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Volumen 1 CAPITULO 20

Feng Ming se dejó caer lentamente en la oscuridad fría de las sombras que danzaban con las llamas vacilantes.

An Xun se arrodilló junto al muchacho, arrebatándole la delgada muñeca para examinar el pulso. Quería la certificación de que su tiempo se agotaba desde el cuerpo moribundo. Satisfecho, él abandonó con absoluto asco el brazo sin vida y se puso de pie.

La Reina estaba cerca detrás, de pie a un lado. Con lágrimas en sus ojos mientras observaba la figura inmóvil del príncipe.

Su voz era tranquila y suave:

- "Por tu bien, he sacrificado a mi propio hijo.

No hay madre bajo los cielos sin corazón como yo. Mantenga su palabra y recuerde retirar a sus espías de Xi Rei y también evite que cualquier país extranjero ponga en peligro a Xi-Rei.

Al contrario que su real estado de ánimo, la reina mostraba un estado de ánimo turbulento, lleno de dolor. Había elaborado una pantalla de lealtad y sumisión a su antiguo amante.

Todo era parte de una maniobra para obligar a An Xun a retirarse de Xi-Rei, sin la oportunidad de regresar. Su corazón la instó a negar su amor profundo por An Xun, incluso después de todos estos años. Tenía los ojos humedecidos por las lágrimas. Ella estaba llorando por An Xun.

Naturalmente, el veneno que Feng Ming había ingerido a la fuerza era potente, pero por desgracia una falsificación.

An Xun asintió con la cabeza:

- "Bueno. No hay príncipe heredero, ¿quién más podría oponerse ahora? Mis hombres ya no son necesarios en el esquema".

De repente dio un gruñido profundo, su mano fue a su cintura donde sacó un puñal oculto. El sonido distinto del desguace de metal contra la vaina hizo eco en el pasillo. Escalofríos corrieron por la columna vertebral de la Reina, como la afilada hoja refleja misteriosamente la luz del fuego.

El miedo golpeó con una mano pesada, ella tembló y se atrevió a preguntar:

- "An Xun, ¿qué estás haciendo?"

- "Mu Lan, No es que yo no te crea..."

An Xun su voz tenía una dulzura reservada sólo para su amante quien también ofreció una sonrisa a cambio.

- "Simplemente no quiero correr ningún riesgo. Los médicos reales de Xi Rei se destacan en el arte de la medicina y han desarrollado misteriosas formulas con diversos propósitos. Existe la posibilidad de que su droga haya sido diseñada para simular la muerte".

Sonrió:

- "Sin embargo esto puede resolverse fácilmente, permitiéndome garantizar y confirmar la muerte".

Hizo un gesto con el arma y le dijo:

- "Cuando este seguro de que él no se levantara. Entonces voy a entregar mi última moneda de cambio a usted".

Rong Tian había estado especialmente preocupado por la seguridad de Feng Ming. Si era apuñalado ¿Quién le podría garantizar que no sería odiada?

El color desapareció del rostro de la reina.

- "El príncipe ha muerto, no está usted satisfecho? no me digas que ni siquiera se me permite conservar su cadáver? "

- "Tenga la seguridad, después de que lo haya apuñalo varias veces, tendrá sus heridas cosidas". Y se lo entregare tranquilamente.

- "An Xun" la reina alzó la voz con incredulidad.