killers | hersus y elygetta

elyas y...

Elyas y Vegetta estaban en una habitación que quedaba detrás del boliche, sólos, al parecer excitados y... dirigiéndose a la cama.

Vegetta guió el camino de Elyas hacia la cama sin parar de besarlo, quitándole su camisa y luego separándose del otro para quitarle la remera, comenzando a recostarlo y quitarle los pantalones.

Ambos se encontraban intranquilos, por que conocían la reputación del otro, sin que uno de ellos supiera que lo conocía.

pensaba que era "un chico en un bar" para él.

una vez que los pantalones del moreno estaban fuera del camino del de ojos lilas, el más alto se quitó la camisa de manera rápida para no perder mucho tiempo que podría aprovechar con la presencia del otro, incluso si la noche era joven y el tiempo les sobraba,  sentían que las cosas se les pasarían si no las hacían rápidamente y el disfrutar de sus momentos juntos sería imposible.

Samuel volvió a los labios de Elyas por puro reflejo, cerrando sus ojos y cometiendo un gran error.

al volver a abrirlos se encontró con su garganta siendo amenazada con una navaja, preguntándose de dónde la había sacado, viendo al otro y su cuerpo de manera rápida, encontrándose con una funda de navaja en la parte superior del muslo del otro en su media negra translúcida, ahí siendo el antiguo escondite del objeto que ahora había sido revelado.

Elyas había fuera de campo durante unos meses gracias a una herida de bala de la cuál no muchos sabían, y al parecer, Samuel sí.

la herida la había conseguido durante un tiroteo gracias al agente Romero, que había hecho la promesa de cuidar sus espaldas y no pudo cumplirla, luego recibiendo una burla del mismo diciendo que "Era su culpa por confiar en mí en primer lugar".

Elyas no había sido el único con un arma blanca al parecer, debido a que el individuo tragó duro y soltó un quejido al sentir una puntada en su herida en teoría cerrada, la venda tapándola por las dudas, aún tenía controles para chequear la misma.

Samuel estaba amenazando sus puntos mientras su yugular pasaba por lo mismo, haciéndole pensar casi de manera inmediata en un vals. un vals en el cuál la vida de ambos peligraba, la de uno pudiendo terminar mucho más rápida que la del otro.

"¿De dónde la había sacado?" la pregunta no tuvo tiempo de ser respondida o de siquiera atravesar el tren de pensamientos que la cabeza de Elyas era en el momento.

Del bolsillo trasero de su pantalón, el otro debía de sentirse avergonzado de llamarse a sí mismo "Teniente" si no había sido capaz de notar tal amenaza.

pero estaba desacostumbrado, no podía culparse tanto a sí mismo por un error tan estúpido y de niño inexperto cómo aquél.

Samuel sonrió de manera burlona, manteniendo esa pequeña distancia del rostro del otro gracias a la navaja del que se encontraba acorralado.

Y Elyas tenía claro que si acercaba aún más su navaja al cuello del otro, Samuel lo apuñalaría y su herida se abriría de nuevo.

Samuel río.

Elyas sólo se enojó más, frunciendo su ceño e intentando levantarse un poco, sintiendo cómo Samuel le guiaba que no lo hiciera, dándole aquella orden camuflada cuándo tocó su herida con su navaja, haciéndolo soltar un quejido.

sintió como aquella herida dolía, no mucho en el momento, pero aún así dolía.

recién había vuelto y ya se arrepentía de haber cometido el error de haber aceptado una salida con Fargan.

Uno, porque el mismo había hecho que lo apuñalaran.

Y dos, porque no llevaba mucho tiempo de vuelta, y había sido una decisión estúpida mandarse en una misión tan seria e importsnte cómo esta.

— Al parecer no eres tan duro cómo pareces, ¿Eh?

— Te juro que te mataré y colgaré tu cabeza de adorno en mi puerta durante las fiestas.

Amenazó Elyas.

Escupió el rostro del otro con enojo, para luego verlo con disgusto.

— Un cordero con colmillos... Interesante.

La sangre de Elyas hirvió al escuchar aquello, estaba hasta la frente de escuchar cómo lo llamaban "Cordero".

El putíssimo de Fargan les había dado aquella costumbre.

— Me das puto asco, De Luque.
Matas sin razón, ¡Hasta torturas y les cortas las extremidades, para luego dejarlos desangrarse en un callejón!

Dijo Elyas ahora algo más afectado al recordar cómo perdió a uno de sus grandes camaradas de aquella manera.

Lo encontraron gracias al aroma putrefacto que salía de ahí, encontrándolo a medio comer por los odiosos bichos que habían en todos lados. Cucarachas, ratas, moscas... De todo.

Era sólo un crío que acababa de meterse al cuerpo, y perdió a uno de sus amigos que había estudiado con él, compartido litera con él, hasta habían compartido comidas.

Desmembrado y en plena descomposición.

— Te has equivocado de persona.

—...Qué?

— Que te has equivocado, cómo no. Uno de los búhos nos ven cómo los monstruos cuándo ellos hacen eso, amenazan, violan, aterrorizan a simples ciudadanos, matan a gente de color sin razón alguna, y a nosotros nos llaman los monstruos.
Te digo, y sé que mi palabra no te valdrá mucho, pero nosotros no somos los monstruos, así que no te equivoques y ven con la verdad cuándo entiendas y veas que ustedes no son los caballeros en armaduras relucientes de color blanco.

       "No sóis los buenos."

Es lo último que recuerda Elyas, antes de que un dolor punzante en su estómago se hiciera aparecer, y su vista se tornara negra.

Samuel salió del cuarto, dándole una última mirada al chico que había noqueado y luego apuñalado, ahora dejado expuesto y desangrándose en una cama.

Aquella puñalada había sido sólo una advertencia, y dejó su navaja allí, había usado guantes durante todo ese tiempo, y había aguantado aquella incomodidad, sólo para no dejar huellas dactilares y ahorrarse problemas o el que los policías tuvieran una razón para meterlo a la cárcel, con aquello ya era suficiente, el haber encontrado sus huellas dactilares en el cuerpo de un hombre desangrado y expuesto, Lo habrían tachado de un desgraciado que había violado a tal hombre.

Jesús lo esperaba en la puerta mientras veía a la gente dirigirse a las habitaciones, y otras saliendo de aquellas con la ropa a medio acomodar tal vez.

no podía esperar a volver a casa y dormir, el día de Samuel había sido largo, demasiado, para su gusto.

pero bueno, era un día en la vida.

CÓMO QUE NO ACTUALIZO DESDE ENERO?!

si les pinta saquen las antorchas, les dejo algo que tengo escrito hace 200 años, disfruten y weno, porfi pásense por mi nueva historia- soulm8.<3

por cierto- a qué no se esperaban que el capítulo empezara así eh, pervertidas owo-

buenas noches-
* c vuelve a mimir para no actualizar en otros seis meses *

-neptubobo <3