❝ supongo que soy sólo un juego para ti ❞
Draco Malfoy está dispuesto a conquistar a Ophelia Autumn con tal de demostrarle a Blaise Zabini y su séquito de seguidores que enamorar a una inútil e ingenua Hufflepuff no es problema para él ni mucho meno...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPÍTULO DOS el plan da inicio
Para la mayoría, Ophelia era un ser de luz. Una chica bellísima, amable y generosa... Además, muy inteligente.
No había quién no se quedara embobado admirando su belleza o mínimo en su bonita sonrisa, porque hasta eso era perfecto en ella.
Claro, habían quiénes la odiaban por esas mismos motivos —un gran porcentaje de estudiantes en Slytherin no la querían—, y otros quiénes la envidiaban. Todos tenían una distinta percepción de ella.
Pero a Ophelia realmente nunca le interesó su supuesta popularidad. Para ella, eso no era importante y nunca lo sería. Prefería centrar su mente en cosas que ella consideraba importantes, tales como su rendimiento escolar.
Al estar en el Gran Comedor se sentó en la mesa de los tejones junto a sus compañeros, y los demás no tardaron en recibirla con sonrisas y efusivos gestos de admiración y alegría.
A lo lejos en la mesa de los leones divisó a sus gemelos favoritos, y alzando la mano los saludó. Ellos le sonrieron y también alzaron sus manos para saludarla, Ophelia les sonrió contenta y no pudo evitar soltar una risilla con diversión.
Dumbledore dio su gran discurso de todos los años e informó de la competición del Torneo de los Tres Magos. En el cual no sólo participaría un estudiante de Hogwarts, sino también un estudiante del Instituto Durmstrang y la Academia Beauxbatons. Cuando los estudiantes de allí hicieron presencia en el Gran Comedor, haciéndose paso en medio, hicieron una presentación increíble que a más de alguno dejaron encantados. Y al parecer, un nuevo maestro también abriría paso. También se dio la condición de que no fueran menores de diecisiete años quiénes participaran, y para Ophelia ver las reacciones de Fred y George fue bastante gracioso.
🍁
—Aún me sigue pareciendo una burrada. Nosotros también merecemos participar.
Ophelia observó a George y rió. Abrazó el libro que mantenía en sus manos y habló.
—Deberían ya rendirse, no pueden darle la contraria a Dumbledore. Eso es prácticamente imposible.
Fred y George se miraron y se regalaron una sonrisa cómplice, una que Ophelia conocía muy bien.
—Pero tú nos conoces, pequeña. Ya tenemos una solución, una muy buena solución —dijo Fred convencido.
—Sabía que alguno diría algo como eso.
Ophelia negó riendo y siguió hablando con normalidad, con aquellos chicos que tanto la hacían reír y tener buenos momentos, mientras del otro lado del pasillo un grupo de Slytherin los miraba con atención.
