Día 40 (Recuerdo 4/¿?)

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Ambos protagonistas se encontraban mirando la magnífica puesta de sol tranquilamente.

Ambos perdidos completamente en su propio mundo, sin prestar atención a nada más que su propia mente.

Para ellos momentos así se convirtieron en rutina, sin embargo la intranquila mente de nuestro querido albino hoy se encontraba divagando en un recuerdo que hacia tiempo se había prometido olvidar.

~▪Recuerdo▪~

Ese día Timba le había invitado a una fiesta que organizaba un amigo de el. Al principio se había negado, pero al final de tanta insistencia por parte de su amigo termino cediendo.

La fiesta, como naturalmente cualquiera de adolecentes, estaba llena de música fuerte y bebidas alcohólicas.

Rius al tener sólo 17 años se negaba a beber cualquier clase de bebida alcohólica, por lo que, más que disfrutar de la fiesta, se sentía un poco incómodo en aquél ambiente.

--¿Quieres un poco?-- pregunto un peli-azul sentandose a su lado mientras le acercaba un vaso de contenido dudoso.

--No gracias, sabes bien que no bebo-- dijo alejando el vaso.

--Pero no hace daño si sólo es una. además, esto es una fiesta, no pasa nada si bebes.--

--Timba sabes bien que sólo tengo 17, aún no debería beber, además no me gusta.-- Hablo el albino un poco molesto.

--Vale, yo solo queria animarte un poco, te ves triste.--

--Si quieres animarme entonces sacame de este horrible lugar, detesto tanto ruido.--

El peli-azul sólo se quedó callado y se retiró, para el albino fue más que obvio que su amigo se encontraba bajo los efectos del alcohol, de no ser así no le hubiera ofrecido aquél líquido que despreciaba.

Pasados unos minutos de que se fue el peli-azul este volvió y tomo la mano del albino para proceder a sacarlo de aquél lugar y comenzar a caminar por la oscuridad de la noche.

--¿Timba?¿Qué te pasa?, Sueltame.-- empezó a forcejear el albino sin entender que pasaba.

No hubo respuesta a su pregunta, el peli-azul sólo siguió caminando mientras se tambaleaba debido a los efectos de beber.

--¡Timba enserio Sueltame!, me estas lastimando--

Volvió a quejarse el albino a lo que el peli-azul le soltó y siguió caminando.

--Timba enserio, ¿qué te pasa?--

Silencio.

El albino sólo le miro y siguió caminando a su lado

--¿Querias salir de ahí verdad?-- hablo el peli-azul rompiendo silencio que se había creado --solo hice lo que pediste.--

--Pero hay formas de hacerlo, arrastrar a alguien no es una de ellas.--

El peli-azul se detuvo.

--¿¡Tu que vas a saber de formas de hacer algo!?--

--¿Eh?-- hablo confundido.

--¡Tu sólo haces las cosas sin saber siquiera que las haces!.-- hablo dirigiendo su vista al albino.

--¿¡De qué estas hablando!?-- pregunto más que confundido por aquella situación.

--¡Sabes bien de que estoy hablando!, lo sabes, pero lo niegas igual que yo, ¿por qué no simplemente lo dices y ya? Si tu lo admitieras las cosas serían más simples.-- hablo bajando cada vez más el tono de su voz.

--En verdad no se de que hablas Timba.-- dijo mientras se acercaba, el alcohol le estaba jugando una mala pasada a su compañero.

Cuando miro de cerca la cara del peli-azul pudo notar como sus ojos se cristalizaban, como si estuviesen a punto de soltar en llanto.

--T-Timba, no llores, todo esta bien. Te llevaré a casa, va-...--

Las palabras del albino fueron cortadas repentinamente.

Su voz incapaz de salir quiso gritar, su cuerpo incapaz de moverse quería salir huyendo de aquél lugar y sus ojos incapaces de mirar a otro lado querían seguir contemplando el rostro de aquél chico de cabellos azules.

El lo estaba besando, sus manos alrededor de su cintura lo confirmaban, su rostro tan cerca de el, sus respiraciones chocando, su corazón latiendo rápidamente.

Sólo eran ellos dos bajo aquella farola en la oscuridad de la noche, todo eso era como un sueño hecho realidad, uno de cual si pudiese no despertaria nunca.

Pero los sueños no se hacen realidad tan fácilmente.

Y aquél aroma a alcohol en el beso fue lo que le trajo a la realidad.

Sabía que el peli-azul sólo le estaba besando debido a su estado de ebriedad, lo sabía, pero no quería separarse.

quería ser egoísta y sólo pensar en si mismo y en la felicidad que sentía, quería ignorar el sabor a alcohol en los labios del contrario, quería creer que aquél beso era por amor.

Pero simplemente no podía.

Tomó toda la voluntad del mundo y separó suavemente al peli-azul de el.

El otro ante tal acto sólo le miro y recargo su cabeza en el hombro del contrario para momentos después caer dormido.

El albino lo dejo caer lentamente al suelo y saco su celular para llamar a alguien y que los recogieran.

Aún camino a casa de vez en cuando tocaba sus labios involuntariamente, ¿cabía la posibilidad de que ese beso fuera por algo más que el alcohol?.

Probablemente no.

Pero aún se valía soñar.

~▪Fin del recuerdo▪~

11 días sin marcar todavía.

Continuará.

Más allá del atardecer (Riumba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora