VERDADES DESCUBIERTAS(reescrito)

1.2K 97 10
                                    

El corazón me latía a mil estando detrás del árbol, rece para que no me allá visto, no estaba en situación, sentí su mirada analizando la zona. Suspire para calmarme, conté cada segundo del minuto hasta que escuche a mi hermano.

-Podemos terminar con esto de una vez quiero ir a jugar, en el pozo de juegos- su tono me hizo pensar que esto pasaba seguido, y la respuesta de Cunningham también.

- Si...bueno creo que se abrió la herida por eso te llame- su normalidad para hablar me ponía nerviosa.

-Tendrías que tener mas cuidado, no es fácil conseguir estas cosas- me asome, vi como sacaba equipo medico¿ de donde rayos lo saco?.

-Bueno este trabajo no es fácil-que clase de trabajo te dejan esas heridas, la sangre me hizo voltear, como.... espera esa herida es parecida a el..

El piso se ilumino de un color rojo brillante que salía de la ventana, Randy saco un libro con un diseño extraño, de allí venia la luz, su cara era de desagrado.

-ahora si estas en problemas Cunningham te deseo suerte-golpeo su espalda sosteniendo la risa.

-mmm... gracias Howard-reprimió un gemido, que pensaba mi hermano al golpearlo sabiendo que esta lastimado.

Una melodía empezó a sonar, intente callar mi celular, Sali entre los arboles y intente no voltear atrás. Intente parecer normal al entrar a mi casa, me mire en el espejo de la sala, me falta mi brocho rojo, solo esperaba haberlo perdido en el colegio y no en la casa de Randy.

-Heidi, cariño, eres tu.

-Si mamá.

Residencia Cunningham's

Me parecía extraño escuchar ruidos cerca de mi casa, Howard ilumina con su celular los arboles para comentar.

- seguro fue un animal.

Yo sabia que ese ruido no era un animal, sino una canción, los pájaros duermen y no cantan en ingles. Llevo casi dos años viviendo aquí y se que los animales no se ha cercan tanto a una casa en especial estando tan cerca de la calle, Howard se despide, no puede llegar tan tarde a su casa. Me estaba rindiendo cundo algo se atasco en mi zapato.

-.....Heidi.....-reconocería ese broche incluso después de tantos años.

Intente comunicarme con ella por teléfono y cuando no respondía me fui a su casa, pero siempre había un problema que me lo impedía uno: que no estaba o escapaba y dos: los ataque, el colegio era inseguro hasta que arreglaran la estructura y Mcfist aprovecho para mandar a sus robots por toda la ciudad. Después de dos semanas por fin volvimos al colegio, con montañas de tarea pero volvimos. La vi separándose de sus amigas, de seguro a dar el reportaje de la mañana.

- es hora...-la tome del brazo y la empuje a la sala de ciencias antes que pudiera decir algo.

Al verme empezó a gritarme y quejarse con incoherencias, yo espere que terminara el berrinche para hablar y me pregunto entre gritos lo que quería.

- QUE TE PASA!!!!!-grito, saque el broche de mi bolsillo y lo alce enfrente de ella.

- esto- sonríe cundo puso su cara de desconsiento, creo que pensaba que estaba aquí en el colegio.

- eehh.eso no es mío- desvió la mirada y dudo en decirlo.

- es enserio.....desde que te conozco usas este broche, nunca te lo sacas y por casualidad hoy no lo traes-me enoje un poco por el hecho de que no confesara que lo estuvo espiándome.

-yo...este-tartamudeaba, le iba a decir otra cosa cuando se empezaron a escuchar gritos.

-me tengo que ir-le dije para salir del salón y buscar otro.

El cansancio se estaba apropiando de mi cuerpo, tengo que ver que la estructura del colegio no se vea afectada por el transformado de nuevo. Y no se cuanto tiempo llevo peleando con este oso mutante gigante<últimamente hay muchos mas animales, extraño a los monstruos>.

Pero no todo es malo, el oso ya no tiene la misma energía con la que empezó y eso lo hizo predecible o al menos en mi punto de vista. Faltaba los últimos golpes y terminaría con esto, pero el flash me hizo retroceder, Heidi estaba retomando datos de la pelea demasiado cerca, el oso actuó por reflejo y lanzo escombros de rocas en su dirección. Di un giro y con la bufanda tome el escombro mas grande y pesado, tirándoselo en toda la cara. Tome a Heidi y salte al techo de la escuela para ponerla a salvo, pero se me quedo mirando extraño, como la primera vez que la salve. Y lo soltó, me tomo de sorpresa cuando lo dijo, cuando dijo mi nombre.

- ....Ran...dy.....- fue cuando mi mundo se vino abajo en un segundo.

un amor extraño  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora