Estropeado ¿o no ?- capítulo 4

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POV- Poché
Todo iba bien, se acabaron las vacaciones, y fué el cumpleaños de Calle, ese día, obviamente la felicité, pero quería hacer algo más, y aunque no le hablaba a sus amigos, me puse de acuerdo con ellos y le hicimos una pequeña fiesta dentro del salón, ella llegó, y vi su cara de asombro y luego de felicidad, me acerqué, la saludé , la abracé lo más fuerte que pude y le entregué la pulsera que había conprado para ella.
-Poch, no tenias que hacer esto- e hizo puchero
- Si tenia, es tu cumpleaños- sonreí, y me hice a un lado para que pasara a hablar con sus amigos, me gustaba verla feliz.
Ese día fue perfecto, tal como lo había planeado y yo estaba en una estado de ánimo inmejorable, al siguiente dia  al llegar a mi casa, mi celular vibró, me alegré al pensar que era ella, pero al levantar mi celular, vi otro nombre
"Mario"
Él era alguien a quien yo quería, no podía decir que no, pero yo sabía que me hacía mal, no podría llamarlo mi novio ni mi ex novio, simplemente era con quien había sucedido algo, pero tenía algo que me hacía no poder alejarme, Calle no sabía de el y yo no quería que lo supiera.
Por dentro, lo odiaba, por todo lo malo que me había hecho, y lo mal que me hacía todavía, pero cuándo lo veia en persona, me debilitaba y no podía resistirme, siempre terminaba pasando algo.
-Hola mi amor, nos vemos hoy?- bufé, No, gracias, escribí y cuando estaba a punto de mandarlo, entró mi papá
-Hija, Mario me avisó que iban a salir, no te preocupes, yo te llevó- lo odiaba, mi papá lo amaba, ni siquiera pude responder.
-Vámonos el carro ya está listo- dijo, muy sonriente y yo tuve que ir
Cuándo lo ví, sentí mi cuerpo y mi mente debilitándose, no sabía como él era capaz de causarme eso
Entramos al cine, solo el y yo, pude ver y sentir como cada vez se acercaba más a mi, hasta que sus labios estaban sobre los míos, no pude ni quise detenerlo.
Llegué a mi casa, me sentia mal y bien al mismo tiempo
No tenía a quien contarselo, abrí mi celular y vi mi conversación con Calle.
-No hay nadie que pueda entenderme como ella, es ya como mi mejor amiga- pense, mientras escribía y le explicaba en un mensaje bastante largo todo lo que había pasado.
No sabía como iba a reaccionar, pero si sabía que me iba a apoyar, era Calle.
Y lo mandé

POV- Calle
Habían sido días bastante buenos, tranquilos, felices, la sorpresa que me había preparado Poché había sido perfecta, había sido el primer cumpleaños que pasábamos juntas, porque el de ella había sido antes de que empezáramos a hablar , al día siguiente de mi cumpleaños, ya en la noche, me llegó un mensaje de Poché, me pareció raro que no habláramos mucho en el día y me escribiera a esa hora, lo abrí.
Me paralicé al ver cómo comenzaba el mensaje, que era uno bastante largo:
-Hola Calle, perdón por no hablarte mucho hoy pero te tengo que contar algo, es sobre alguien con quien he estado saliendo, Mario, se que no te había contado antes, pero no había salido con él, se que tú podrás entenderme, eres mi mejor amiga...
Mi cabeza no podía entender lo que estaba pasando, ¿ella salía con alguien y yo no lo sabía? ¿Ella me consideraba solo su mejor amiga?
Yo sabía quien era Mario, no asistía a nuestra escuela, de hecho el era un año mayor que Poché, o sea dos años mayor que yo, pero el era un tipo popular, aunque no apuesto para mi gusto, pero muchos lo conocíamos, era el típico chico popular, que creía que podía tener a quien quisiera, que ligaba con todas pero que nadie lo merecía, que se la pasaba de fiesta, presumiendo lo que tenia, en donde y con quien estaba.
Yo jamás lo había visto en persona, pero lo conocia muy bien, por redes sociales, por lo que me contaban , antes de esto nunca había querido conocerlo, ni salir a fiestas donde estaba él, decían que era un gran amigo, pero a mi simplemete me daba mala vibra, y ahora con esto, estaba segura de que no quería verlo ni una vez en toda mi vida.
Nunca creí que a Poché caería por alguien así, pero al parecer ni siquiera la conocia lo suficiente.
Escuché mi corazón romperse, me quedé sin aire y ella claramente no sabía lo que yo estaba pasando, en el mensaje se le notaba tan tranquila, supe que todo lo que había pasado y todo lo que sentía, lo estaba sintiendo yo sola.
Terminé de leer el mensaje mientras sentía como las lágrimas caían por mi cara:
-...Hace un tiempo que salimos, se que me hace mal, pero me enamoré y no lo puedo cambiar, hoy fuimos al cine, se portó demasiado lindo, me dijo que me quiere y que ahora va a hacer las cosas bien, que ha pasado por muchas cosas malas y que conmigo ya se siente bien, que yo lo ayudo mucho, no lo quiero dejar solo....
Seguí leyendo, pero a partir de ahí ya no le puse mucha atención, ¿ella estaba enamorada de alguien más? trataba de procesarlo, después de que lo leí, me tiré en mi cama, no estoy segura de cuanto tiempo pasó, pudieron haber sido 20 minutos, 45 minutos, 2 horas, 5 horas, no tengo idea, solo se que cuando por fin pude respirar bien, y dejé de llorar, abrí otra vez la conversacion, decidida a escribir algo, aunque seguía sintiendo mi cuerpo temblando, no sabía que contestar, no podía decirle lo que de verdad había pensando al leer su mensaje, era claro que ella no sentía lo mismo y no la quería perder, asi que me tragué mis sentimientos y mi orgullo y comencé a escribir:
-Poché, te entiendo, yo se lo que es estar enamorada- (por supuesto que me refería a lo que me pasaba con ella)- se que no se puede controlar, pero tienes que dejar de pensar en los demás y darte un tiempo para ti, para hacer lo que tu necesites y estar con quien realmente quieras, tienes que estar y sentirte bien tu primero, tú eres lo mas importante, siempre, y por lo que me escribiste en el mensaje, el no te ha tratado muy bien, pero es tu decisión, yo te voy a apoyar en todo lo que tú decidas y te ayudaré en todo lo que pueda- escribí y lo mandé
El aire aún no me llegaba a los pulmones como lo hacía normalmente, me volví a tirar en la cama, esa noche no pude dormir.
Me puse a pensar, y recordé que ese día, antes de su mensaje yo había empezado a hacer su regalo del 14 de febrero, había empezado a escribir un libro, un puto libro porque una simple carta no me alcanzaba para expresar todo lo que sentía por ella, me reí, quedaría como una idiota enamorada, negué con la cabeza, pero no pensaba rendirme, con ella no. 

Me levanté de la cama y tomé el libro donde había empezado a escribir, éste tenía unas 170 hojas, me pareció bien, el primer capítulo eran puras cosas lindas, pero a partir del segundo le escribí reclamos, tal vez no tuve el valor de decirle la verdad en el momento de contestarle el mensaje, ni tendría el valor de decírselo en persona, pero ella lo sabría, de un modo o de otro. Podía haberme lastimado de una manera muy fuerte pero mi amor por ella no se iba a ir nunca.
Tenía un poco menos de tres semanas para acabar el libro, y lo hice, un poco más de 170 hojas escritas a mano por mi, contenía de todo, más de mi, reclamos, palabras de amor, agradecimientos, disculpas, todo lo que tenía que decirle, por eso lo llamé "Lo que debí decir" y la verdad estaba orgullosa de lo que había hecho.
En esas tres semanas que pasaron nada cambió mucho, solo que la verdad me quise alejar un poco de Poché, por mi propia salud mental, yo estaba bien dentro de lo que cabe, pero me moría de ganas de demostrarle lo que era un amor real, incondicional, sano y no lo que Mario quería hacerle creer que era amor.
Junto con el libro, también preparé más cosas, dulces personalizados , como me gustaba llamarlos, eran dulces que yo había abierto, puesto cartas o regalitos adentro y los había vuelto a cerrar, metí ambas cosas en una caja, y por supuesto yo no esperaba nada de ella, trataba de mantenerme positiva con la situación de Poché, pero mi cabeza me traicionaba y me hacía pensar cosas como
-¿Para que te preocupas en hacer algo si ella ni siquiera piensa en ti? seguramente está muy ocupada con su novio
La verdad tal vez tuviera razón pero me quería convencer de que yo seguía siendo parte de su vida , que me quería y pensaba en mi.

Llegó el día, el 14 de febrero, yo era una mezcla de emociones, tristeza, nerviosismo, felicidad, enojo, de todo, básicamente.
Primero teníamos una clase y después de eso, podíamos estar afuera, en el patio.
Cuando acabó esa clase, salí con mis regalos  y la vi, pero aún no estaba preparada para hablarle, así que saqué mi comida y me giré hacia otro lado.
Creo que Sebas, Kim y Lau estaban igual de nerviosos que yo.
De repente ví como ella se acercaba casi corriendo, creí que me iba a decir algo, pero no, solamente puso en mi mano una carta y salió corriendo hacia donde estaba antes.
Me quedé confundida,  al igual que mis tres amigos, ella a veces era demasiado rara, impredecible.
Decidí no leer la carta en ese momento.
Pasaron unos minutos, y ya estaba lista, así que respiré y la miré, estaba con sus amigos, fijé mi mirada en ella, funcionó, volteó y la llamé con mi mirada, se acercó a mi, estábamos solas, en una esquina del patio de la escuela, le di la cajita que contenía el libro y los dulces.
-Calle no tenías que hacer esto- me miró con ternura
-No, no tenia pero quise hacerlo- le dije, pero sentí que se me cortaba la voz, y como pude, agregué:
-Porque te quiero Poché, te quiero muchísimo, y ..- traté de continuar pero ella me interrumpió de la manera más linda posible, lo que yo creía que ya nunca pasaría, pasó

Ella y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora