el chico estaba en una discoteca, esperando a encontrarse con sus compañeros de trabajo cómo ya era de costumbre, tomar un par de tragos e ir a casa.
entró al edificio, sintiendo sus oídos pitar por varios segundos gracias a lo fuerte que sonaba la música que pasaba el DJ sobre el escenario, cómo todos los días.
caminó hacia la barra, evitando el chocar con la gente a su alrededor, sin encontrar ningún lugar vacío en la discoteca, entendiéndolo al ser un Viernes por la noche, riendo levemente al ser reconocido por el cantinero detrás de la barra.
le pidió su trago y el chico le guiñó el ojo, diciéndole algo que le pareció medianamente sospechoso, al igual que amable.
"lo paga la casa."
le dijo el chico de ojos marrones oscuros, haciendo un pequeño saludo con la cabeza y luego yendo a atender al resto de personas con tranquilidad.
se dirigió a una mesa libre en uno de los fondos de la discoteca, sentándose y tomando de a poco su trago, esperando a que llegaran sus compañeros de trabajo, sintiendo su celular vibrar en su bolsillo delantero, por lo que lo desbloqueó y vió la notificación, notando que era uno de sus compañeros.
"Surgió algo y nosotros no podremos ir, se supone que Derek, Javier y Amanda estarán ahí en unos minutos."
"Lo siento Herny, será otro día.):"
le dijo uno de sus compañeros, soltando un suspiro y viendo la puerta ansiosamente, sintiendo cómo su mirada se escapaba de la puerta, concentrándose en un chico que se le hacía extrañamente atractivo y familiar.
se levantó una vez que terminó su trago, sintiéndose algo mareado al sentir al mismo comenzar a hacer efecto.
caminó hacia el chico que bailaba alegremente, comenzando a bailar pegado a él, luego viéndolo con una sonrisa al escuchar una alegre risa.
después de varios minutos, ambos comenzaron a besarse, para luego agarrar de la mano al apodado Herny, saliendo del local hasta un callejón, dónde los besos pararon, y el chico dijo que tenía que irse, pero le dejó su número y un problema ahí abajo.
el chico estaba a punto de salir del callejón cuándo llegaron dos tíos apuntándole con un arma, diciéndole todo tipo de insultos y también que se bajara los pantalones.
Herny retrocedió hasta que su espalda dió contra la pared, dejándose caer y viendo cómo se comenzaban a quitar los pantalones.
"aquí la palmo, me hacen de todo y luego me pegan un tiro."
pensó el chico mientras las lágrimas salían de sus ojos, para luego taparse el rostro y hacerse una bolita en el suelo.
después de varios segundos que parecieron horas para el chico, llegó alguien y los sacó corriendo del lugar, pero para cuándo se acercó intentando chequear su estado, retrocedió mientras soltaba un quejido del susto al sentir su espalda chocar con la fría pared nuevamente, escuchando sus voces y asustándose cada vez más, temiendo lo que le podrían hacer.
todo se tornó negro para él, cayendo inconsciente y sintiendo un leve dolor en su cabeza golpear contra el suelo.
despertó después de lo que pareció ser unas horas o tal vez más, sentándose en una cama desconocida, junto a un aroma que se le hacía familiar, pero se sentía aún asustado, desconfiado.
escuchó la puerta abrirse, sentándose en la cama y buscando algo con lo que defenderse si buscaban lastimarlo.
-- ¿puedo pasar?
preguntó una dulce y suave voz detrás de la puerta, asomando la cabeza y entrando cuidadosa y lentamente luego de unos segundos sin haber recibido respuesta.
-- ¿cómo está tu cabeza? te diste bastante fuerte allí...
dijo el chico amablemente, acercándose y sentándose en la punta de la cama, viéndolo con una leve expresión de preocupación, pero aún con una pequeña sonrisa que se mantenía siendo cálida.
Herny no supo cómo responderle, bajando la cabeza y asintiendo suavemente, jugando con sus dedos nerviosamente, sin volver a conectar miradas con el ojiceleste.
-- y-yo-
-- ¿te hicieron daño?
preguntó el chico sentado frente a él mientras veía su rostro cómo podía, intentando conseguir una respuesta firme, sólo consiguiendo un leve movimiento de cabeza hacia los lados, diciéndole que no.
-- me alegro.
respondió alegremente, soltando un suspiro de alivio.
-- ¿d-dónde estoy?
preguntó el chico mientras levantaba la mirada y la conectaba con la del otro chico, sintiendo una descarga eléctrica recorrer su espalda, haciendo su corazón acelerarse.
-- estás en mi casa.
respondió el chico con un leve sonrojo, sonriéndole dulcemente.
-- ¿cómo te llamas?
preguntó el chico sentado en el extremo de la cama, estirando sus piernas y acomodando sus cabellos hacia el costado.
-- me llaman Herny, ¿y tú?
-- Jesús. un gusto, heladito.
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killers | hersus y elygetta
Random"los hermanos De Luque, los más temidos de la mafia, se encuentran problemas con nombre y apellido". sin portada temporalmente comenzada el 30/04/2020 100% de mi pertenencia