𝑰𝒇 𝒐𝒏𝒍𝒚.... | | Monobaku

𝑆𝐴𝑉𝐸𝐷

El reloj marcaba exactamente la una de la tarde del domingo. Tanto Katsuki como Neito seguían profundamente dormidos, y así hubieran continuado si el timbre de la puerta no hubiera sonado como una alarma de huracán.

Ambos se despertaron a duras penas por el molesto ruido, se vistieron con lo primero que encontraron a la mano y Neito se adelantó a abrir.

—¿Quién mierda toca tan temprano en domingo?— Mencionó el cenizo tallandose los ojos

—Primero, no es temprano es la una de la tarde— Dijo con una voz ronca mientras se ponía el pantalon
—Y segundo, no tengo la menor idea

Katsuki rodó los ojos para después ver como su pareja salía de la habitación ya vestido con su pantalón y una sudadera que cubría si torso, ya que la camisa se la había dejado a él. El cenizo la agarró y se la puso con pereza, para después darse cuenta que la ropa de su pareja le quedaba como si se estuviera poniendo ropa de Koda, su extraño compañero que puede hablar con los animales.

Katsuki se miró al espejo, la camisa le cubría unos cuantos centímetros abajo de los muslos, lo cual era extraño. Neito es casi o incluso más delgado que el, ¿Como puede ser posible que su ropa le quede tan jodidamente grande?

Volviendo al tema, ni siquiera se preocupó por ponerse al menos unos shorts y bajó las escaleras como si nada, encontrando a un peliverde sentado en el sillón de la sala junto a su pareja.

—Oi deku, ¿Que demonios haces aquí?— Preguntó con su carácter de siempre mientras se recargaba en el barandal de la escalera

—Kacchan mamá te preparó comida y- — Hizo una pausa al ver la vestimenta del cenizo. Tragó duro.

En primera, traía puesta una camisa del estupido chico quirk de copia, lo cual no le agradó en lo absoluto. En segunda, el cuello de la camisa cubría su cuello, pero los hematomas que lo adornaban era sumamente visibles, y no solo en su cuello, sus piernas también estaban llenos de chupetones y marcas, lo cual le hizo hervir la sangre.

Y en tercera, después de varios segundos sintió su cuerpo estremecerse al darse cuenta que Katsuki traía puesta únicamente la prenda del rubio y los boxers—de lo cual no estaba seguro pero esperaba que si— lo cual dejaba ver sus piernas descubiertas hasta debajo de los muslos. O joder de veía muy sexy.

—¿Me vas a responder o te vas a quedar mirándome todo el día bastardo?— Izuku reaccionó y miró hacia otro lado antes de hablar

—M-mamá te preparó comida, m-me pidió que te la trajera y revisara como estabas

Katsuki levantó los hombros con simpleza y terminó de bajar las escaleras, se acercó al peliverde y tomó el pequeño recipiente en sus manos, lo abrió para olerlo, lo cual abrió su apetito salvajemente.

—Maldición debí haberle pedido comida antes— Sin siquiera mirar al peliverde de dirigió a una velocidad impresionante a la cocina por unos palillos y una cuchara, para después comenzar a devorar todo el contenido del recipiente

Monoma se levantó del sillón dándose un estirón, para después dirigirse al chico.

—¿Te gustó mi regalo?— Dijo con una voz burlona —Como ayer dijiste que ibas a venir, pensé en marcar ligeramente mi territorio

Izuku apretó los puños hasta casi sentir como sus uñas se clavaban en su piel, estaba haciendo uso de todo su autocontrol para no agarrar a golpes al rubio.

—Kacchan no es tuyo— Dijo con una voz molesta

—Y tuyo muchísimo menos— Monoma sonrió, definitivamente estaba disfrutando esto

—Pronto va a darse cuenta de la clase de escoria que eres y te va a dejar— Izuku esperaba una mala reacción, pero su sangre hirvió al recibir una escandalosa risa por parte del oji gris

—Muy bien, supongamos que Katsuki me deja— Dijo —¿En serio crees que se iría contigo? Por favor pedazo de brócoli, ese tal Kirishima tiene todas las de ganar— Izuku se mordió el labio
—Y antes que el, está el niñato ese hijo del héroe número dos, o el estupido ese de la electricidad, o la chica del ácido, cariño, si Katsuki y yo terminaramos, con la última persona que se iría serías tu

—No puedes saber eso— Izuku sintió el sabor metálico de la sangre sobre su lengua, después de todo morder tan fuerte su labio no fue buena idea.

Monoma sonrió de manera burlona, de acercó al peliverde y le susurró al oído.

—El jamás va a quererte como a mi pedazo de brócoli podrido, no importa lo que hagas, Katsuki es mío— Escupió con veneno, para después alejarse y emprender camino a la cocina

—Creo que ya te sabes el camino que la puerta, cierra bien cuando salgas— Monoma dejó solo al peliverde y se metió a la cocina, donde Katsuki estaba sentado en un banco en la isla terminandose el último bocado del recipiente

—¿Y Deku?— Preguntó antes de voltear el recipiente para que los últimos trozos que quedaban en el pequeño toper cayeran en su boca

—Ya se fue— Dijo haciendo un gesto con las manos, para después recargar los ante brazos en la isla

—¿Se fue o lo corriste Neito?— Preguntó con el ceño fruncido, Monoma soltó una sonora carcajada

—Me conoces demasiado bien conejito— Habló con una sonrisa pícara —Tu ya sabes que odio que ese pedazo de brócoli podridose te acerque

Katsuki rodó los ojos y llevó el traste a la tarja para lavarlo.

—Kendo es mucho más encimosa y no me ves quejandome— Monoma sonrió y se acercó a Katsuki, para abrazarlo por la cintura

—Por dos razones conejito, la primera, Kendo es mi mejor amiga, y segundo, tiene novio— El oji rubí bufó y terminó de lavar el recipiente

—¿Y que hacemos hoy?— Preguntó tirándose al sillón

—Quiero...— Hizo una pequeña pausa
—Quiero ir a visitar a mi mamá

Monoma miró fijamente al chico, su expresión había cambiado a una triste en muy poco tiempo. El rubio suspiró y de acercó a abrazar a Katsuki, acarició su cabello suavemente.

—Aún tiene poco— Dijo mientras dibujaba pequeños círculos en la espalda del contrario —¿Seguro que quieres ir?

—Mhh— Katsuki se separó ligeramente del rubio para mirarlo a los ojos, este lo tomó suavemente por la cintura

—Quiero... contarle muchas cosas— Dijo bajando la mirada, sus ojos comenzaban a humedecerse —Y quiero... llevarle flores

Monoma depositó un pequeño beso en la frente del cenizo, para luego sonreírle con dulzura.

—¿Quieres que te acompañe?— El chico asintió —Bueno, ve a cambiarte y nos vamos en un rato ¿Si?

Katsuki asintió y le dio un pequeño beso en los labios a Neito, para después irse directamente a su habitación a cambiarse.

—Namji🍒