Nunca le he confesado a nadie
que me da miedo mirarme al espejo,
por si me encuentro,
que encontrarse es verse completamente solo,
y creo que perderse es que te encuentre otro.
Nunca digo nada que tenga sentido,
porque creo que si alguna vez entienden lo que digo,
van a dejar de escucharme,
y en la ignorancia se está más vivo.
Nunca he tirado una entrada del cine,
que no es guardar un papel,
es guardar un beso en la penúltima fila.
Nunca dejo de observar, de pensarlo todo.
Y de entre las cosas que pienso, y las que no he dicho,
está mi afán de enlazar todo lo que no tiene sentido,
pero como ahora a todo se le llama poesía,
aprovecho el descuido y me pongo a escribir
