DÍA 2: VIEJO AMIGO.

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Ayer, salimos muy tarde de casa, llegamos aquí, ya en la noche, bajamos las cosas, las entramos, subimos a dormir, ya habíamos comido en el camino. Me desperté muy temprano en la mañana, mi hermano aún no se había levantado, antes de hacer el desayuno, recogí la maletas que habíamos dejado en la sala, puse en orden la ropa de mamá en su habitación, deje la maleta de Ed al frente en su puerta, y dejé mi ropa en su sitio, iría a recoger Thor, él es mi perro Golden retriever, se quedaba con los Brown, mientras no estamos, me lo llevaría conmigo pero prefiere quedarse en el pueblo, él ama estar aquí.


Lo he tenido desde pequeña, ha sido mi amigo de casi toda mi vida, era un perro grande, de raza Golden retriever, su pelaje era crema, es bello correr por el bosque, le encanta estar acostado en el césped, en el día, y en la noche duerme conmigo, es muy juguetón, se pasa a mi lado todo el día. Lo llevo a todas partes, mi hermano le encanta estar con él, mi mamá que más que decir, lo ama, es él hombre de la casa.

Me dirigí a la cocina, me puse mi delantal y puse freír unos huevos revueltos, los serví en un plato, cuando el timbre sonó y ladrido que me parecía familiar, grité "Un momento", apagué la hornilla, camine hasta la puerta, la abrí y para mi sorpresa era el chico guapo de ayer con mi perro, ahí fue donde recordé de donde lo conocía, era Charles Brown, el niño con quien jugué en mis primeros años de infancia.

-Hola Charles - le dije amablemente y Thor ladro- hola mi pequeño- me agache para abrazarlo y él me besaba, sabía saludarme así- ¡Oh, cuanto te extrañe Thor! - me levanté para dirigirme de nuevo al chico que había traído mi perro- gracias, pero no tenías que traerlo, dije a mi mamá que avisará que lo iba a haber en la tarde, ¿no llamo?

-De nada, si llamó pero quise traerlo yo- me dijo.

-Gracias, disculpa estaba cocinando- le dije mientras me miraba mi pijama con mi delantal puesto, suerte que estaba con ropa decente- ¿ya desayunaste?

-Realmente no.

-Entonces para darte las gracias, te haré algo de comer -le dije sonriéndole.

-Gracias - me dijo - pero sería un abuso.

-No que va, ven entra - camine dejándole la puerta abierta, cuando entro Thor, se echó en su lugar habitual, entre la cocina y la pequeña mesa de desayuno, al frente de su tazón, indicaba que quería comida, le vertí de su comida y en otro tazón le puse un poco de agua.

-Buen provecho, Thor- le dije y con un ladrido respondió, el chico que miraba esta escena, se reía cómodamente.

-¿De qué te ríes? - Le pregunté - ¿Qué están gracioso?

-No sé - dijo Charlie - creo que porque pensé que no te respondería.

-¿No te vas a sentar? - dije esto y se sentó en la barra de la cocina, me miraba como freía, antes que pudiera decir algo, mi hermano entro a la cocina arrastrando los pies, todo despeinando como si apenas se despertó, y bajo a comer.

Miro al chico y me miro a mí.

-¿Qué hace aquí el mesero? - pregunto mi hermano.

-¿Mesero? Él tiene nombre - le dije mientras servía.

-Porque no me acuerdo, mi mamá y tú hablaron de él, en la comida.

Sentí que me puse roja por ese comentario, ya que está conversación estaba dirigida a él, pero como si no existiera y peor como si no estaba presente en ese instante.

60 DÍAS JUNTO A ÉLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora