Capítulo 4: ¿y Lania?

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El tren empezó a parar. Lentamente. Veía a mi madre desde el empañado cristal, saludando. Lo peor es que teníamos que despedirnos. Despedirnos de esas personas con las que pasas diez meses, que te ayudan, que dentro de dos meses podrás volverles a ver para estar diez meses más. Yo las consideraba mi familia. Carlota e Ylenia lloraban. Yo no, no suelo llorar.

Y: Ali, hasta dos meses (me dice abrazándome). Hablaremos, si no te contesto llamadas estaré en una absurda actividad del centro. Gracias por ser como eres.

A: oh Ylenia. Gracias por todo. Vamos a hablar mucho. Hago yo el grupo. Y escucharé a danisú por ti ;)

Y: sí o sí jajaja

Después me despedí de Carlota, ella me abrazó muy fuerte, llorando. Cuando miras a una persona como ella llorando, te dan ganas de llorar. Laura se acercó a mí.

L: hasta pronto Ali

A: (¿hasta pronto? ¿Dos meses es pronto? Yo me limité a abrazarla y sonreirle) hasta pronto Laura.

Salí de ese vagón con mis maletas después de despedirme de algunos amigos más. Corrí hacia mi madre.

A: mamá, te echado mucho de menos (la abracé, y ahora sí, notaba como las lágrimas caían por mis mejillas) y Lania?

Nuria (mi madre): tenemos que hablar. (Su cara más bien mostraba tristeza)

Me empecé a preocupar. ¿Dónde está Lania? ¿Qué le ha pasado? Hicimos el viaje hasta Santa Ponça en coche. En el trayecto le contaba a mi madre cosas del internado, de las notas, de mis amigas... Pero seguía preocupada, y triste. Después de la media hora en coche que se me hizo eterna por fin vi nuestra gigante casa. Entré corriendo esperando que estuviese Lania.

A: Laniaa?! Lania estas aquí?

N: Alison, no está.

A: mamá, dónde está? (Ya estaba empezando a llorar) dímelo!

Mi madre me sonrió, eso me calmó.

N: tranquila Ali, está bien. Ha tenido un accidente, está en el hospital.

A: ¿que ha pasado?

N: al volver del colegio, hace unos cinco días, un borracho la atropelló. Tiene la pierna rota.

A: ¿Y cuándo pensabas decírmelo? Hace cinco días. Mamá es mi hermana.

Subí corriendo a mi habitación. No quería enfadarme con mi madre el primer día, pero es que realmente, estaba enfadada. Después de subir los dos pisos llegué a mi habitación. Sí, mi casa tenía tres pisos. En el piso de abajo estaban la cocina, el salón, un baño y un pequeño almacén. En el segundo piso habían tres habitaciones, dos baños y otro salón, donde estaba la mejor tele. Y en el tercer piso (que era el más pequeño) estaba mi habitación y una pequeña sala que no tenía una función en especial. Yo pasaba el mayor tiempo ahí, que era como una buhardilla, con el techo bajo e inclinado. Me encanta. Hay un montón de libros y una hamaca. Al estar hacia fuera del techo por la ventana se podía salir al tejado. Me gustaba salir cuando hacía sol, para tumbarme en las cálidas tejas y leer algún libro. Amo leer. Mientras estaba en mi habitación mi madre me llamó, algo pasaba.

Escrito sobre otra mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora