Mi odioso amor » Park Jimin

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— ¡eso no es cierto!

— ¡si, si lo es!

— ¡yo me veía hermosa!

— si, una hermosa en versión Harry Potter

Llevábamos hablando desde hace horas de nuestras anécdotas en primaria. Jimin nunca ha dejado de ser el chico jodedor de siempre, y me lo esta demostrando ahora recordándome cuando usaba gafas

— solo las usaba por mi artismatismo, por suerte se redujo — dije mientras lamia mi helado de chocolate

Jimin y yo estábamos en una de las bancas de la feria. Mientras el mundo entero se la pasaba jugando de aquí para aya, llevábamos como una hora comiendo helado y contando historias

— pudiste usar lentes de contacto — dijo Jimin imitando mi acción

— puede, pero tenia doce años, además era solo en un ojo, ya estoy mejor — terminaba de acabarme el helado y me quede mirado el barquillo por unos segundos — quiero más — mi voz sonó a la de una niña, sumándole el hecho de que añadí un puchero

— Yuri, ¿me quieres dejar en banca rota? — él, que aun seguía con helado de vainilla en la boca me miraba con los ojos abiertos

Este era el segundo helado que comíamos, más el hog dog que comimos y un cubo enorme de palomitas que devoramos entre los dos. Jimin tiene que aprender a convivir con mi apetito.

— fuiste tu el que dijo que todo iba por su cuenta — dije levantando mis manos a ambos lados de mi cabeza

El negó mientras reía. Si mas bien esto parecía una cita, pero una cita súper larga. En cuanto Jimin iba a decir algo vi que se posiciono delante de nosotros alguien que no esperábamos. La señorita Jaerin. Mi sonrisa se borro al momento y Jimin casi se ahoga, tuve que darle algunas palmaditas en la espalda para evitar que se le fuese por el tubo de respiración lo cremoso. Ella nos miraba con el ceño fruncido, se veía...¿molesta? Me importa bien poco la verdad.

— los estoy buscando hace una hora — reprocho la misma haciendo puños con sus manos — Jimin, me dijiste que nos veíamos en la rueda de la fortuna y te estuve esperando por treinta minutos, te llame a tu celular y no contestaste e incluso te busque por todos lados, estaba apunto de irme hasta que te vi aquí — la cara de desconcierto de Jimin por todo lo que ella había dicho, más la cara de enojo de Jaerin hicieron que se me escapara una carcajada que tuve que reprimir porque la rubia me miraba como si me quisiese matar — no es gracioso — sentencio y yo levante mis manos como había hecho antes

— perdón Jaerin, tenia el teléfono en silencio — dijo Jimin poniéndose de pie — lo que pasa es que me encontré con Yuri y se me fue el tiempo — eh de admitir que me haya elegido a mi en lugar de ella hizo que mi corazón palpitase contento, me hacia sentir superior a ella y no pude evitar sonreír — pero puedes quedarte con nosotros si quieres — mi sonrisa se borro al momento y mire a Jimin con el ceño levemente fruncido

No me basta con aguantarla en la escuela, también tengo que aguantarla aquí. Ella soltó un bufido y al ver la cara de niño contento de Jimin ella también sonrió y asintió con la cabeza como si fuese un robot. Si el dice rana ella salta

— esta bien, si tu lo quieres así

— ¿me perdonas? — Jimin junto sus manos poniendo cara de suplica y con la sonrisa que tenia de pedir algo cualquiera caería, maldito Park Jimin

— esta bien — dijo dando un brinquito, yo hice una mueca

Me había repugnado tanta esa escena que lance con desden el barquillo al cesto de basura que estaba a unos metros de mi. Acerté de echo. Me puse de pie cruzando los brazos a la altura de mi pecho e intentando no sonar borde dije