Capítulo 9

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Las clases eran igual de aburridas, aunque algún compañero quisiera pasarse de listo y hacer bromas terminaba en la oficina del director.

Yo no se que se creía esta gente al mostrarse "divertido y espontáneo" lo único que lograba era hundirse en la estupidez, me daba cuenta que la mayoría de mis compañeros nunca lograrían tenercun futuro... Además de las drogas claro esta.

Había algo que sin duda odiaba y era el hecho de que prácticamente conocía a todos, y podía ver como ellos mismos arruinaran sus vidas. Eso era sin duda patético, la mayoría de ellos no sabía ni hacer una mísera multiplicación. Eso era para dar pena. Enserio.

Hace tiempo la profesora de música anunció que podíamos apartar algúna salón para practicar.

Explicaré esto para que entiendan mejor:

Cada año las escuelas privadas- como la mía- realizaban competencias y audiciones para las escuelas más prestigiosas del mundo, dichas escuelas otorgaban becas a los estudiantes con más talento.

Desgraciadamente se necesitaba tener 17 años para poder ingresar a las audiciones a menos de que fueras un super-dotado o incluso un alien.

Se ingresaba a esa edad porque al siguiente año eras mayor de edad y podías escoger tus propias decisiones, en este caso: si decidias tener una oportunidad dentro de las mejores escuelas del mundo ó seguir con tu vida hasta ver a donde podías llegar.

Las competencias y audiciones se hacían en Marzo, por lo tanto aún me quedaban dos meses para seguir ensayando.

La maestra de música al saber que nuestra escuela podía entrar en dichas categorías nos alentó a trabajar más duro para esta oportunidad; todos los años, sin excepción, nos hacía ensayar melodías nuevas, cada vez más difíciles que incluso parecían imposibles.

Era uno de mis sueños poder lograr algo, estaba claro que no quería ser sólo una persona más del montón.

Sabía que si lograba "ella" podría arrebatarme mi sueño. Ella era capataz de hacer eso, lo sabía.

Ella podía controlar a casi todo el mundo con sólo alzar la mano.

Esta era mi oportunidad para demostrarle no sólo a ella si no a todos los que me habían humillado lo buena y única que podía ser.

Ya tenía 17, el momento había llegado, y no me echaría para atrás.

No lo volvería a hacer. Y si fallaba era porque no tenía el talento.

No porque no tenga pasión u orgullo o ganas.

Estaba lista para lograrlo.

Ya no seguiría con los sueños de mi madre, por mucho que sabría cuanto me costarán en el futuro. No lo haría.

Seguiría los míos.

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Ya se me tarde mucho. Siento que ya pasó un año desde que actualice...aunque no es cierto.

Por eso hoy en la tarde publicaré otro capítulo.
:3
Bye

Mi vida, mis problemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora