Desperté muy adolorida en una cama que no conocía, una cama de hospital al parecer, y no podía moverme ni hablar. Me asusté demasiado y balbuceé, arrastrándome por la cama hasta caer al suelo, sin poder mover bien mis extremidades.
Observé a dos personas entrar en la habitación y hablar muy fuerte y rápido, tan desesperados que no entendí lo que decían.
La cabeza me daba vueltas y no lograba ver quiénes eran esas personas, las cuales me levantaron y volvieron a acomodar en la cama.
Al parecer volví a dormirme, y cuando desperté reconocí el rostro que estaba junto a mí.
Miguel estaba sentado en una silla,con las manos apoyadas en sus piernas, moviendo los dedos de una forma irregular.
- ¿Qué... Qué pasó? - pregunté, sintiendo dolor tras pronunciar cada letra.
- ¡Mamá! - gritó Miguel, sin responderme aún.
Carmen entró por la puerta y los dos me ayudaron a sentarme cuidadosamente.
- ¿No recuerdas nada de lo que sucedió? - preguntaron ambos, sorprendidos.
- Rec..uerdo que... Fui a la tienda d...e aquí jun...to - expresé con problemas.
- Es mejor que descanses, Mia. Cuando estés mejor podrás decirnos.
En menos de cinco minutos me volví a dormir, pero tuve horribles pesadillas en las que alguien corría tras de mí e intentaba matarme.
En mí sueño, un hombre joven me golpeaba contra una pared en un callejón y me golpeaba en el rostro, pero cuando estaba cayendo me sujetó y volvió a golpearme en el abdomen, violentamente.
Estuve despierta antes del amanecer. Una débil luz entraba por la vieja persiana, y ahí estaba, sola, reviviendo una y otra vez aquel terrible sueño, hasta que llegó la doctora a hacer las rondas matutinas. Me hizo un par de preguntas que no pude responder, no solamente por mi estado, sino porque no recordaba por qué estaba allí.
Al parecer había estado inconciente varias horas, ya que lo último que recordaba era que el domingo por la noche fui hasta la tienda junto a la casa de Miguel a comprar cerveza, y según la enfermera ya era martes por la mañana.
¡Era terrible! ¿Por qué había estado inconciente? Cerca del mediodía ya me sentí un poco mejor, y podía hablar con mayor fluidez, pero no podía moverme mucho sin que duela todo el cuerpo. Luego de que me dieran los medicamentos , vi un rostro que conocí apareciendo tras la enfermera: Robby venía con un peluche de un gato negro. Se acercó a mí y me besó en la frente, mientras tomaba mi mano.
- No me dejaron traerle un gato real a mi novia pero te traje este - dijo, sonriendo y colocando el peluche en mí regazo.
- ¿Tienes novia y no me la has presentado? - le dije, intentando sonreír. El sonrió y besó mi mano.
No sabía nada sobre él desde el sábado en la noche, luego del candente episodio ocurrido con Miguel y Sam en mi casa. Sentí una emoción tan grande que comencé a llorar, mientras él me abrazaba suavemente para no dañarme.
- Robby, tuve dudas de si volverías - dije, entre lágrimas.
- Necesitaba estar sólo, pero debes saber que siempre voy a volver, Mia.
Estuvimos un momento sintiendo el calor del otro, y luego se sentó en la silla junto a la camilla y comenzamos a hablar y a reír de lo que sucedía en el hospital, pero entre risas me di cuenta de algo aterrador: el sueño que había revivido desde que recuperé la conciencia no era un sueño, era un recuerdo.
Al tener la seguridad de ello entré en pánico y comencé a gritar ante la mirada atónita de Robby, quien no entendía lo que sucedía.
- Robby, ya sé que es lo que me sucedió.
Le conté toda aquella escena en mi cabeza, pero no tenía mucho sentido. Si bien mis heridas coincidían con aquellos golpes: contusión en la cabeza, dos costillas rotas, hemorragia interna; pero la interrogante era el por qué y quién, ya que no había faltantes en mi mochila, mi billetera, documentos y celular estaban allí.
- ¡Kyler! - grité, sobresaltada, mientras entraba Miguel con Sam en la habitación.
Ninguno de los tres comprendía de qué se trataba, pero no tardé en explicarles.
Luego de salir de la tienda, me dirigía con las cervezas caminando a mi departamento, cortando camino, como siempre, cuando antes de llegar a la esquina, junto a un callejón, fui sorprendida por dos personas: Tory y Kyler. Ambos comenzaron a provocarme para pelear, pero no les hice caso y continué mi vía, pero sentí que alguien se acercaba a mí y pude esquivar un golpe de Tory, a quien alcancé con un puñetazo en el rostro.
- ¡La perra me hizo sangrar! - dijo, y comenzó a reírse frenéticamente. Aquella risa desquiciada me asustó, ¿qué le sucedía a esa mujer?, pero luego continúo - Kyler, es tu turno.
- ¿Mi turno? - preguntó, asombrado.
- Sí, debes iniciarte. Aún no lo has hecho.
Yo estaba aún frente a ellos, sin poder escapar.
- Pero... Es una mujer - expresó Kyler, sorprendido aún.
- ¡Sin piedad! ¡No importa quien sea!-
Viendo que Kyler estaba dubitativo, volvió a gritarle, mientras sacaba su navaja.
- Kyler, es ella o sigues tú.
Al parecer él aún estaba indeciso, pero se acercó a mí, y no vi convicción en su rostro, pero me empujó contra una pared que estaba detrás mío y comenzó a golpearme, y aunque esquivé algunos golpes y le proporcioné otros, caí al piso exhausta y me golpeé fuerte en la cabeza. Lo último que recordaba era estar semi inconciente, por el golpe en la cabeza, y haber sentido un puntapié en mis costillas.
Luego desperté en el hospital, asustada.
Carmen bajaba del autobús volviendo de su trabajo, cuando escuchó la golpiza que le proporcionaban a "alguien", y al acercarse a los gritos, mis matones se escaparon, y allí descubrió que era yo.
Al terminar de contar la historia, el rostro de Robby llegó a darme miedo. Estaba completamente transformado y rígido.
Samantha y Miguel estaban sorprendidos, pero él estaba increíblemente furioso.
- Voy a matarlo - dijo Robby, seriamente, mirando a la puerta.
- ¡Robby, por favor no! - grité, intentando levantarme de la camilla, mientras Robby se alejaba, pero al verme queriendo levantarme volvió a mí y me abrazó.
- Es lo que ellos quieren. Saben que de esta forma pueden provocarte - dijo Sam. Asentí y alejé a Robby, mirándolo a los ojos.
- Prométeme que no vas a cometer la estupidez de enfrentarlos. ¡Promételo!
Bien sabía que él era capaz de acabar con Kyler, de hecho lo había vencido a él y a dos idiotas más en la playa, pero eso no importaba. No quería más peleas, y mucho menos que se involucre directamente con Cobra Kai.
Si íbamos a contraatacar debíamos estar preparados, no jugar sucio como ellos, pero de ahora en más había que tener más cuidado.
A partir de lo que sucedió con Kyler acordamos por fin la alianza que tanto buscamos, y aunque Robby "prometió no abstenerse si se cruzaba con Kyler a solas", confiaba en que luego de lo ocurrido no iba a haber más ataques, por lo menos por un tiempo.
Decidí no hacer denuncia formal contra ninguno de mis atacantes, pero sí que iba a haber revancha. Tenía que vengarme de ambos, yo sola.
Estuve unos días más en el hospital y pude ir a casa, pero no a trabajar por casi un mes, debido a mis lesiones internas necesitaba reposo y Robby cuidó de mi todo ese tiempo.
También pude hacerme más cercana a Samantha, quien me visitaba al salir del entrenamiento con Miyagi-do y platicábamos acerca de técnicas y sobre lo ocurrido en el colegio durante mi ausencia, y debo admitir que fue una compañía muy grata. Ella parecía una persona diferente a la que creí cuando la conocí.
Cuando retomé mis actividades, el volver a clases fue un alivio, ya que estar encerrada sola haciendo nada en casa era demasiado para mí, solo podía incrementar mi odio. En el colegio todos sabían que Kyler me había enviado al hospital, y se manejaba un aire bastante pesado en el establecimiento con los integrantes de Cobra Kai. Se estaba corriendo la voz de que golpeaban personas para su "iniciación" en el dojo y las víctimas eran personas encontradas en la calle, sin importar sexo o edad.
A la hora del almuerzo pude ver a Aisha y a Hawk en una mesa alejados de sus amigos, y cuando me vieron entrar fueron hacia mí y se sentaron conmigo, Sam y Miguel. De reojo pude ver que Kyler no estaba en el otro grupo y pregunté a Aisha:
- ¿Dónde está?
Aisha entendió a quién me referí y me contó que ella y Hawk ya no pertenecían al dojo, por las acciones criminales que tenían, y sobre todo por la golpiza que recibí. Estaban totalmente fuera de control y Kreese actuaba impunemente incentivándolos.
Aquello me alegró mucho, ellos eran mejor que todos los que estaban en ese dojo, y era bueno que hayan podido darse cuenta, pero aún no me decían si Kyler continuaba asistiendo. Aisha evadió mi pregunta hasta la salida, y Eli no habló en toda la mañana prácticamente, pero al salir de clases Aisha me alcanzó y me contó lo que había sucedido unos días después de mi paliza.
Eli había tomado represalias contra mi atacante, interceptándolo en el mismo callejón que me atacó a mí. Recibió algunos golpes, pero lo dejó en bastante mal estado.
Aquello me sobtesaltó, lo último que buscaba era que se desencadenen más problemas, pero al parecer era inevitable. La lucha estaba, y mi ataque había alimentando la ira de Miyagi-do y de mis amigos, pero también era la excusa perfecta para el enfrentamiento que había comenzado hacía ya tiempo.
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BAD GUY~ Robby Keene - Cobra Kai fanfic 🖤 (Tanner Buchanan♥️)
FanfictionDicen que los chicos malos nos atraen, y esta vez parece ser cierto. Pero, ¿quién es realmente Robby Keene? ¿Es el malo de la historia?