YOU'RE A BLAST - |DabiBaku|

Las velas de truco se queman más

Otra noche de sueños que robaron qué tipo de descanso se necesitaba. Se había despertado del sueño, equilibrándose entre los límites del despertar y una lejana tierra de sueño llena de caos y calma, sin poder llegar nunca a ninguno de los dos. Katsuki se despertó sintiendo que nunca se había ido a la cama. "Ojalá Kiri estuviera aquí para poder dormir" . Las sábanas que estaban permanentemente impregnadas del olor de Eijirou ya no eran suficientes para hacer que su inquietud se sometiera. Casi desesperadamente anhelaba solo unas pocas horas donde pudiera escapar de los recuerdos de todo lo que sucedió recientemente.

Sin moverse de la posición boca abajo con la que se había recostado en la cama, el teléfono de carga fue agarrado de la mesita de noche que estaba al alcance de la mano. Los textos de dos fuentes esperaban en la pantalla iluminada cuando se verificó la hora. 

El primero que vio fue de Eijirou, el apodo que había guardado en todos esos años atrás nunca había cambiado. Debajo había dos textos del número aún sin guardar de Dabi. Lo había conseguido tarde anoche, en algún momento justo después de quedarse dormido. "Genial, a primera hora de la mañana y ya me veo obligado a pensar en ese idiota" .

Primero se abrió el mensaje que en realidad había estado esperando ayer. Dijo que Kirishima había estado tratando de enviarle un mensaje de texto durante horas, pero había llegado una tormenta y había dejado sus teléfonos prácticamente inútiles. Bakugou se sintió realmente contento de no haber terminado yendo al viaje. El resto continuaba describiendo alguna estupidez que había hecho su tío y que aparentemente era divertidísima, quejas de lo frío que hacía y básicamente la charla habitual que se esperaba de Kirishima. El hecho de que todo esto se hiciera en un solo texto ya no era inusual.

Escribió una respuesta, agradeciéndole por los obsequios y preguntando si todavía volverían en un par de días. Sin embargo, si ayer hubiera sido un indicio, podrían pasar horas antes de que Kirishima volviera a llamarlo. Con un suspiro se abrieron los dos textos que esperaban de la otra persona. La primera fue una lista de instrucciones para el cuidado de su oído y su quemadura, junto con una amenaza de que él siguiera estrictamente las órdenes al pie de la letra. Debajo había otro mensaje, enviado poco después del primero: 

-'Es bueno ser duro, pero no seas estúpido al respecto. Necesitas redefinir lo que debilita a alguien'-.

-"¿Qué demonios significa eso?"- Refunfuñó al teléfono. Era demasiado pronto para lidiar con una mierda como mensajes crípticos sobre su abusiva vida familiar. No se molestó en dignificar ninguno de los textos con una respuesta. Sin embargo, ante la mención de sus heridas, sintió curiosidad por ver si su oído imitaba lo que parecía ayer por la mañana, aunque ya no se sentía así. Finalmente saltando de la cama y estirando los músculos que habían pasado demasiadas horas en una posición, se dirigió al baño.

En el espejo, la gasa seguía siendo blanca e impoluta, y parecía que Dabi había sido sincero cuando dijo que no debería volver a abrirse. Dentro de la lista bastante detallada de instrucciones que le habían enviado, le decía que dejara las vendas envueltas alrededor de su brazo y oreja por un tiempo, pero no necesitaba mirar para saber que la quemadura también estaba mejorando. No se había dado cuenta de lo mucho que le había estado molestando hasta que el dolor se fue, su ausencia se regocijó en su piel hasta la punta de sus dedos. Después de todo, parecía que dejar que la enfermera Dabi lo cuidara había sido una buena elección.

~

El resto de su tiempo lo pasó completamente solo. Los pensamientos una vez más se asentaron en lo más cercano que habían llegado a aguas tranquilas que al fin disfrutó, bromeando, saboreando todos los momentos del último día que tendría a solas por un tiempo. Ahora que el débil ataque de autocompasión había terminado básicamente, Katsuki lamentó el hecho de que un día entero de preciosa soledad se había desperdiciado de un humor terrible, parte de eso con Dabi nada menos. "Sin embargo, si no hubieras ido allí, podrías estar aún peor hoy", una voz en su mente lo obligó a admitir.