Capítulo 7

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Diré lo que pasó hoy de forma muy corta. Después de salir por la ventana de mi cuarto y mirar el cielo durante toda la noche.

Después de haber terminado de limpiar la casa exhaustivamente un día antes de la "famosa llegada de mi hermano" decidí analizar todo lo que había pasado ese día.

Primero que nada, estaba el tal Ethan persiguiendome como un desquiciado. Aún no entendia la razon por la que me dirigía la palabra, me refiero a el hecho de estar perdiendo su tiempo por completo conmigo, no necesitaba amigos, ellos me habían demostrado lo que significaba la amistad y no necesitaba volver a ese fraude.

En fin. Como no había hecho el más mínimo intento de averiguar si había tarea decidi que lo mejor sería dormir, pero... O vaya sorpresa! Adivinen quien había irrumpido en mi cuarto? No era mi madre, no, ella hiba al gimnasio de seis a una de la mañana -lo cual me daba una ventaja para descansar de ella- la persona que había hecho trizas mi tiempo de pensar en ciertas formas de matar a alguien era mi padre, venía con su traje de persona típica llena de trabajo sin poder tener tiempo de hacer algo mas importante que eso. Por que había entrado? Muy simple. Porque se le dio la regalada gana. Mi padre nunca estaba en casa tan temprano, empezaba a creer que engañaba a mi madre, pero bueno esta familia ya se había hido al carajo desde hace tiempo, así que no me sorprendería si llegaban a divorciarse. Ya sabíamos -o al menos yo- que mi padre tenía un pequeño apartamento en el centro de la ciudad, donde descansaba de nosotros, ridículo lo se.

Él dio sólo dos pasó más dentro de mi cuarto, analizando cada rincón minuciosamente, esperando ver algo por lo que reclamar, pero quedaba más que claro que todo estaba para reclamar. Mi habitación tenía las paredes de un hermoso y colorido... Negro, si. Nada más y nada menos que negro; pero no sólo era negro, tenía un poco de pintura roja y blanca dándo unas formas muy extrañas, como si se hubiera usado una pistola de paintball y acto seguido atacar las paredes negras con pinturas blancas y rojas, era un efecto muy bueno desde mi punto de vista.

Mi padre siguió mirando toda la habitación, aparte de tener un armario que cubría casi toda una pared si no fuera por la puerta de baño -que era inmensamente grande sin razon de ser-, tenía en la pared del otro lado mis instrumentos en la cuales se encontraba mi violín, mi guitarra, mi bajo, mi ukulele, mi flauta transversal y mi saxofón. De los cuales mi violín y mi ukulele se encontraban en sus perfectos estuches colgando de un perchero que estaba incrustado en la pared , este era muy pero muy extraño, tenía forma de un árbol coló vino con ramas desnudas en las cuales se encontraban mi violín y ukulele, protegidos por dichas ramas. Mi padre me lo compro en uno de esos tantos viajes de negocio en donde debía asistir toda la familia para ver como "el hombre la casa" ganaba un título. Recuerdo que me daba tanto miedo que ni siquiera podía mirarlo o dormir en la noche... Pero aún así, me gustaba.

Mi guitarra y bajo se encontraban en sus respectivos estantes, los cuidaba todo el tiempo, tenía la sospcha de que si no los cuidaba como se lo merecían, podrían desaparecer. Mientras tanto mi flauta transversal y mi saxofón se ubicaban en unos estantes.

Mi cama se encontraba justo debajo de las ventanas gigantes dándo frente a la puerta, tenía algunos pufff de ese lado y dos caballetes con un pequeño buró en el que contenía pinturas de todos los colores más extraños. Me facilitaba la tarea de subir por las ventanas al ser demasiado grandes y amplias, lo más curioso es que sus cortinas era de una tela demasiado delgada lo cual daba un aspecto suave y delicado.

Mientras tanto la última pared -la cual poseía la entrada a mis aposentos- estaba completamente cubierta de estanterías que llegaban al techo, no había ni un espacio que se salvara de ella, dicha estantería se encontraba repleta de libros, de todos lo tamaños, grosores y colores. Cada uno guardando un mundo diferente e inimagirario, exceptuando a las sagas.

Mi vida, mis problemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora