Ese Joven Humano, Es Frágil

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Capítulo dedicado a: XiiDrt y 0IntheSnow0, por seguir esta historia

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Capítulo dedicado a: XiiDrt y 0IntheSnow0, por seguir esta historia. ¡Muchas gracias!

Brincar sobre los tejados de la casa no había sido buena idea, una imprudencia de parte de ambos demonios

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Brincar sobre los tejados de la casa no había sido buena idea, una imprudencia de parte de ambos demonios. Lo supo, con completa perfección, no pudo evitarlo.

—¡Ciel! —El grito de ese joven humano que le sacaba canas verdes a Sebastian los estaba llamado como si nada desde la ventana de su cuarto. Vaya, era horrible, pero aun así debía de aceptar las grandes agallas que tenía, como para gritar el nombre de un demonio y no preocuparse por las consecuencias.

—Sebastian —llamó el mencionado, estirándose para poder divisar al rubio que estaba a unos metros de distancia. El mayor no pudo hacer más que tronar sus dientes, en un modo de rebeldía, antes de girar sobre sus talones y llegar a la par, deteniendo sus pies en el marco de la ventana, cuando Yuki retrocedió para dejarlo pasar.

Michaelis terminó bajando a su joven amo, sólo a regañadientes e insistencias de un movimiento impaciente. Apenas éste puso los pies sobre el suelo, Yuki se le tiró encima, con una carcajada alegre y aferrándose al cuerpo ajeno.

—¡Estás aquí! —gritó exaltado, sacando provecho de su estatura para poder pegarlo a su pecho, sin que éste pudiera respirar bien.

—¡Alois! —exigió en un grito ahogado que lo soltara, pero no sirvió de nada, incluso el chico en algún punto había logrado pasar una de sus manos por sus hebras azules, dando una caricia certera.

Al final, después de ese extraño saludo y como Alois se burlaba silenciosamente del azabache de hebras desordenadas por la posición en la que no podía decir nada, por fin se puso serio, alejando al otro de su pecho, tomándolo de los hombros, obligándolo a que lo miraran a la cara. Las pupilas azules de Yuki ahí por fin notaron la unión en sus ojos, siendo un pentagrama apagado pero igual de sobresaliente. Al parecer, habían olvidado el parche.

Más tarde, su mirada bajó directamente hasta la ropa que usaba, a juzgar por lo largo que quedaba, y lo bien acomodada que estaba, se podía apostar que era el frac de Sebastian. Eso lo molestó un poco, no pudiendo hacer más que mover una de sus cejas, con un gesto arrogante.

Esos Demonios, En La Eternidad [SebaCiel] | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora