¿En ti puedo confiar?

Capitulo 10

/Cabe recalcar que no soy dueño de absolutamente nada de One Punch Man, ningún personaje me pertenece. Esto es una adaptación de la gran obra de One y Yusuke Murata/ 

MANSION EN LAS MONTAÑAS-CIUDAD G

Después de que Madame Shibabawa se retirara del restaurante

La lluvia había finalizado dejando un perfecto sol que poco a poco estaba empezando a ser acompañado por algunas nubes que se empezaban a formar. A diferencia del cúmulo de nubes negras que acompañan a las tormentas, estas eran de un perfecto color blanco, variadas en su tamaño, aunque las pocas que no se movían en dirección opuesta, como el resto, estas mantenían una forma de semi trenzada, dando así un muy buen paisaje. Los carros pasaban por las carreteras ocasionalmente salpicando entre pequeños charcos que aun habían quedado por las pistas. Entre todo el cúmulo de pequeños autos, motos, carros normales, camiones y carros normales; Se encontraba un "Escuadrón" de camionetas negras, cada una manejaba a una velocidad igual, impidiendo el paso para los conductores que se encontraran detrás

Madame Shibabawa había ido únicamente en un solo carro, aunque en realidad eso fue porque estaba acompañada de la heroína clase S número 2 Tornado del Terror. Una vez que había terminado su pequeña jornada, la cual terminó siendo un total éxito a los ojos de la anciana adivina, el resto de la seguridad contratada por la asociación de héroes había venido a escoltar su vehículo personal hasta su vivienda. A través del camino que se estaba recorriendo, siempre él equipo de seguridad que estaba a la protección de ella mantenía la misma formación. Dos se encargaban de ir al frente, advirtiendo por si algún peligro se encontraba a lo lejos, el carro principal al centro y dos atrás vigilando que nada los estuviese siguiendo

Su destino se encontraba algo lejos de donde se encontraban actualmente, tenían que recorrer toda la carretera principal hasta llegar a la zona montañosa de ciudad G. Ahí se encontraba lo que podía ser uno de los mayores recintos de todo el mundo. Si uno comparaba esa mansión con el resto de propiedades que la mayoría de personas incluyendo héroes poseían, se quedaban realmente abajo. Constaba de toda una estructura empotrada en la base de la montaña. Tenía unas escaleras de mármol perfectamente pulidas las cuales llegaban a una base del mismo material. Desde ahí la vista era ya prácticamente perfecta, se podía ver lo que había abajo realmente bien y los colores de los atardeceres eran indescriptibles a los ojos de cualquiera estando allí

Desde la plataforma en el lugar, la cual tenía una fuente situada simétricamente perfecta en el centro de esta, había tres divisiones a lo que eran los cuartos para invitados y en el centro lo que Madame Shibabawa consideraba era su "casa". De izquierda estaba los salones de comida, adornados con múltiples bordados de oro, sillas de un refinado cuero y la comida era hecha por cocineros realmente reconocidos en su ámbito. De la era un salón de estar, no había nada muy resaltante, subiendo las escaleras que tenía este se convertía en un hospedaje hasta para 20 personas por el espacio de cada cuarto y tamaño de las camas. Madame Shibabawa naturalmente al hacer una salida pensaba en que haría llegando, pero ahora incluso liberándose del problema con Tatsumaki, aun sentía que algo no cuadraba

-Hm... es extraño, pude ver con claridad ambas líneas de Tatsumaki, pude ver la solución a ese desastre ... King, King era fraude por lo que vi, en ambas líneas era un fraude * Suspiro * A Tatsumaki realmente le espera un largo camino para que encuentre su propia felicidad ... luego le diré a Sitch acerca de King, yo no me puedo equivocar dos veces, en ambas vi que el era un humano normal ... Entonces por que siento que todo esto no se acabado, ya no es por Tatsumaki, hay algo mucho más profundo en todo esto. Dijo para sí misma Madame Shibabawa, su carro ya estaba entrando en la carretera principal que la llevaría hasta su hogar. El trayecto desde ahí sería mucho más rápido por la disminución de tráfico vehicular, ya que nadie iba para esa zona