Mi odioso amor » Park Jimin

Epílogo

— definitivamente, me voy a cortar el pelo — dije mientras miraba mis puntas dañadas una y otra vez, siento a Jimin chascar la lengua y negar varias veces

— me gusta tu pelo largo, no te lo vas a cortar

— ¡pero llevo mucho tiempo con el pelo así! Necesito un cambio de look

— ¿para que? ¿Para que después todos te miren embobados? Ni hablar

No pude evitar reír.

Era ya la semana de receso, esa de semana santa y Jimin le pidió a mi madre que me dejase ir con el a Busan, cosa que yo no sabia. Al principio mi madre se negó, nunca he viajado sola, pero Jimin, mi insistente novio, no ha parado de dar la lata hasta que la convenció. El quería que conociera a su abuela que era según el lo opuesto a su padre. Así que ahora estamos en la carretera en el auto de Jimin que no sabia que tenia y llevábamos como dos horas de viaje en rumbo a la ciudad de Busan.

— no seas infantil Jimin, eso no tiene nada que ver — me mira por unos segundos con el ceño fruncido, para luego seguir con la vista en la carretera — eres muy celoso — digo cruzándome de brazos

— ¡claro! Imagínate que no lo fuese

— pues terminarías siendo el novio perfecto

Este es otro punto. A sabiendas que Jimin no había dejado que tuviese romances pasados porque ha ahuyentado a los chicos como si fuese repelente, temía una corazonada de que fuese celoso. Pero esto va mas aya de lo que yo creía. Es muy celoso, ni siquiera deja que se acerquen a mi para pedirme la hora, cosa por la cual terminamos peleando. En parte es tierno, me hace sentir especial

— primor — Jimin hizo relucir su clásica sonrisa ladina — ya soy el novio perfecto — me río incrédula

— y el mas egocéntrico

— tal vez si — dice riendo ladino de nuevo — pero te encanto así

No le contesto, ¿para que? Puse musica en la radio, los viajes son mas amenos con musiquita. Así que escuchamos Bad Romance de Lady Gaga, amo esa canción. Me recuesto en el asiento y me acomodo para poder dormir ya que gracias a Jimin, tuve que madrugar y ahora tenia sueño y sin mas cerré los ojos y me dormí

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—Yuri, Yuri cariño despierta — abro los ojos lentamente para encontrarme el rostro angelical de Jimin, esta faceta de el cuando esta sin comportarse como un pillo me gusta mucho, tanto que no puedo evitar sonreír aun adormilada y el ríe divertido — ya llegamos, te quedaste dormida todo el viaje

— es tu culpa por eso de que la carretera estaba limpia — dije acomodándome

Tuve de hacer un movimiento de cabeza ya que tenia el cuello y la espalda entumecidos. Jimin baja del auto por su lado y yo bajo por el mio. La brisa del mar me golpea en la cara y no puedo evitar sonreír, es jodidamente relajante. Camino a donde esta Jimin que es en el maletero, esta bajando nuestro equipaje y cuando le iba a ayudar ya tenia debajo mi pequeña maleta negra.

— gracias — digo agarrando la palanca de la misma

Jimin cierra el maletero y el auto, pone la seguridad , agarra su maleta y me agarra de la mano entrelazando nuestros dedos para caminar. Me apego a su brazo para no sentirme rara en un lugar completamente nuevo

— deja que veas a mi abuela — anima — aunque a veces es bastante...especial — mi sonrisa se borra de mi cara y le miro juntando mis cejas