Doy un sorbo a la taza de té que sujeto con ambas manos mientras observo a Peeta, que está sentado frente a mi con los codos apoyados sobre la mesa de la cocina y las manos sobre los labios. Después de contarle todo sobre mi conversación con Plutarch, Peeta se ha quedado en silencio y supongo que igual que yo, necesita tiempo para procesarlo. Finalmente, suspira.
— Entonces, ¿Tigris vendrá aquí?
— No... no lo sé. — titubeo — Le dije a Plutarch que si Tigris quería reunirse con nosotros tendría que ser aquí y él intentó convencerme de que fuéramos al Capitolio, entonces dijo que el apellido de Tigris es... — me falta el aire otra vez. Cuando dije en voz alta que el apellido de Tigris es Snow, Peeta se supo tan pálido que me arrepentí enseguida de habérselo contado, pero ahora parece haberlo procesado mucho mejor que yo, porque se levanta con rapidez y me abraza por la espalda. — No me acuerdo de nada más. — susurro.
— Tranquila, no importa. Respira hondo. — dice de forma suave. Esto es lo que yo solía hacer cuando él empezaba a salir de un flashback. Al principio no podía acercarme porque resultaba peligroso, pero después de la terapia se han vuelto muy escasos y cuando tiene alguno, es tan leve que basta con que me acerque despacio y le recuerde que está en casa para que vuelva a la realidad.
— Estoy mejor.
— Lo sé, pero no te levantes todavía. Mañana llamaré a Plutarch y hablaré con él, puedo hacerlo, no te preocupes. No creo que le quede nada más con lo que impresionarnos, ¿No? — deja escapar una risa irónica y estoy tan nerviosa que no puedo evitar imitarle aunque en parte tiene razón, después de esto, ¿Podría haber algo peor?
Un maullido me distrae y giro la cabeza para encontrarme con Buttercup, que se acerca despacio maullando para reclamar la atención de Peeta. El gato y yo no nos soportamos, pero Peeta le trata bien y Buttercup está encantado de que alguien esté interesado en mimarlo.
— Hola. — le dice Peeta y siento como su voz me hace vibrar la espalda antes de separase de mi y agacharse para acariciar a Buttercup, que cierra los ojos ante sus caricias — ¿Entonces estás seguro de que Katniss se ha portado bien contigo? — el estúpido gato reacciona a mi nombre abriendo los ojos y bufándome, lo que hace que Peeta se ría con ganas mientras se pone de pie con él en brazos.
— Oh sí, disfruta mientras puedas porque tú duermes en el sofá. — le digo a Buttercup, que me mira con desdén desde la seguridad que le dan los brazos de Peeta.
Aunque estoy mucho más tranquila teniendo a Peeta en casa, no consigo sacarme el tema de Tigris de la cabeza. No iría al Capitolio o al Nuevo Centro, como sea que se llame ahora, por nada en el mundo, aunque sé que una parte de mi espera que Tigris se niegue a venir al ver que tendría que desplazarse hasta el doce. Por otro lado, si accede... ¿Peeta y yo le abriremos las puertas de nuestra casa como si no supiéramos quién es? Me digo que Tigris nos ayudó durante la guerra. De hecho, sin su ayuda no habríamos sido capaces de infiltráramos en el Capitolio el día que fue tomado por los rebeldes. Recuerdo que cuando le dije que iba a matar a Snow y ella sonrió, ¿Qué hizo que le odiara tanto como para alegrarse de su muerte aunque eran familia? ¿Y qué hay en esos archivos que tiene que ver conmigo y en parte también con Tigris? ¿Estoy segura de que quiero verla o de que necesito que saberlo?
De repente, tengo la misma sensación que tuve durante la guerra. Haga lo que haga, todos parecen saber más que yo misma e ir un paso por delante y por mucho que intente ser más lista que ellos, parece que todas mis decisiones están orquestadas. No me atrevo a tomar una decisión sola, y puesto que Peeta sabe lo mismo que yo, solo hay una persona que puede ayudarnos.— Peeta — sus ojos se encuentran con los míos — tenemos que ver a Haymitch. — Ya sabemos como es Plutarch, tengo miedo de que nos acaben manipulando hagamos lo que hagamos. Necesitamos ayuda, alguien que nos diga que hacer.
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Balada de Tigris y el Sinsajo
FanficCONTIENE SPOILERS DE "BALLADA DE PÁJAROS CANTORES Y SERPIENTES" Tras casi cinco años desde el final de la guerra, el nuevo gobierno de Panem decide desglasificae rosos los documentos sobre Los Juegos del Hambre, entre ellos unos archivos inéditos s...