-Ei, Ali, arriba, ¡que nos vamos!
Alison: ya? Mierda
- Que pasa?
A: que no hice la maleta
Me levanté rápido, abrí el armario de madera, saqué mi ropa, me vestí con el uniforme rojo del internado y metí lo demás en la maleta. Me peine, me lavé los dientes y metí el neceser en la maleta. Ylenia me esperaba.
A: vamos
Ylenia tenía el pelo corto, un poco más largo de los hombros, rubio, ojos azules y pálida.
Laura: dónde estabais? Ya nos servimos. (Laura era mi amiga. Pelo color chocolate con leche y muy rizado. Ojos marrones con bordes verdes)
A: claro, por eso os estabais sentando.
Corrí hacia el montón de bandejas, Ylenia también. La señora que servía nos miró con cara de desesperación pero con una media sonrisa. Nos sirvieron y fuimos al asiento.
L: menos mal que no os ha visto el director del comedor, ¿que os pasó?
A: pues... No tenía hecha la maleta
L: jajaj madre mía Ali, siempre te pasa
Ylenia: joo os echare de menos este verano.
Veo que Laura me mira y me sonríe. Pero no una sonrisa cualquiera, esa sonrisa ocultaba algo. Pero, ¿qué?
A: yo también, os llamaré
Y: sí, y hacemos un grupo con Paula, Sara, Nico y Delia.
A: claro. (Y Laura seguía sonriéndome, le entraba la risa. Yo la miraba extrañada y ella se reía más. Me estaba inquietando, ¿por qué hacía eso?)
Acabamos de comer y nos fuimos a las clases. Nos tutores nos habían dicho que fuéramos allí para darnos una "charla" de despedida.
Profesora: bueno, sentaos. Hoy es el último día de instituto. Después de que os hable vamos a ir al comedor, a la fiesta de despedida. No os hagáis ilusiones, es como todos los años. Estáis en un internado formal. (Y era verdad, era muy estricto) Solo vamos a escuchar a la directora y despedirnos. Asearos y cerrar las maletas. Nos vemos allí en un cuarto de hora. Y Alison (¿Alison? ¿ha dicho mi nombre? ¿qué he hecho?) no llegues tarde. (Noté que me miraban y se oyeron risitas. Yo sonreí)
Y: estás roja
A: suele pasarme
Subí con Laura a nuestra torre [Aclaración: el internado eran cuatro torres, y como tenía forma de cuadrado, una en cada esquina. Dos de las torres estaban ocupadas por chicos y las otras dos por chicas. En el medio había un patio con hierba, una piscina, canchas y un invernadero cubierto. En el edificio estaban el comedor, las clases, el gimnasio, la sala de juegos y televisión, la biblioteca, algunos despachos y algunas salas de estudio] y cada una fue a su habitación. Normalmente las habitaciones son de ocho personas pero a Ylenia y a mi nos tocó una para las dos. Era pequeña y estaba en lo más alto de la torre, como una buhardilla. La ama de llaves (y limpiadora) nos había dicho que era la habitación más vieja, con muebles de madera y camas que chirrían.
Mientras me lavaba los dientes vino Yle.
Y: ayudame a hacer la cama porfa
A: ¿no la hiciste antes?
Y: no, se me olvidó. Oye yo te esperé antes.
A: vale, anda
Hicimos la dichosa cama
A: vamos?
Y: vamos