Día 50. (Recuerdo 5/5)

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Era de noche y un albino se encontraba mirando su calendario.

En el habían 50 días marcados con con una cruz de color rojo y un día marcado con un círculo color azul con la palabra:

Confesión.

Lo miro de nuevo, ¿en verdad planeaba confesar sus sentimientos al día siguiente?.

Tenía miedo, pero en una situación así era normal, por su mente pasarón todas aquellas frases motivadoras que le habían dicho sus amigos y su madre.

"Es normal tener miedo la primera vez que te confiesas"

"Cualquiera teme al rechazo, pero si no dices lo que sientes nunca sabrás si realmente te rechaza"

"Esta bien pensar en el rechazo por que así te preparas mentalmente, pero también está bien soñar, porque si no sueñas no se hará real."

"Siempre tendrás miedo al rechazo, pero si tu no dices lo que sientes por ti mismo, nadie lo dirá por ti"

Se repetía esas frases una y otra vez, tratando de encontrar un poco de calma entre todos los nervios que tenía.

De pronto su mente le hizo recordar el porque estaba metido en eso.

~▪¤Recuerdo¤▪~

--Oye Rius...-- hablo el chico de sudadera azul.

--Dime.--

--¿Tu sabes de la leyenda del monte Aomigakatta?--

--¿El qué esta cerca de la estación Kodomo jidai?--

--Si, ese mismo-- asintió sonriente.

--¿Tiene una leyenda?--

--¿No la conoces?--

El albino negó con la cabeza.

--Dice la leyenda que si observas el atardecer en la cima de la montaña durante 51 días, la persona que más amas corresponderá tus sentimientos.--

--¿¡Enserio!?-- pregunto sorprendido.

--Baja la voz-- le regaño el de sudadera azul.

--Perdón-- se disculpo --¿Pero eso es enserio?--

--Si, pero para que funcione necesitas 2 condiciones.--

--¿Cuáles son?--

--Uno: Tienes que estar los 51 días antes de que el sol comience a esconderse, de lo contrario tendrás que empezar de cero de nuevo. Y nuemero Dos: por nada del mundo puedes decirle a esa persona lo que sientes antes de que acaben los 51 días o de lo contrario esa persona te va a odiar de por vida.--

El albino trago saliva.

--De por vida es mucho tiempo-- dijo temeroso.

--Si, pero creo yo que vale la pena si garantiza que la persona de la que estas enamorado te corresponda.--

El albino asintió, el riesgo era grande, pero la posibilidad de que la persona que amaba le correspondiera no sonaba tan mal.

--¿Lo intentaras?-- pregunto el de sudadera azul tras ver la cara de inseguridad de su amigo.

--Claro que no, no me creeré eso, a fin de cuentas es sólo un rumor-- negó frenéticamente con la cabeza en un intento de borrar la loca idea que había tenido.

--Bueno yo solo te lo decía como favor, después de todo la suerte nunca esta de más.-- le miro con una sonrisa -- ¿queda claro?, cuando la desesperación por ser aceptado es mucha, algunas veces cosas así son necesarias.--

El de sudadera azul se levantó y camino hacia la salida.

--Sólo piensalo-- y se fue.

~▪¤Fin del recuerdo¤▪~

Suspiró pesadamente, este no era el mejor momento para recordar eso.

Quizás su desesperación si era mucha.

Pero su optimismo intentaba no quedarse atrás.

Aunque no lo hacia muy bien.

Pero eso no importaba, mañana sería el día en que dejaría de ser el amigo de Timba y se convertiría en su novio.

O al menos es lo que se decía para evitar pensar en el hecho de poder ser rechazado.

01 días sin marcar todavía.

Continuará.

Más allá del atardecer (Riumba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora