Una semana pasó antes de que Katsuki pudiera salir del hospital, afortunadamente su desnutrición había sido leve, bastaba con que comiera dos veces al día para recuperarse.
—Y recuerda comer al menos un plato de arroz en cada comida ¿Entendido?
—Si Nei-chan
—Y llamarme si te sientes mal
—Si Nei-chan
—Y dormir a tus horas
—Neito, no hace falta que me repitas todo lo que me dijo el doctor— Dijo poniendo una mano sobre la boca del rubio, si bien le causaba cierta ternura la preocupación de su pareja, su insistencia era en cierta forma fastidiosa. Sobre todo porque se lo había venido repitiendo desde que salieron del hospital y ya estaban en la entrada de la casa del cenizo.
—Lo siento, pero casi me matas de un infarto la semana pasada, más te vale cuidarte— Katsuki suspiró y miró a los ojos a su pareja, para después acercarse y enredar sus brazos alrededor de su cuello. Monoma lo tomó por la cintura
—Perdón Nei-chan, pero entiendeme, no me sentía con ganas ni de comer— Dijo con una voz relajada, mientras paseaba sus dedos entre los cabellos del rubio
—Lo sé lo entiendo, solo que no vuelva a pasar por favor— Monoma acariciaba suavemente la cintura de Katsuki, caricias así son muy comunes entre ellos, sobre todo cuando alguno de los dos está preocupado o nervioso por algo
—Cálmate rubia, créeme cuando te digo que no va a volver a pasar— Monoma hizo una mueca, Katsuki se rió y depositó un pequeño beso en la nariz del contrario, para después separarse y entrar a la casa
—Muero de hambre, ¿Me das algo?— Mencionó el rubio con una voz coqueta tirándose al sofá
—No me harás cocinar ¿O si? Te recuerdo que el enfermo aquí soy yo— Dijo mientras se paraba frente al sillón, donde Neito se estiraba mientras estaba acostado
—Dios, si que sabes captar mal las indirectas— Dijo con una voz de fastidio, para luego sentarse y jalar al cenizo, haciendo que cayera sobre el en el sillón
—¿Es en serio? Acabo de salir del hospital y tu quieres follar— Dijo con ligero sonrojo mientras trataba de acomodarse sobre Neito
—Oh vamos conejito— Dijo acariciando suavemente la espalda de Katsuki por encima de la ropa —Me has tenido un mes en abstinencia, un mes
—Neito, no tengo que repetirte toda la mierda que he pasado en este mes ¿Verdad?— El oji rubí miró mal a su pareja, este solo hizo un puchero
—Por eso he sido tan comprensivo, no te sentías bien y yo como el magnífico novio que soy estuve a tu lado para apoyarte en todo— Katsuki hizo una mueca
—Pero— Dijo pasando su mano lentamente de la espalda baja al trasero del cenizo —Toda la mierda ya pasó ¿No es así?
—S-supongo— Susurró al sentir las manos del rubio paseándose por su trasero
—Entonces— Monoma acercó su rostro al de Katsuki hasta que sus labios estaban a centímetros de juntarse
—¿No podemos distraernos un poco después de tanto?
—Lo haremos aunque te diga que no ¿Cierto?
Monoma sonrió de lado —Me conoces muy bien conejito
Katsuki sonrió de manera coqueta y terminó de cortar la distancia entre sus rostros, besando con picardía al chico.
Monoma cambió las pociones sentando al chico sobre el para continuar besandolo, pero menos de un minuto se levantó cargando al cenizo.
Aún sin separarse—más que por algunos segundos para recuperar aire— el rubio caminó hacia las escaleras con destino a la habitación.
Ya en la segunda planta, el rubio de separó para poder ver la perilla de la puerta, lo cual a Katsuki no le gustó, volviéndolo a besar en varias ocasiones.
—Hey~ al menos deja que entremos a tu cuarto, a menos que quieras que te folle contra la pared como la última vez— Susurró en el oído ajeno, causandole un escalofrío
—Que no se te ocurra, no pienso pasar otras tres otras limpiando una puta pared
—Entonces se paciente— Dijo con una sonrisa coqueta, finalmente abrió y entraron, para después el rubio cerrara la puerta con el pie.
La luz de la luna se colaba por entre las cortinas, alumbrando ligeramente la habitación.
Monoma acariciaba suavemente la espalda desnuda del cenizo, más con la mirada fija admirando los chupetones y marcas que había dejado en su cuello.
—¿Que demonios haces despierto aún?— Dijo el cenizo con voz ronca, sorprendiendo a Monoma
—Creí que estabas dormido— Dijo acercándose más y abrazando al chico
—Estaba— Katsuki se volteó quedando cara a cara con su novio —Te excediste, ahora mañana me va a doler como el puto infierno gracias a ti
Neito se rió con ganas, ganándose un golpe en el pecho por parte de su pareja.
—Ya lo siento, pero me cobré todo el mes que me debías— Neito escondió su rostro en el cuello de Katsuki, lamiendo levemente las marcas hechas hace tan solo dos horas.
—Como sea, duermete de una maldita vez— Dijo mientras se acurrucaba en el pecho de su novio, para volver a quedar dormido en tan solo minutos
Neito depositó un pequeño beso en la cabeza del oji rubí, para después abrazarlo y comenzar a quedarse dormido.
Estupido Brócoli
Mañana iré a ver a Kacchan || 16:20 pm
Me importa una mierda si
te parece o no, de una vez
te aviso || 16:21 pm
Neito sonrió al recordar los mensajes que recibió del peli verde cuando estaba en el hospital con Katsuki antes de que le dieran el alta.
Todas las marcas hechas en el cuello del cenizo—Y que la camiseta no alcanzaba a cubrir muy bien— eran un regalo especialmente hecho para el sucesor de All Might, mismo que sería recompensado al día siguiente cuando este las notara. Sin dudas las expresiones que daría serían las mejores que pudiera ver en toda su vida. Excepto las de Bakugo teniendo un orgasmo, esas eran como reliquias.
—Veamos la cara que pones cuando veas a Katsuki completamente marcado mañana, pedazo de brócoli podrido— Pensó con una sonrisa de oreja a oreja, antes de quedarse profundamente dormido
—Namji🍒
