Y desaparezco, me escondo entre tus besos sabiendo que luego vendrá un terremoto de miradas.
Me descompones, a ti lo de volverme loco no te bastaba.
Jugamos en la misma sinfonía sin cantar la misma canción.
Vivimos en el mismo verso aunque tu leas Neruda y yo Withman.
Somos horribles, pero ya que lo somos, seamoslo juntos.
Que se pare el mundo! Que no nos daremos ni cuenta.
Directo, me dices que hace tiempo que solo yo te inspiro, indirectamente te respondo que desde que apareciste en mi, mis letras no te definen más que a ti.
Supongo que mi cabeza ha llegado al borde de la locura contigo, pero como siempre, al pensar en eso me vuelves a sorprender.
Invades mi música, mis sueños, mi todo, me has invadido por dentro, así que ya que te quedas no te vayas.
Desconocía la ausencia de no tener a alguien, nunca me hizo falta nadie, hasta que apareciste tu, desde entonces mis días tienen nombre y apellido.
