Acrofobia

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   La acrofobia es un temor intenso e irracional que sienten algunas personas a las alturas. Es uno de los más antiguos en la especie humana. Está relacionado con la supervivencia y es una respuesta biológica que nos lleva a protegernos para no caer.

   Puede ocurrir en situaciones de peligro, pero también en situaciones seguras o incluso en la propia imaginación de la persona; sólo con pensarlo. Aunque suele producirse cuando la persona mira hacia abajo, existe una variación en la que la que el malestar se produce cuando la persona mira hacia arriba, pero es poco habitual.

   La acrofobia está ligada a varias causas entre ellas esta el sentido del equilibrio que está ligado a estímulos visuales y auditivos; por esta razón el miedo aumenta si estamos de pie y disminuye si estamos sentados o estirados. También se puede desarrollar esta fobia tras una experiencia traumática e incluso los padres del niño pueden transmitirle este miedo.

   Este temor es algo superable e incluso puede ser un proceso rápido dependiendo de los recursos psicológicos de la persona, la cronicidad del problema o de si hay o no otros trastornos simultáneos. Las técnicas con las que podemos superarlo son:

   Desensibilización sistemática: consiste en hacer una graduación de situaciones de menos a más atemorizantes para la persona y enfrentarlas progresivamente.

   Técnicas paradogicas: Consiste en imaginar las peores situaciones en ambientes seguros para luego ampliarlo a la realidad. (Realizar solo bajo prescripción médica)

   Técnica implosiva: Consiste en exponer a la persona a la situación temida sin posibilidad de escapar, pero esto puede resultar traumático por lo que no es recomendable utilizarla.

   Otras personas también utilizan hipnosis y técnicas de relajación al momento de estar expuestos.



  

  

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