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Volumen 7 CAPÍTULO 9

"¡Ah!" La emperatriz viuda se levantó con asombro: "¡Vamos! ¡Vamos! ¿Qué te pasa?"

Cuatro o cinco criadas escucharon el sonido. Cuando vieron esta escena, se sorprendieron. Rápidamente ayudaron a la emperatriz viuda a poner a Feng Ming en la cama. Feng Ming parecía haber perdido el conocimiento, sus ojos están cerrados, su cara era blanca como el papel.

Le trajeron algo de té caliente, y la emperatriz viuda lo tomó y lo vertió cuidadosamente en la boca de Feng Ming. Los dientes de Feng Ming estában cerca de la taza y el té fluía hacia abajo desde la esquina de la boca.

La cara de la emperatriz viuda también era blanca, puso la taza de té a un lado e incluso dijo: "¡ doctor, traigan al doctor!"

Con la doncella apoyando a Feng Ming en el costado, respondió rápidamente: "He enviado personas a preguntar".

De repente escuchó una ligero "Hmm", Feng Ming se movió ligeramente. Todos lo miraron con nerviosismo.

"¿Duke Ming? Duke Ming, ya despiertas".

"¿Ming-er? Por fin Abres los ojos".

Las gruesas pestañas temblaron y abrieron ligeramente, y se expandieron lentamente para revelar un cristal negro. Unas caras apretadas saltaron al verlo. Feng Ming movió lentamente los ojos y finalmente puso su rostro en el rostro de la emperatriz viuda. Dijo: "¿Qué me pasó?"

La emperatriz viuda lo vio despertar, y el corazón que colgaba en el aire finalmente se tranquilizo. Susurró: "De repente te desmayaste. ¿Es un dolor en el pecho? ¿Cómo te sientes?"

Feng Ming arrugó lentamente las cejas. Parecía estar despierto. Él asintió. "Oh, lo recordé. Tal vez era demasiado fuerte para levantarse. Las personas con presión arterial baja a menudo tienen esta situación, que es muy común".

La emperatriz viuda no estaba segura: "Todavía es necesario que el médico lo examine más de cerca".

"He llamado al doctor hace un tiempo, el doctor real debería llegar pronto".

Pensando en tomarse el pulso y luego tener que tomar la medicación amarga. Feng Ming de repente protestó: "¿No llames al doctor? Dormire bien, comere un poco. Cierto, debe ser porque no he cenado, es fácil tener la presión baja cuando no se ha comido" Luchando por salir de la cama, todos estaban ocupados deteniéndolo, y dijeron" No ".

La sirviemta se acerco rápidamente a Feng Ming y ordenó a los demás: "Date prisa y comprueba si el médico ya viene".

Una de las ayudantes de afuera vino a informar: "El consejero ha llegado".

En ese momento, Lu Dan apareció en la entrada de la habitación, asintió con la cabeza a la emperatriz viuda para saludarla, caminó rápidamente hacia la cama y examinó el pulso de Feng Ming.

Todos sabían que Lu Dan era un experto médico, así que se excusaron.

Feng Ming vio que su expresión era rara y no se quejó. Tomó el pulso para sí mismo y sonrió amargamente: "Espero que la receta del consejero Nacional no sea demasiado difícil de beber".

Lu Dan se concentró en tomar el pulso de Feng Ming y luego soltó su muñeca, sonrió a Feng Ming. "Nada de que preocuparse, no hay necesidad de tomar medicamentos. Este asunto solo deja que Lu Dan se encargue de eso, Duke Ming simplemente toma un buen descanso."

Feng Ming escuchó otro significado profundo en sus palabras y se sintió incómodo. De repente agarró la mano de Lu Dan y bajó la voz: "El consejero nacional no debe hacer estupideces".

"No se preocupes Duke Ming." Lu Dan también bajó la voz y dijo con calma "No hay nada bueno que Lu Dan nunca haga. Solo tienes que descansar bien" Ya no le prestó atención a los ojos complicados de Feng Ming, y se puso de pie y se disculpó con la Reina Madre. dijo: "Hay demasiados asuntos en estos dos días. No he podido visitar al maestro sun, espero me disculpe".