𝐼

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El cenizo se levantó como pudo del concreto, algunos escombros caían desde los edificios más altos, alimentando al intenso fuego provocado por la explosión.

Se sentía aturdido, más no se encontraba lastimado, así que rápidamente se levantó y caminó hacia donde lograba divisar personas.

Una vez fuera del área de peligro, y de que los paramédicos comenzaran a tratarlo, fue cuando sus sentidos regresaron en si.

Un ataque.

Pero, ¿Dónde estaba su madre? ¿Y su novio? ¿Porqué estaba solo?

Una vez los médicos terminaron  de atenderlo, corrió a buscar a su familia entre la multitud, había niños, mujeres y hombres aterrados, buscando a sus familias, otros se encontraban malheridos.

Era un caos total.

Katsuki buscaba desesperado entre la gente, su madre y su novio podrían estar en peligro si no los hallaba pronto.

—¡¡Katsuki!!— se detuvo, volteando la cabeza hacia todas direcciones buscando  aquella voz

—¡¡Nei-chan!!— gritó con todas sus fuerzas, con la esperanza de poder divisar al rubio entre toda la multitud

Pasaron segundos eternos antes de que el oji rubí pudiera distinguir la cabellera rubia de su pareja.

Katsuki corrió con todas sus fuerzas hacia Neito, quien lo recibió en sus brazos apenas llegó a él.

—¿Estás bien Kat? ¿N-no te duele nada?— preguntó con nerviosismo mientras recorría con sus manos el torso y los brazos del cenizo buscando alguna herida

—N-No, estoy bien

Monoma suspiró aliviado —Gracias al cielo— dijo abrazando con fuerza a su novio, quien a pesar de estar más calmado estaba temblando

Cuando de repente, algo hizo click en la mente de Bakugo.

—M-Mi mamá...— murmuró, para luego separarse bruscamente del rublo
—¡¿D-DONDE ESTÁ MI MAMÁ!?— gritó angustiado

















La luz del sol alumbraba intensamente la tierra, el cielo se encontraba completamente despejado. Los pájaros cantaban a todo pulmón, era un hermoso día. Más no uno feliz.

El ataúd había terminado de bajar, junto con decenas de rosas blancas, que los familiares lanzaron.

Katsuki se puso en cuclillas, y lanzó una rosa roja en el centro de todas las demás.

—Siempre te gustaron las rojas mamá— dijo con una sonrisa, pero una sonrisa que mostraba dolor, mucho dolor.

Neito ayudó a ponerse de pie al cenizo, quien se abrazó de su cintura mientras comenzaba a llorar nuevamente.
Detrás de ellos, se encontraba Inko Midoriya, Izuku y el bakusquad.

Izuku también lloraba, Mitsuki era como su tía después de todo, pero además de eso, que dolía que quien estuviera a lado de Katsuki para apoyarlo fuera Monoma y no el.

¿Quién diría que un enamoramiento de secundaria podía seguir doliendo tanto tiempo después?

Claro, mal momento para pensar en eso, pero Izuku realmente esperó toda la secundaria a que el cenizo notara sus sentimientos, o al menos pudieran ser amigos nuevamente, así podrían acercarse. Lo cual jamás pasó.
Claro, son amigos ahora, pero Monoma llegó primero, el logró ganarse el corazón del cenizo sin siquiera intentarlo.

Pero ahora, volviendo al presente, el entierro terminó antes de lo que el cenizo pensó, en menos de que se diera cuenta el hoyo ya estaba lleno de tierra, y los familiares y amigos retirándose.

—Kat, la mamá de Midoriya quiere hablarte— dijo sacando al cenizo de su trance, quien se había quedado mirando fijamente la lápida

—¿Hah..? Ah.. si claro, vamos— Monoma tomó la mano de Katsuki y ambos se dirigieron donde la señora Midoriya

—Tía..— dijo al ver a la mujer, quien lo abrazó con fuerza, apenas podía hacerse a la idea que Katsuki ya no tendría más a su madre con el

—Katsuki... lo siento tanto— dijo acariciando la espalda del chico

—Gracias tía— Katsuki le sonrió débilmente, recordaba que a Inko siempre le encantó verlo sonreír, cuando el e Izuku niños solía decir que le encantaba su sonrisa, que podía subirle el ánimo tanto como la de Izuku

—Sabes que si necesitas cualquier cosa puedes llamarme a mi o a Izuku ¿Sí?— el cenizo asintió, para luego sentir el agarre de su novio por su cintura

Monoma tenía una expresión seria, pero casi de inmediato le sonrió a la mujer.

—Muchas gracias señora, yo voy a cuidarlo muy bien no se preocupe— Katskui notó algo extraño en la mirada de su novio, más no le prestó atención

—¿Podemos irnos Nei-chan? Ya no quiero estar aquí— Bakugo se abrazó del rubio, se sentía cansado y abrumado, además de estar sumamente mareado

—Claro, hasta luego señora, Midoriya— Monoma hizo una rápida reverencia ante ellos y se llevó a Katsuki de la mano hacia el auto, donde ya los esperaba el padre del cenizo.


















Monoma tuvo que regresar a casa, ya que al día siguiente debía ir a la U.A, su padre estaba durmiendo, y el había vomitado hasta lo que no comió
Se sentía fatal, náuseas, mareos, ascos, menos mal que no es una mujer porque si no tendría un severo problema.

No comió nada desde la noche anterior, ¿Porqué carajos estaba vomitando?

—Maldita s-sea— dijo cuando las arcadas terminaron

Katsuki bajó la palanquilla del escusado, para luego lavarse la boca.

El cenizo se lanzó a la cama, se tapó hasta la barbilla y cerro los ojos. Quería dormir, dormir y no despertar en todo el día siguiente, además de que dormir le hacia olvidar su estómago ardiendo por falta de alimento.

¿Como fue que sucedió todo esto? En un momento estaba comiendo pretzels con su madre mientras si novio trataba de quitárselos y ahora había regresado del funeral de su madre. ¿Acaso fue un castigo? ¿Fue un castigo del mundo para el que fue un hijo de puta con las personas toda su vida?

Si ese era el caso, entonces debería haber muerto el, no su madre.

—Debería...— susurró quedándose dormido —Haber muerto yo....— cerró los ojos y cayó profundamente dormido

Namji🍒

𝑰𝒇 𝒐𝒏𝒍𝒚.... | | Monobaku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora