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Hasta ahora entendí que yo también podría gustarte. Si no porque te preguntaría ella si eramos novios?

Una extraña emoción me hacia desear pedirte que salineras conmigo enfrente de todos.

Después de comer así lo hice, no enfrente de todos pero hable solo contigo.

-Así que crees que soy muy guapo.- comencé molestandote.
-¿Que?- preguntaste aun sin entender.
-¿Que mas le contaste a tu amiga sobre mi?
-T-tu... ¡nos escuchaste!- parecía que estabas listo para salir corriendo de vergüenza en cualquier momento -Yo no, no dije...
-¿Te gustaría salir conmigo?- a mitad de tu tartamudeo te interrumpi. Era divertido jugar contigo pero me moría porque me dijeras que si. Acune tu rostro entre mis manos y te mire fijamente esperando tu respuesta.
-Si, si quiero- estrellarse tus labios con los mios y nuestra relación comenzó.

La historia de un amor de mierda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora