CAPTULO 17

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Jade

Nunca entiendo una mierda de lo que pasa a mi alrededor desde que mi madre ya no esta, primeramente fueron los dolores de cabeza las imágenes que veía el sentimiento de que estaba enferma o volviéndome loca. Gracias a Tomoe, a que fui a suiza me sentí mejor, liberada de todo el peso que sentía, me sentí libre y eso es mejor que como estaba. Pero no duro nada la tranquilidad al estar con Aidan, nada de él es normal y siempre que lo veo es todo tan intenso que me deja pensando en el por días, como ahora; desde que lo vi en el mirador no podía creer que fuera el, no creía que el destino nos volviera a juntar porque a decir verdad nunca inicie a investigarlo solo estaba enfocada en los papeles de mi madre y la foto del niño.

Así que verlo en la penumbra de la noche mientras me veía fijamente hizo una revolución de sentimientos, caminaba hasta mí y no parecía estar sorprendido por lo que estaba pasando y es algo que no puedo creer, !él vive lo que yo! Él estuvo junto a mi mientras nada se movía, nada se oía era como estar solo nosotros dos en la tierra que aunque se escuche bonito en realidad es una mierda ¿Cómo es eso posible? o los dos estamos realmente jodidos o somos especiales pero algo bueno no creo que sea.

No entiendo nada, y mi enojo con él no me dejo que le cuestionara mas además que el idiota nunca contesta mis preguntas siempre me deja con la palabra en la boca el muy desgraciado. Lo peor es que no obtuve nada de él, le volví a perder el rastro se que vive aquí pero no voy a ir casa por casa preguntando por él aunque como último método no lo descarto.

Ayer después de que Caleb me dejo en la casa caí rendida en la cama, el encuentro con Aidan además del viaje me dejaron exhausta y no me di cuenta cuanto había dormido hasta que abro los ojos y veo a Caleb con una bandeja de comida y unos libros en la mesa.

-No sabía si despertarte o no, en la mañana vine pero tus ronquidos de oso me mandaron de vuelta y no te puedo dejar morir de hambre- él es tan risueño que aunque no quiera me hace sonreír un poco

-¿Qué hora es?- le pido mientras me siento en la cama

-Pasan de las 5 de la tarde- volteo mi cara lentamente hacia él y lo miro como si no le creyera

-Deja de bromear Caleb yo no duermo tanto- se paró y me acerco la comida poniéndola cerca de mi

-No bromeo es enserio cuando te digo que roncas como un oso carbón- me extraña mucho yo nunca duermo tanto y ahora perdí un día para poder investigar pero lo puedo hacer en la noche.

-Carajo pues nada que decir- solo trato de olvidar y me enfoco en la comida que en verdad esta deliciosa

-Cuando dejes de comer como si hubieras estado en hambruna te quiero enseñar lo que acordamos- al instante no recordé de que hablaba y creo que mi mirada fue muy obvia ya que puso los ojos en blanco mientras se acerca a la mesa y toma uno de los libros

-La mejor evidencia para que no digas que soy mentiroso- empieza a pasar sus dedos sobre las hojas y puedo ver que es un álbum de fotos que deja ver a un Caleb bebe siempre llorando

-Mira- arrastra sus dedos sobre una fotografía mientras la saca del plástico y la pone frente a nuestros ojos. No creo lo que veo, soy yo de pequeña con un vestidito negro y dos coletas mientras a mi lado estaban dos niños posando para la foto y lo que me deja en shock no es que Caleb tuviera razón si no porque el otro niño que está al lado de mi es el mismo que está en la foto que Tomoe tenía en su estructura. Quien carajos es ese niño, porque parece que estuvo cerca de mí siempre y no recuerdo nada de él.

-¿Quién es?-volteo a verlo y se queda pensativo

-No lo sé, no me acuerdo- me quedo fijamente mirándolo esperando más respuestas pero no dice nada.

-¿Quieres que me trague el cuento que perfectamente te acuerdas de mí, que aquí viví desde chica pero que simplemente no recuerdas a un niño que al parecer siempre estaba conmigo- estoy enojada que acaso nada me puede salir bien quiero saber quién era ese niño y quien es ahora.

-Tranquilízate- trata de quitarme la foto pero me aparto y la pego a mi

-Dime la verdad- Mi tono de voz no es para nada calmado ni tampoco como petición, casi se lo estoy ordenando

-Ya te la dije Jade, no me acuerdo de el- no digo nada y solo lo examino para ver si dice la verdad

-Tal vez solo fue un niño que tu madre invito para jugar un solo día, así que no le tomes importancia- sonrío de lado, sé que Caleb no tiene idea del porque estoy aquí y el porqué de mi reacción al ver a ese niño así que respiro profundo y vuelvo a mi seriedad

-Tal vez sea verdad- digo fría

-Lo es, no te preocupes por cosas del pasado vive tu futuro-trata de acercarse pensé que sería para tocarme pero no solo tomó la bandeja de la comida

-Hoy es la noche libre de mi mama y aunque no quería dejarte aquí sola la convencí de que fuera a cenar con mi padre y conmigo así que te veré hasta mañana, hay comida en el refrigerador y hay un carro en la cochera que Frank rento para ti- me mira directo a los ojos y sé que en Caleb no hay nada de málica

-Muchas gracias Caleb - me acerco y le doy un beso en la mejilla- gracias por mostrarme la verdad aunque sea muy poca pero es verdad de mi pasado-

-De nada, yo siempre te tuve mucho cariño y por eso quiero que te encuentres bien y no pienses en cosas que no son verdad como el que no vivías aquí

-Hasta mañana digo mientras me doy la vuelta hacia el baño para tomar una ducha antes de salir a mi búsqueda-

-Adiós- escucho que me dice de lejos.

Pequeño niño dicen no conocerte, nadie sabe de ti, es como si fueras un fantasma del que nadie sabe algo. Eso ya lo veremos.

Se mia... Seré tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora