❝ supongo que soy sólo un juego para ti ❞
Draco Malfoy está dispuesto a conquistar a Ophelia Autumn con tal de demostrarle a Blaise Zabini y su séquito de seguidores que enamorar a una inútil e ingenua Hufflepuff no es problema para él ni mucho meno...
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CAPÍTULO UNO nuevo año
Ophelia Autumn contempló con detenimiento el gran Expreso de Hogwarts que estaba frente a ella, aquél que se presentaba ahí todos los años.
Respiró hondo y suspiró alegre.
Hoy volvería a un nuevo año en Hogwarts y de eso estaba más que contenta, parecía irradiar felicidad, aunque eso era algo que le decían a menudo. Sí, era una chica alegre.
Ophelia no creía que existiera alguien más feliz que ella por ese nuevo año, por su nuevo cuarto año en Hogwarts. Estaba segura que nada ni nadie impediría que este año fuera excelente.
Autumn tenía todo bajo control. Sus calificaciones siempre eran de excelencia y seguro este año no sería la excepción, sus amigos y sus padres ciertamente la querían —uno más que otro, pero igualmente ambos—, prácticamente no le faltaba absolutamente nada. Todo siempre iba demasiado bien y le gustaba que fuera así.
—Ophelia, ¿estás lista? —preguntó la señora Autumn.
Ophelia miró a su madre y le asintió, sólo eso fue necesario para que su madre comprendiera que su hija estaba más que lista.
Todos sabían que Ophelia era una chica responsable y no dejaba escapar ni un solo detalle, por lo que este año sería fácil al igual que los anteriores. Le hubiese gustado que su padre también estuviese allí para despedirse de ella, pero comprendía que él apreciaba mucho más el trabajo y tenía otras preocupaciones por sobre su hija.
Se despidió una última vez de su madre y ella le recordó que debía ser precavida y siempre mantenerse al margen.
Ophelia subió entusiasmada y caminó para poder hallar un compartimento totalmente vacío.
No le pareció una sorpresa que mientras caminara muchos de sus compañeros de Hufflepuff la saludaran, era algo popular entre ellos.
Al hallar un compartimento vacío sonrió para sí misma y entró, para luego sentarse y observar con gusto ese paisaje que tanto le encantaba ver.
En cuestión de minutos las puertas se abrieron dejando ver a dos personas con una expresión de indignación en el rostro. Ophelia en un instante se asustó al oír como se abrían abruptamente las puertas, pero al ver quiénes estaban ahí de inmediato cambió su postura a una más pacífica.
—¡Te estuvimos buscando por todos lados, Ophelia! Debiste esperarnos.
Fred y George Weasley, unos agradables chicos a los que Ophelia les tenía bastante aprecio. Para ella aquél dúo eran fantásticos en todos los sentidos. Podría llamarlos hasta confidentes.
—Lo lamento, chicos. Saben cuánto me entusiasma volver y no esperé ni un poco al subir. Y la verdad es que a veces estar sola no está mal, disfruté bastante estos minutos con mi sola presencia y el agradable paisaje.
Ambos se cruzaron de brazos y negaron, dándose una mirada al mismo tiempo. Lucían idénticos en ciertos aspectos, pero Ophelia sabía diferenciarlos.
—Ophelia, ¿acaso ya no disfrutas de nuestra compañía?
Fred hizo un énfasis en el "disfrutas" y le dio un codazo a George, quien se mantenía a su lado.
Ophelia notó el tono burlón en la voz de Fred y no pudo evitar reír.
—Tranquilo, ella sabe que estar con nosotros siempre es agradable—continuó George y también se burló.
Ophelia volcó sus ojos y se entretuvo de la situación.
—No digan tonterías, sus palabras se pueden malinterpretar.
—¿Malinterpretar? ¿Siquiera dijimos algo malo? Eso es una clara ofensa —dijo George una vez más.
Fred llevó una de sus dos manos a su pecho e hizo una expresión de supuesto dolor.
—Al parecer nuestra pequeña Ophelia ya no nos necesita ni para alegrar sus días. Sólo mírala George, está ahí como si nada y ya no nos busca como antes.
Ophelia conocía sus falsos actos teatrales, por lo que no le dio importancia al asunto.
Luego agarró el brazo de Fred y lo obligó a sentarse a su lado, miró a George y eso bastó para que él comprendiera que también debía sentarse, aquél sonrió ladino y se sentó frente a Autumn y su gemelo.
—¿Creen que este año sea bueno? —musitó Ophelia, suspirando con una ligera tristeza, algo poco común en ella.
—Vamos pequeña, arriba los ánimos. ¡Tú siempre eres buena en todo! Seguro y este año no es la excepción —contestó George, a lo que Fred asintió dándole la razón.
Ophelia ensanchó una sonrisa y los observó a ambos con mucho cariño, ellos siempre estaban ahí para animarla. Los adoraba.
—¡Gracias, chicos! No sé qué haría sin ustedes.
La joven rubia dejó caer su cabeza en el regazo de Fred y aquél acarició su largo y sedoso cabello. Ophelia bostezó y prosiguió a cerrar sus ojos, pero no sin antes echarle una rápida mirada a George y sonreírle.
Autumn sabía que una vez llegaran a Hogwarts la despertarían, así que durmió con total despreocupación y se permitió gozar del sueño.
NOTA DE AUTORA.
No sé si los lectores anteriores recordarán que el capítulo era mucho más corto, y además, hay cosas que agregué y otras que cambié. Por ej: el apellido de Ophelia fue cambiado, también se agregó mucho más sobre su vida personal y otras sobre cómo se lleva con sus compañeros, lo cuál ahora se puede apreciar un poco mejor en el primer capítulo.
