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La musica vulgar sonaba, los cuerpos pegados bailaban y el ambiente olía a alcohol y cigarro.

Tu cuerpo delgado bailaba sensualmente al ritmo de la musica. Tu trasero y caderas no paraban de moverse y yo solo pensaba en follarte duro. Y no era el único.

-Ha cambiado mucho. Ahora es... muy sexy.
-Se volvió todo un marica.- dijo Carlos
-Esta demasiado flaco, escuche que es bulimico.
-Y yo escuche que se deja coger por cualquiera.
-Ja, dicen que todos en la facultad de ingeniería ya se lo han cogido tres veces.- a Carlos siempre le a gustado decir mierdas sobre ti.
-¿Tres? Wow, yo también quiero probar a esa puta.
-Entonces ya te lo cogiste Cris? Estas también en la facultad de ingeniería, no?.-alguien me pregunto.
-Solo son rumores de mierda.-respondí.
-O quizá solo no ha querido coger contigo.- todos estallaron en risas con eso.

Carlos se levanto comenzó a bailar contigo. No lo rechazaste, incluso cuando puso sus manos en tus piernas.

Después de tres años todos los excompañeros de secundaria nos habíamos reunido. El tema de conversación eras tú. Habías cambiado demasiado en este tiempo.

Cuando Carlos descaradamente paso toda su mano desde su pecho hasta tu entrepierna, lo empujaste y saliste de la habitación.

Te seguí.

La historia de un amor de mierda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora