BAD GUY~ Robby Keene - Cobra Kai fanfic 🖤 (Tanner Buchanan♥️)

Capitulo 17~ Aliados y enemigos

Aún puedo sentir su piel sobre la mía. Sus manos en mi cuerpo se fusionaron haciéndome estallar. La noche fue lenta y cada detalle recorre mi memoria, cada susurro, cada palabra, cada aroma forma parte de mí, su cuerpo entrelazado con el mío, repitiendo aquellas palabras una y otra vez entre gotas de sudor.
Desperté temprano sintiendo unas suaves caricias en mi cabello y hombros, y al abrir los ojos allí estaba él, con la mirada perdida. Lo miré un momento y me detuve a pensar en lo afortunada que era, pero tres fuertes golpes en la puerta rompieron el silencio de aquel tranquilo momento.
- Yo iré - dijo Robby mientras se ponía de pie y se vestía.
También me levanté y mientras me quitaba el piyama Robby entró con rapidez a la habitación, tomando su celular. Luego se dirigió hacia mí:
- Debemos irnos.
Escuché unas voces que provenían desde la vereda y las reconocí al instante. Johnny y Miguel bromeaban mientras se subían al vehículo negro y nos esperaron un momento hasta que salimos.
No había revisado mis mensajes desde que entramos a la sala de cine la noche anterior, y al parecer algo importante había sucedido entre Lawrence y LaRusso. Algo bueno al menos, esperaba.
La música sonaba fuerte en el estéreo y los cuatro comenzamos a cantar al unísono el estribillo de una canción de Whitesnake: "Is this love that I'm feeling, is this the love that I've been searching for", mientras reíamos. Era la primera vez que Robby compartía algún momento de diversión con su padre después de años, y la verdad se parecían bastante.
Pensé en hablar con Miguel y armar algún tipo de plan para que padre e hijo puedan pasar algún momento a solas, ya que siempre era por algo relacionado a los problemas con Cobra Kai. Se debían y merecían un rato como familia.
Sí, quizá no debíamos entrometernos, pero ambos queríamos que se conozcan y se unan. Johnny era alguien muy importante en la vida de Miguel, y si bien no era su padre, era la única figura paterna que tuvo en su vida y quería lo mejor para él. Yo lo conocía poco y nada, pero mi amigo siempre me habló bien de él y de cómo quería acercarse a su hijo sin saber cómo, bastante avergonzado por el pasado, lo cual, a pesar de todo, era importante que puedan superar.
Cuando terminó la canción miré por la ventanilla y reconocí la calle. Me había distraído durante todo el trayecto haciendo bromas y cantando, que no me di cuenta hacia dónde estábamos yendo. Lawrence estacionó fuera de Miyagi-Do.
LaRusso nos estaba esperando junto con sus estudiantes: Samantha, Demitri, Chris, Nathaniel, algunos otros que conocía de vista en el colegio y otros desconocidos.
Junto a Demetri reconocí la roja cresta de Eli, quien nos observaba con tranquilidad.
Daniel se acercó a nosotros e hizo una reverencia, dándonos la bienvenida, para luego indicarnos que nos coloquemos en posición. Aquello parecía casi surrealista: dos enemigos a muerte desde hacía 30 años creando una alianza. Pensándolo bien, era algo bastante razonable que dos personas adultas arreglen sus problemas de adolescentes y sigan adelante, pero en este caso era algo casi ilusorio.
El entrenamiento duró poco más de una hora, pero se hizo eterno para mí, dada mi falta de experiencia y poco estado físico. Pude observar todas las habilidades que los demás tenían y comprendí como realizar movimientos que desconocía. Al terminar, Amanda se acercó con limonada fresca para todos.
Todavía no terminaba de comprender qué rayos estaba sucediendo allí, pero debo admitir que fue un momento muy grato y pacífico. Todos parecían personas agradables, y era muy satisfactorio un respiro de armonía entre tanta enemistad y odio.
Robby estaba al otro lado del dojo hablando con algunos chicos, tomándose de la mano en forma amistosa y sonriendo, al parecer solucionando problemas, lo cual me hizo sentir muy feliz. Él, siendo un hombre increíble pero bastante incomprendido y con un carácter fuerte, era muy bueno que pueda arreglar sus dificultades con otras personas.
Me senté en el suave césped, junto a un pequeño estanque y metiendo una mano en el agua clara comencé a hacer círculos en el agua, dibujando mi nombre. Sentí que alguien caminó detrás mío y se sentó junto a mí.
- ¿Hay peces? - preguntó Eli.
- ¿Peces? No he visto, pero quizá se espantaron y escondieron - respondí sin quitar la mirada del agua.
- Lamento tanto todo, Mia.
Lo miré y pude ver que sus ojos color cielo se volvían casi de vidrio.
- Está bien - dije de forma constante.
- Arruiné todo y lo siento. Realmente te quería - y casi en un susurro agregó: "Te quiero".
Luego se levantó y se alejó casi en silencio. No quise mirarlo y algo en mí se conmovió. Eli a demás de ser un imbécil, claramente, era un buen chico que fue influenciado por Kreese y actuó como idiota para contentarlo.
Recordé los momentos que pasamos juntos, sobre todo peleando y bromeando, y sonreí.
- Recién llegamos y ya quieren llevarse a mi chica - dijo Robby sonriendo, mientras me besaba en la mejilla sentándose junto a mí.
- ¿Tu chica? Yo no soy de nadie - respondí y devolví el beso.
- Bueno, sabes a qué me refiero. Pensaba en que podríamos volver caminando y pasar por algo de helado, ¿te parece?
- Mmmm, Aisha me invitó a almorzar y pasara tarde con ella y Sam. Creo que dijo algo de una piscina.
Robby me miró dubitativo y se echó a reír. Me reí también.
- Bueno, es la primera vez que puedo llegar a tener algo parecido a amigas. Voy a intentarlo al menos.
- Es cierto. Debemos tratar de tener una vida, ¿normal? - dijo, y me abrazó fuerte.
Johnny nos llamó con un grito desde la calle y nos despedimos de los demás rápidamente con un saludo general. Al subir al automóvil estaba serio y ni siquiera prendió el estéreo, recorriendo varias calles en silencio.
- No soporto a ese LaRusso. Espero con ansias el momento de destruir a Kreese para no tener que ver más su cara - dijo mientras ponía música.
Miguel volteó y nos observó encogiéndose de hombres y aguantando la risa.
Cuando llegamos a casa tomé una ducha y luego de arreglarme me dirigí al patio a tomar una cerveza junto a mis plantas. Robby se acercó sigilosamente e intentó asustarme, pero pude verlo de reojo y salté sobre él, tirando la pequeña botella al césped y cayendo sobre él.
Nos besamos en la hierba por unos segundos, hasta que una bocina conocida sonó en la calle.
- Debo irme - dije, y besé su frente. Luego me levanté y corrí hacia el automóvil.
Nos dirigimos hacia lo que parecía una especie de hotel con piscina para ricos, con comida y barra libre. El lugar era increíble y fuimos derecho a buscar algo que almorzar.
- ¡Muero de hambre! - dijo Sam al ver las mesas repletas.
- Creo que hay lugar en mi bolso - agregó Aisha, y comenzamos a reír.
Después de comer nos cambiamos y estuvimos junto a la piscina, para luego entrar y tomar un poco de sol.
- Ash, ¡odio el sol! Pero el agua está exquisita - les comenté, poniéndome protector solar nuevamente.
Estuvieron bromeando acerca de mi blancura por un momento y decidimos ir por una cerveza a otro lado, ya que al ser menores de edad no nos las darían en aquel club.
Bajamos en una tienda cerca de la playa y pensamos que sería bueno ir a caminar por la arena antes de volver a nuestras casas.
Recorrimos un corto trecho, y una voz  que nos hizo temblar resonó a nuestras espaldas como un eco en aquel hermoso paisaje.
- Las perras se han unido, ¿qué te parece, Kyler?