"Tu lograste ser la excepción"

Capitulo 15

Estamos todos en la habitación de Libardo hablando sobre la nueva casa, ya nos comunicamos con los dueños después de enviarle todos los papeles que nos pedían para podernos mudar, nos aceptaron y decidimos que vamos a comenzar a empacar mañana, estamos muy felices es una casa que se ve demasiado bonita y tiene demasiado espacio para todos incluso por si llegan nuevos integrantes a Privé aunque pensándolo bien yo quería seguir compartiendo cama con Darían. Pedimos algo de comer y Libardo baja a recogerla, mientras estamos en la habitación de Libardo hablando todos no puedo dejar de mirar a Darían y todo lo que ha pasado en menos de veinticuatro horas.

 —Jean podemos hablar en tu habitación un momento por favor —Me dice Darían. Naim y Marian se miran entre ellos y empiezan a susurrar mientras Darían y yo salimos de la habitación de Libardo para entrar en la mía —Cierra la puerta por favor.

Cierro la puerta de la habitación y Darían se sienta pero no dice nada, con sus manos da palmaditas en la cama para que me siente al lado de ella, me siento al lado de ella y aún no dice nada solo recuesta su cabeza en mi hombro y yo le doy un beso en la coronilla.

 —¿Pasa algo cosi?

 —Creo que deberíamos ir a ver a mi mamá, no te encontró en un buen momento ¿Quieres ir conmigo a mi depa?

 —Si, está bien.

Ella levanta su cabeza de mi hombro y me mira me regala esa sonrisa que tanto adoro, luego vuelve a poner su cabeza en mi hombro yo le levanto la cara con mis manos y la acerco a mi para darle un beso, cuando estoy por besarla nos interrumpen.

 —Oye Jean sabes donde es... ¡Mierda! Perdón no sabia que ustedes... —Lo interrumpo.

 —Libardo sal de aquí por favor.

Libardo sale de la habitación y cierra la puerta, Darían y yo nos miramos y nos reímos por lo que acaba de pasar, vuelve a poner su cabeza en mi hombro y con mi brazo agarro su cadera y nos quedamos en silencio, solo sintiendo al otro.

 —¡Oigan pendejos salgan a comer! —Nos grita Marian desde la cocina.

Ambos salimos nerviosos esperando que Libardo no comentara nada a Marian ni a Naim.

 —¡Que bueno se ve eso! —Dice Darían mirando las hamburguesas que compro Libardo.

 —¿Quién Jean o las hamburguesas? —Dice Naim riéndose.

—Ya dejen ese tema y disfruten la comida—Dice Libardo serio tratando de desviar el tema.

Naim no dice nada más al igual que Marian, ambos nos sentamos a comer y tengo que agradecerle a Libardo por eso, a pesar de lo que vio no lo comento solo lo evito, por eso es mi mejor amigo siempre me cuida y guarda mis secretos, aunque creo que lo esta haciendo más por Darían que por mi. Todos terminamos de comer y yo voy por mi mochila para ir al departamento de Darían.

—Nosotros nos vamos—Dice Darían acercándose a la puerta, todos nos miran confundidos.

 —¿A donde van?—Dice Marian.

—Jean y yo tenemos cosas que hacer.

Me acerco a Darían y le agarro la cintura.

—Vamos Darían el carro ya esta abajo.

Cuando entramos al ascensor le agarro la cintura a Darían hasta llegar abajo, salimos del edificio y le abro la puerta a Darían para que entre al carro, luego entro yo y el carro comienza a conducir, siempre hay mucho trafico así que nos vamos a demorar en llegar, mientras esperamos salir del trafico miro por la ventana tratando de pensar que decirle a la mamá de Darían después de esa escena vergonzosa de esta mañana, Darían se acerca a mi, agarra mi mano y entrelaza sus dedos con los míos.

—¿Estas nervioso?

—Un poco—Le regalo una sonrisa triste.

—No pasa nada.

Me sonríe y me besa, luego cuando nos damos cuenta ya estamos en el departamento de Darían, me bajo del carro y le doy la mano a Darían para que se baje del carro, subimos por el ascensor y Darían abre la puerta de su departamento están el hermano de Darían y su mamá charlando en la sala, entro al departamento y el hermano de Darían se acerca a mi, me mira de pies a cabeza.

—Así que tu eres el novio de mi hermana—Cuando escucho eso trato de no sonreír pero se me hace imposible.

—¡Eyayo! Ve a tu habitación que tenemos que hablar con mamá.

El hermano de Darían se dirige a la habitación donde se esta quedando y luego saludo a la mamá de Darían, ella se levanta y me saluda.

—Buenas tardes Jean—Me extiende su mano y me sonríe.

—Señora Luz, buenas tardes—Le estrecho la mano y le sonrío de vuelta.

Nos sentamos los tres en la sala y nos ponemos a conversar de todo menos de lo que paso esta mañana, sigo nervioso por lo que me pueda decir por la escena que se encontró esta mañana, duramos toda la tarde hablando ya son las siete y la mamá de Darían nunca toco el tema. Le susurro a Darían en el oído avisándole que era hora de irme. 

—Ya es tarde Darían me tengo que ir—Le susurro ya para despedirme.

—¿Por qué no te quedas? Ayer lo hiciste no veo problema de que te quedes hoy—Dice la mamá de Darían.

Miro a Darían para esperar su aprobación, ella me mira y asiente con su cabeza. Nos levantamos todos y cada quien va a su habitación, Darían entra al baño para cambiarse mientras yo me acuesto, cuando veo a Darían salir del baño esta solo en ropa interior.

 —¿Darían que haces?—Le susurro miedoso esperando que su mamá no entre.

—¿Qué? Así voy a dormir, ni creas otra cosa mi mamá y mi hermano están aquí al lado.

—Darían así no puedo dormir—Le susurro otra vez.

Darían se ríe, levanta las cobijas nos tapa y me abraza fuerte, me mira y sonríe.

—Te quiero mucho Jean

—Te quiero mucho más Darían—Le sonrió y la beso.

Ella se voltea y yo me abrazo a ella, dormir abrazado a ella me reinicia la vida, definitivamente estoy enamorado de ella, me hace demasiado feliz. Ambos nos quedamos dormidos y así concurre otro día a su lado.

Darían Rojas cada día me encantas más...