Un Hombre Sin Rostro. 《TaeKook》

16.

-¡Tú sigue corriendo, no mires atrás!- Gritaba Soobin ya que aquel estridente sonido de la alarma no paraba.

Taehyung no rechistó.- ¿Estás seguro de a dónde vamos?

-He estado en este lugar durante siete años, me sé estos pasillos al derecho y al revés.- Contestó el mayor.

Mantuvieron su corrida por unos cuantos minutos más, disminuyendo poco a poco por el cansancio que se aproximaba, no obstante; aquellas pisadas detrás de ellos los motivaban a seguir.

Taehyung vió una puerta semi abierta y confiándose en que no habría nadie entró, jaloneando a sí mismo el brazo de Soobin.

El menor se sorprendió al ver a alguien ahí dentro, hojeando con una linterna unos papeles y éste sin darse cuenta que aquellos dos entraron por el inmenso ruido allá afuera.

-¿Momo? ¿Qué haces aquí?- Pregunta el científico.

Aquello exaltó a la chica, quien dió un brinco por el repentino susto más aliviándose al ver que se trataba de Soobin y Taehyung.

-¡Dios! Casi me hago del susto, no hagas eso.- Exclamó la joven.

-¡¿Te asustas por esto pero no por el ruido que están armando allá afuera?!

-Seguro es otra clase de simulacro, que aburrido.- De repente su mirada va hacía el chico, quien lo nota respirar pesadamente y así dándose cuenta de que algo andaba mal.

Miró a ambos chicos seguidamente antes de preguntar.- ¿Qué es lo que hicieron?

-¡Eso no importa! Están buscando el cuello de este chico, lo que queremos es salir pero seguro y ya estamos rodeados.- Asustado era poco lo que sentía Soobin.

-¿Estás ayudándolo? ¡¿Sabes lo que te podría pasar si Hyung Sik se entera de esto?!- La chica comenzaba a exaltarse.

-Sé perfectamente lo que pasa pero, ¿tú no haces lo mismo?

-¡Pero yo si sé disimular, carajo!

Taehyung decide interrumpir.- Chicos, de verdad lamento interrumpir pero estamos en una clase de "vida o muerte" en este instante. Por favor, paren ya.

Aquellas palabras hacen detener los nervios y claros exaltos de los jóvenes, suspirando lentamente.

-Escuchen.- Habló Momo.- Por aquí hay una pequeña salida, los guiaré pero sólo eso.

-Momo, tú también estás cansada de esto y sé que es tan repentino lo que te voy a preguntar pero; ¿por qué no te unes a nosotros? Si tenemos suerte pondremos fin a este tormento.- Es turno de Soobin para hablar.

-¿Y si no tenemos suerte?- Su voz se oía desesperanzada.

-Pues te veré en el cielo mi querida amig...- No terminó su frase ya que fue interrumpido por un zape por parte de ella.

-Que positivo, ash.

-¡Momo! Por favor confía en nosotros, mi instinto me dice que cerca de aquí hay otros quienes nos están apoyando, quienes darán pelea si es necesario.- La voz del menor resonó en el lugar.

-Tus palabras son más confiables que este tipejo.- Suspiró.- Pero le entro, que valga la pena este martirio a quienes nos enfrentaremos.

Los tres chicos se encontraban entretenidos en sí mismos que no oyeron la puerta abrirse lo cual no es de extrañar.

-¡Aquí está!- Se oyó la inmensa voz de aquel hombre, exaltando a los que se encontraban con él.