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Volumen 7 CAPITULO 2

Varias doncellas entraron para servir, y trajeron un bocadillo caliente y un tazón de gachas. Dijeron: "Escuché que el 13º asistente militar está haciendo un trabajo riguroso, y es más agotador tratar los asuntos militares con ella. Coma algo más temprano, entonces será pasado el mediodía para descansar ".

Feng Ming se quejó en secreto, pero escucho el consejo, comió una comida completa, se limpió la boca y dijo: "Iré pronto, no sea que ella espere por mucho tiempo, no sé qué regulaciones militares se moverán. Oh, esa niña tan molesta. Voy a quejarme con el rey ".

Los sirvientes y otras criadas lo vieron como una persona honorable, pero siempre hablaba con inocencia, todos se cubren la boca y se ríen, pero el asistente militar es una persona del departamento de orden militar. Sabiendo el peso dentro, no se atrevieron a responderle.

Feng Ming se quejó dos veces y se fue.

Al atravesar la sala de estar, mirando hacia arriba, vio que venía una figura familiar.

Feng Ming solía abrir su boca naturalmente: "Empe ..." fue fulminado por la visión de la Reina Madre. Él tragó la última palabra y rápidamente cambió su boca. "Hace demasiado frío. ¿Cómo se levantó temprano el Maestro?" Pregunto a la emperatriz viuda, pero la frente ya tenia una capa de sudor frío.

La emperatriz viuda asintió lentamente y dijo: "El paisaje de nieve es muy hermoso, así que, ¿cómo puedo ignorarlo? También te has levantado muy temprano."

Feng Ming se lamentó: "El discípulo están sufriendo, y se le ordena que estudie las habilidades de entrenamiento con el 13 asistente militar. Oh, el 13 capitán se llama Jun Ting, que es la hija del muy poderoso comandante militar de ayer. Voy a la sala de estudio ".

"Quiero ir al patio trasero, que también está en el camino."

La emperatriz viuda miró a Feng Ming, y los dos hombres marcharon lado a lado por el pasillo.

Feng Ming adivinó que había algo que la emperatriz quería decir. Inclinó la cabeza, pero había guardias o sirvientas en las inmediaciones de la parte delantera, trasera, izquierda y derecha. Es difícil garantizar que alguien pueda escuchar. Aunque los dos vivían en el mismo palacio, se vigilaban en todas partes. Si fueran a susurrar, solo llevaría a más sospechas. Feng Ming se preguntaba de qué quería hablar la emperatriz viuda

Al ver que el frente es la rampa del patio trasero y el estudio, la emperatriz viuda ha permanecido en silencio. Feng Ming frunció el ceño y la emperatriz dijo de repente: "El aprendizaje del discípulo, aunque han crecido en los últimos años, estoy un poco decepcionada".

"¿Ah?" Feng Ming miró inocentemente y dijo en su boca: "Sí, sí, el discípulo no crece, pido a la Maestra que enseñe".

"Ya eres grande, y la maestra no quiere enseñarte más". La emperatriz viuda se detuvo y mostró una sonrisa: "Es solo para que la maestra te vio irte a dormir temprano anoche. Parece haber olvidado lo que te he enseñado, que es tener el hábito de reflejar tus acciones diarias todas las noches. Parece que los jóvenes que son tan estudiosos y diligentes como Consejero son cada vez menos en la actualidad, siento que es una pena que estaba pensando en aceptar a otro discípulo."

Feng Ming se retiró y subconsciente dijo:: "¿El maestro quiere aceptar a un nuevo discípulo?"

"Eso es correcto." La emperatriz viuda miró con gracia y miró la gran placa blanca al final del claustro. Dijo a la ligera: "El Arte de la Guerra, te he enseñado todo por completo, sin embargo, "El Arte Exclusivo de la Guerra" no tienes la capacidad ni las calificaciones para aprender su esencia. Aunque soy una persona que ha pasado por mucha cultivación, no soy inmortal, y eventualmente habrá un día en que falleceré. Encontrar a alguien con capacidad y calificación suficientes, enseñarle el Arte exclusivo de la guerra es mi mayor deseo y también es el propósito principal por el que he bajado las montañas. Dong Fan es un reino que adora a los dioses, por lo tanto entre su gente debe haber muchos que hayan logrado iluminación otorgada por los dioses. Creo que en este lugar puedo encontrar mi segundo discípulo Ming Er, ¿hay alguien que sea el mejor candidato?" Llena de sabiduría, miro a Feng Ming