24.

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Jungkook sabía que perdería teniendo tan poca fuerza pero haría lo posible para tan siquiera darle una golpiza justo en el rostro.

Intentó pararse de su lugar, batallando por aquel dolor de cabeza luego de ser jalado de sus cabellos por el pelirrojo.

-Si no tienes las fuerzas suficientes, ¿por qué hablas por hablar?- Rió ante la incompetencia de aquel chico.

De repente, Jungkook comenzó a reír.

-¿Podrías decir el por qué ríes? Quisiera reír yo también luego de tanta tensión en mis hombros.- Habló el mayor.

El pelinegro miró fijamente a los ojos de aquel hombre antes de hablar.- Es porque eres un estúpido.

Hyung Sik agrandó los ojos y sin duda soltó una patada que cayó en el rostro del chico.

-Aquí el único quién puede maldecir soy yo.- Con alto mando se oyó aquella voz.

Jungkook escupió un poco de sangre para retomar sus palabras.- Tu peor error fue confiar en ti mismo.

-¿Cómo por qué dices tremenda estupidez?- Preguntó Sik.

-Perdiste, Hyung Sik. ¡Chicos!

Ante aquello último ciertos disparos retumbaron aquel lugar junto a cientos de vidrios cayendo al piso luego de ser embestido por una bala.

Hyung Sik volteó hacía atrás, viendo como el hombre a quien le encargó a Taehyung yacía en el piso y sin vida. Otra bala incrustada en su frente había acabado con su vida.

El mayor estaba desconcertado, volvió su mirada hacía aquella puerta derribada, viendo así como Yeonjun y Soobin (éste aún herido más sin embargo con muchas ganas de pelear) lo miraban con mucho rencor.

Pues, por culpa de él su compañera Momo tuvo que sacrificarse.

Hyung Sik; al ver que no contaban con más balas fue que decidió ir a tomar la suya pero tras voltear, aquella arma apuntaba hacía su frente y quien tomó aquella ventaja era nada más y nada menos que Taehyung.

-¿Cómo pudieron, malditos?- Se atrevió a preguntar.

Jungkook, tras corroborar que el plan había funcionado se paró de aquel lugar. Es extraño, pues se levantó sin una pizca de dolor como hace unos minutos.

-Tener aliados siempre es una muy buena opción.- Habló el pelinegro.

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-Sólo espero que ames a este chico por lo que es y no por lo que parece. Es buen muchacho.- La sonrisa serena del castaño ayudó mucho al peliazul.

Éste solo asintió, con ello bastaba para Taehyung. Se paró de donde estaba y con un "andando" por parte de él fue que salieron de aquella habitación.

-¡Esperen!- Gritó Yeonjun, haciendo detener el paso de ambos jovenes.

-Tengo un plan para que ninguno de nosotros vuelva a salir herido. Es sencillo y rápido de explicar así que; escuchenme.- Continuó el peliazul.

-Hyung Sik siempre tiene hombres dentro de esa habitación, la única manera para qué el confíe en que puede solo es fingir que tú ya no puedes con tu fuerza física. Finge elogiar su destreza y hará que mande a volar a sus hombres. No debes dudar ni un segundo de lo que haces o si no se dará cuenta muy rápido. Nosotros nos esconderemos muy bien para derribar a los sujetos que salgan de esa habitación y tomar sus armas. Si confían, todo saldrá bien.- Terminó por decir.

Un Hombre Sin Rostro. 《TaeKook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora