahoria o antes de que su "madre" adoptiva claro, le tuviese envidia por la atención del viejo. Una santa con destino escrito desde que llegó al mundo. El destino de la no voluntad yel dolor producto de la incomprensión y el pecado extinto.

Nadie se salva de lo que hay en esas hojas míseras del ser.

¿LO RECONOCE? Porque tiene marcas suyas señorita - dice otro señor que estaba en la sala.

Tendremos que someterla hasta que se esclaresca el hecho.

Y ahí estaba Natasja, en una cárcel entre barrotes fríos y con una compañera poco amistosa, apenas guiñó un ojo cuando la vió pasar.

¡Que pobre vagabunda la Natasja!

Su amiga degollada y el amor de su vida, la unica persona por la que había sentido amor , muerto, y la incógnita aumentaba , ¿por qué el cadaver no tenía nariz ni orejas?. Las cosas se iban tornando cada vez más confusas y bizarras.