Capítulo 4: ¡Fastidiosos sentimientos!

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Narra Shikadai

Estaba con Yodo en un hermoso bosque, contemplando el bellísimo atardecer, escuchando música con ella, específicamente Perfect de Ed Sheeran y la verdad que si era perfecta en un momento como ese; estábamos a unos centímetros de distancia, nuestros labios estaban a punto de tener un encuentro, y tomé el valor para hablar con ella sobre mis sentimientos.

-Yodo... yo...- antes de poder decir algo, sentí como Yodo me abrazó. No tuve elección alguna a seguir el abrazo. Estaba muy cerca de ella, podía sentir el aroma de su cabello, olía muy bien, olía a lavandas. La sensación que sentía en ese momento era muy agradable, no quería que ese abrazo acabara nunca.

-No digas nada, Shikadai, porque hay algo que debo decirte también.- Yodo fijo sus ojos en los míos, suspiró. -Cuando te vi en los exámenes chunin, creí que eras un tonto holgazán cualquiera, uno sin talento...- 

-¡Oye!- la interrumpí. Le causó un poco de gracia mi intervención. 

-Pero... cuando planeaste esa estrategia y lograste atraparme, entendí que no era así. Eres alguien muy fuerte, inteligente, un poco holgazán pero es una característica propia de ti. Desde ese combate, invadiste mis pensamientos. No paraba de pensar en ti, quizá te pasaba lo mismo que a mí o quizá no...- cerró los ojos. Se llevó una mano a la mejilla, suspiró y volvió a abrir sus hermosos ojos turquesas. 

-Así que te pasó lo mismo que a mí... no creí que fuera posible... no tengo idea de lo que me está pasando, yo tampoco puedo sacarte de mis pensamientos. ¿Qué nos está ocurriendo? El amor es demasiado para nosotros, todavía somos jóvenes, no debemos apresurarnos... somos de diferentes aldeas y eso lo complicaría aún más...- tomé su mano y miraba sus ojos, sus bellos ojos, podía verlos todo un día completo sin cansarme.

-Además de eso, Shinki está en el medio, es bastante celoso cuando lo conoces bien, ¿Sabes?- ambos comenzamos a reír. Nos callamos unos segundos hasta que Yodo volvió a hablar. -Pero, el ser de aldeas diferentes no debería importarnos, ¡mira a tus padres! son de dos aldeas distintas y se nota que se aman bastante... pero como tu dices... no hay que apresurarse, tomémoslo con calma y a nuestro tiempo también.- tragó saliva, no paraba de verme fijamente.

-Así es... voy a sonar a un baboso y algo extraño pero...- "tengo la necesidad de besarte" eso mismo quería decir, pero no iba a caer tan bajo frente a Yodo. 

-¿Pero qué?- preguntó ella un poco confundida

Bajé la mirada, estaba un poco sonrojado y tenía una cara bastante tonta. Cambié el tema rápido.

-Es que me gustaría quedarme aquí un tiempo más, es un fastidio, pero si llego tarde mi señora madre va a regañarme y no quiero eso.- dije riendo. Ella soltó una risita. Ambos nos miramos un momento, giré mi mirada, y me levanté.

-Bueno, entonces, nos podemos ver mañana, solo si estás de acuerdo y no tienes planes.- dijo Yodo levantándose junto a mí.

-Suena bien, ¿Qué te parece en el parque a las 15:00, un helado?- pregunté un poco sonrojado

-Perfecto... nos vemos mañana, también debo irme. Araya no dirá nada pero Shinki es un "poco bastante" celoso y preocupado.- dijo Yodo un poco divertida y haciendo un gesto con sus dedos haciendo énfasis en "un poco bastante".

Ambos reímos un poco. Cerré un segundo mis ojos y de repente sentí como Yodo besó suavemente mi mejilla. Quitó sus labios de mi mejilla y ambos nos sonrojamos. Me despedí de ella imitando su gesto, besándola en la mejilla también, y me fui.

-Mamá va a matarme, pero que fastidio.- pensé al llegar a casa.

-¡Ya llegué mamá!- abrí la puerta con miedo de que esta me diera una buena bofetada, pero no se escuchó nada, solo mis pasos. Entré, vi que en el refrigerador había una nota.

Me robaste el corazón || ShikaYodo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora