Jade
-Fue lindo estar contigo en este país jade- ya estábamos en el aeropuerto, ya pasaba del medio día pero nuestro vuelo se ha atrasado así que tenemos que esperar
-Fue de lo mejor que me ha pasado, libere a mi madre, siento que yo también me libere y sane lo que tenía roto sin saberlo- estamos sentados en los asiento de espera y Tomoe sujeta mi mano mientras solo me mira
-Sabes Tomoe, cuando llegaste a la casa justo el día en que venía de viaje yo me encontraba mal y no de ese rato si no que ya tenía tiempo que me sentía mal, emocionalmente y físicamente; me mareaba, tenía dolores de cabeza terribles que me quitaban la fuerza, además de que no tenía noción del tiempo y sentía que estaba perdiendo la razón. Aunque no quiera admitirlo me sentía sola, que nadie podría comprenderme, no te dije a ti o a alguien por que no me gusta que me vean vulnerable, débil, sentía que debía de vivir esto y superarlo yo sola. No te negare que no sentía miedo porque no es así, por dentro estaba muriéndome de miedo por no saber qué es lo que me pasaba pero nunca dije nada, hasta que vinimos aquí.
El día que me desaparecí fue porque fui de nuevo al mirador al que me habías llevado, cuando fuimos los dos sentí que alguien nos estaba viendo y tenía un presentimiento, por eso volví, aunque tampoco encontré nada solo recuerdo los ojos de una persona que estaba ahí. Cuando quise volver al hotel me perdí, además me sentía mal, los dolores de cabeza no cesaban e imágenes en mi cabeza aparecían, no le encontraba ningún sentido, realmente me sentía mal, no traía mi celular conmigo así que empecé a caminar tratando de encontrar algo pero no lo logre, solo me topé con unos tipos desagradables que me persiguieron y trataron de tocarme- cuando dije esto la mirada de Tomoe se alarmo, él se tensó pero no dijo nada- después de eso no recuerdo que paso, solo me sentí bien, sin dolores ni imágenes, me sentí con una gran paz y tranquilidad. Cuando desperté estaba en una habitación que no conocía y no entendía que paso hasta que conocí a Aidan, no sé quién es ni porque estaba con el pero según se él me ayudo, después de eso regrese contigo y no volví a sentirme mal para nada, me sentía excelente como si hubiera empezado de cero y surgiera lo mejor de mí, hasta que en el rio volví a ver imágenes y por eso me distraje pero de ahí en mas no me ha pasado algo, deje de sentir ese peso en mí y en mi corazón, creo que por fin me siento en paz y no sé cuál es la razón pero así me siento, también por eso agradezco de que estés conmigo, estoy segura que sufriría más sin ti Tomoe.- El solo me sonrió y me abrazo intentado trasmitirme su calidez y aunque lo quiera yo no puedo sentirla, no puedo corresponderle con lo mismo que él y me siento mal por eso, se separó de mí y me mira directo a los ojos-
-Jade, no sabes la felicidad que me da al saber que ahora te encuentras bien ya que eso es lo que más me importa, pero no puedo dejar de sentirme impotente al saber que estabas tan mal y yo no hice nada por ayudarte, sabía que algo te pasaba por que te conozco y quería ayudarte pero sé que te gusta tu espacio y por eso te lo di, pero si hubiera estado contigo en el momento en que esos idiotas trataron de pasarse contigo, me sentiría mejor al protegerte - Tomoe estaba enojado, lo podía ver en su mirada
-No te mortifiques por eso Tomoe, estoy bien y aunque fue malo creo que a partir de eso he mejorado, así que no veamos las cosas malas-
-Vaya me sorprendes Jade, nunca pensé escucharte decir cosas positivas y de aliento- yo también me sorprendo, no suelo ser así pero con Tomoe todo es más fácil.
-Y ¿lo has vuelto a ver? - Tomoe me tomo por sorpresa y no entiendo de que habla
-¿A qué te refieres?- No me mira, solo tiene la mirada perdida
-Al idiota que te ayudo no recuerdo su nombre-
-Aidan- lo digo en voz baja pero eso hace que Tomoe ponga su vista en mí
-No lo he vuelto a ver, supongo regreso a su país- miento y lo hago porque para que decirle del pequeño encuentro de ayer, solo hare que Tomoe se enoje por nada
-¿Entonces también es extranjero?- Carajo a Tomoe no se le escapa nada
-Sí, digo, hablaba español pero no sé nada sobre él ni de donde sea- y es verdad no se en específico de donde es, México es muy grande
Vuelo con destino a la ciudad de México favor de pasar a la sala numero 2
-Es hora nena- Tomoe tan ridículo como siempre, solo tomo su mano y caminamos hacia la sala
Estamos ya en el avión, Tomoe va en la sala de al lado y están separadas por una especie de ventanilla que yo levanto para platicar con Tomoe.
-Jade será un vuelo largo hasta México, ¿Qué quieres hacer?- Tomoe me mira con una mirada picarona pero sé que todo lo dice en juego
-Idiota-
-Vamos, podemos ver la misma película, escuchar música, platicar o solo dormir aunque lo último no lo podemos hacer tan juntos- me sigue dedicando su mirada juguetona pero yo solo resoplo
-Creo que amaneciste de modo galán Tomoe-
-Oh vamos, yo siempre soy un galán de primera, todas caen a mis pies excepto la que me interesa- el me mira y tiene una sonrisa de lado que en el fondo sé que es encantadora
-Y sabes el por qué ella no te hace caso- le sigo el juego
-No y no lo entiendo, conmigo lo tendría todo-
-Eso crees tu cariño pero tal vez ya lo tenga todo- me acerco hacia su cara y me detengo a centímetros de tocarlo
-Ah si- me alejo de su rostro lentamente mientras el solo me mira divertido
-Bueno al estar conmigo ella se dará cuenta de lo que le faltaba a su vida-
-Ya lo veremos cariño- le giño un ojo y cierro la ventanilla que nos divide. Es solo que jugar así con Tomoe siempre me gusta pero sé que en cierto modo lo que dice es verdad. Tal vez le guste pero quiero mucho a Tomoe para lastimarlo, nunca he podido estar en una relación formal, me cuesta expresar mis sentimientos y él se merece a alguien que de todo por él. Yo, yo no sirvo para el pero tampoco dejare que alguien lo llegue a dañar, ahora él es todo lo que tengo y que protegeré para que este bien siempre, para que estemos bien los dos juntos.
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Se mia... Seré tuyo
Novela Juvenil-¿Qué haces animal? Suéltame- pataleo -Carajo ya suéltame es un puto delito lo que estás haciendo- Me toma del mentón obligándome a encararlo -Me vale una mierda si es un delito, tú te vienes conmigo-